La intoxicación por alcohol metílico ocurre principalmente por la adulteración de licores. El metanol se absorbe rápidamente y se metaboliza en el hígado a ácido fórmico y formaldehído, los cuales son tóxicos y causan síntomas como ceguera, convulsiones, coma y daño cerebral. El tratamiento incluye lavado gástrico, administración de etanol o fomepizol para inhibir la formación de metabolitos tóxicos, y bicarbonato para contrarrestar la acidosis metabólica.