La fermentación alcohólica es un proceso biológico de fermentación en ausencia de oxígeno realizado por microorganismos que procesan hidratos de carbono como azúcares para producir etanol, dióxido de carbono y ATP. La humanidad ha usado este proceso desde tiempos antiguos para hacer cerveza y vino, aunque la destilación alcohólica surgió en el siglo XII.