Esta enfermedad genética presenta una herencia autosómica dominante causada por la expansión de tripletes CAG en el gen IT15 del cromosoma 4, lo que conduce a la producción anormal de la proteína huntingtina y neurodegeneración. Los síntomas incluyen movimientos coreicos involuntarios, cambios de comportamiento y cognición, y empeora con la edad de manera progresiva hasta la muerte. No existe cura y el tratamiento se limita a controlar los síntomas.