2. El arte es casi tan antiguo como el hombre.
El hombre, por el trabajo, toma posesión de la
naturaleza transformándola.
3. Pero sueña también con operar mágicamente
sobre la naturaleza.
Es el equivalente, en la imaginación, de lo que el
trabajo significa en la realidad.
4. El arte,
surgido del deseo de operar mágicamente
sobre el mundo,
es una forma de trabajo.
5. A partir del trabajo
el hombre construyó
su capacidad para:
Construir conceptos sobre el mundo
Sentirse con poder sobre el mundo
Producir signos para nombrar el mundo
Creer en el poder mágico de la imitación
del mundo
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6. Creó conceptos
Produciendo instrumentos adquirió la experiencia de
que la naturaleza podía utilizarse como medio para
conseguir un fin: un hueso podía servir para matar un
animal.
Poco a poco, descubrió que golpeando, raspando o
tallando ese objeto se le podía dar mayor eficiencia.
Al comparar un instrumento con otro fue gestando una
idea: de muchas hachas abstrajo la cualidad común, ser
hacha.
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8. Se sintió con poder
La capacidad de producir instrumentos le hizo creer que
con la utilización de éstos nada le era imposible.
Sintió que sobre la naturaleza tenía un poder ilimitado.
Este descubrimiento constituyó una de las raíces de la
magia.
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9. En la magia se combinaban
en forma latente
la religión, la ciencia y el arte.
10. Creó signos para nombrar
el mundo
Acrecentando su poder y su conocimiento sobre la
naturaleza, fue acumulando conceptos.
Empezó entonces a producir un signo -una mezcla de
sonido y gesto que imitaba la naturaleza- para designar
los objetos.
Esos signos lo fueron ayudando a diferenciar entre los
múltiples rasgos del mundo al que se enfrentaba.
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11. El hombre comenzó
a desarrollar el lenguaje,
como imitación de la naturaleza
y como sistema de señales para representar
actividades y objetos.
12. Descubrió el poder
de la imitación
Al fabricar un segundo instrumento parecido a aquel
primero que encontró ocasionalmente, el hombre sintió
que la imitación le otorgaba un poder sobre las cosas.
Se lo fueron confirmando otras experiencias: si imitaba
un animal lo podía perseguir más de cerca.
Así, un gesto, una imagen, un sonido o una palabra que
imitaba a la naturaleza, eran tan instrumento como el
hacha o el cuchillo.