El liderazgo educativo se refiere al arte de conducir instituciones educativas y a sus estudiantes hacia el futuro, tomando en cuenta las dimensiones humanas como el lenguaje, la acción y la emoción. Un líder educativo debe comprometerse a mejorar la calidad educativa a través de un proceso participativo con el personal, asegurándose de que los docentes se sientan orgullosos de su trabajo y de investigar y monitorear los objetivos y resultados de la institución.