Los cementos de ionómeros vitreos y cermets fueron creados en 1972 para mejorar las propiedades de los cementos de silicato. Están compuestos de vidrio liberador de iones y una solución acuosa de ácido poliacrílico que reaccionan para endurecerse. Liberan fluoruros que disminuyen la solubilidad del esmalte y tienen buena adhesión al esmalte, dentina y acero inoxidable. Pueden usarse para restauraciones, selladores y como materiales de aislamiento dentinopulpar.