El ciberacoso es una forma de violencia escolar que se amplifica a través de las redes sociales. Finlandia ha implementado con éxito un programa llamado KiVa en el 90% de sus escuelas para combatir el acoso escolar. América Latina también está comenzando a medir indicadores de violencia escolar como el acoso, ciberacoso y grooming. Las principales causas incluyen baja autoestima, divorcio de los padres y exposición a la violencia en la televisión, aunque los datos no son concluyentes debido a la influencia de

1. El CIBERBULLYING encabeza la lista de problemas sobre
violencia escolar.
Una problemáticaque yaesconocida en este tiemposociohistórico, que lasnuevastecnologías nohacenotra cosa que amplificarydar
nuevos formatos, nuevos cobijos. Así, las redessociales sintetizan hoy losdos extremos: las buenas intencionesde la democratización
de la información y también la forma más popular y cruel de acoso escolar que ya logró nombre propio: ciberbullying.
Lo que hay que entender es que hoy la violencia social atraviesa también a la escuela”.
Finlandia, siempre empujando a la vanguardia educativa, desarrolló e implementó hace casi 10 años
y en el 90% de las escuelas del país un programa al que llamaron KiVa, un acrónimo de dos palabras
en idioma finlandés Kiusaamista Vastaan, que quiere decir “contra el acoso escolar”.
Las campañas de concientización social sobre acoso escolar e instalar el debate en todos los
estamentos de la escuela ayudan a que todos se involucren. No es un tema sólo entre la víctima y el
victimario.
América Latina lentamente también empieza a recoger sus propios indicadores sobre violencia
escolar en todas sus formas como bullying, ciberbullying y grooming.
Las principales causas es la autoestima, el divorcio o separación, una situación de maltrato y el
consumo de violencia gratuitaenla televisión, aunque los datos no son concluyentes, ya que depende
mucho más de los valores de la propia familia. Otros también se asocian como la ignorancia, sed de
poder, la venganza y el anonimato.
Las repercusiones son notorias como: el estrés, la ansiedad, los ataques de ira, la pérdida de
confianza en sí mismos, propensos a actos delictivos, temor a mostrarse en público,
llegar a estados depresivos, también el bajo rendimiento escolar, dificultades a la hora de
relacionarse, puede llegar a secuelas emocionales y hasta
cambios de personalidad característicos del estrés postraumático.