El documento describe las principales escuelas éticas del Helenismo clásico, con un enfoque en la escuela de Epicuro. La ética de Epicuro postulaba que el placer es el supremo bien y la felicidad es el objetivo de la vida, pero el placer debe buscarse con moderación y razón. Epicuro enseñaba que se debe eliminar el temor a los dioses, la muerte, el dolor y la adversidad para alcanzar la ataraxia (serenidad) y la autarquía (autosuficiencia).