El documento describe cuatro modelos administrativos: el modelo clásico, el modelo burocrático, el modelo humanista y el modelo sistémico. Cada modelo se identifica por su énfasis, criterios de efectividad y rol del líder. El modelo clásico se enfoca en la productividad y beneficios, el burocrático en la estabilidad y continuidad, el humanista en el compromiso y unión, y el sistémico en la adaptación y apoyo globalizado.