Los conflictos en un equipo pueden tener efectos negativos como el aumento del coste emocional y la disminución del rendimiento, pero también pueden tener efectos positivos como la clarificación de posiciones y el fomento del crecimiento personal y del equipo. Para resolver conflictos de manera efectiva, un equipo debe identificar claramente las posiciones de cada miembro, centrarse en los hechos en lugar de las personas, escucharse activamente, reconocer errores, buscar soluciones que beneficien a todos, y ponerse en el lugar del otro