José Ignacio Calle, Nathalie Jacobs - eCommerce Day Chile 2024
N20161101 al 07 iglesia internacional
1. 1 al 7 de noviembre de 2016
Contenido
COMENTARIOS.......................................................................................................2
Ponencia de Gustavo Gutierrez en la apertura de la asamblea del MIIC
Pax-Romana...........................................................................................................2
Jesús Martínez Gordo ¿Por qué la Congregación para la Doctrina de la Fe
no elabora una instrucción sobre los refugiados? ............................................2
REFORMAS................................................................................................................5
Gerard O'Connell: On Board With Peter ................................................................5
El Papa nombra a Tobin arzobispo de Newark.....................................................6
Le pape nomme les membres de la Congrégation pour le culte divin7
Católicos y luteranos se comprometen a "eliminar los obstáculos que nos
impiden la plena unidad"...........................................................................................8
Francisco: Del "ecumenismo del lobo" a la "unidad en la diferencia" .........10
Christopher Lamb |Pope Francis' trip to Sweden shows the Church is
'willing to go over to the other side' ...................................................................11
Helen M. Alvaré, Answering Our Daughters........................................................15
Natalia Imperatori-Lee |It’s Not a Complement ...............................................16
Antonio Aradillas: La mujer y el Papa Francisco ............................................18
Cardinal Kasper: Time to end debate on Amoris Laetitia and put it into
practice ......................................................................................................................20
MENSAJES...............................................................................................................21
Francisco: "Bienaventuranzas son el carnet de identidad del cristiano".....21
Rueda de prensa papal en el aviòn de regreso de Suecia ...........................25
Misa de difuntos de Francisco: "A la tristeza le ponemos flores, signo de
esperanza" ............................................................................................................28
El Papa pide a las religiones "condenar de forma clara" a quienes justifican
la violencia en nombre de Dios..........................................................................29
El Papa a los movimientos populares: "Las tres T (tierra, techo y trabajo),
ese grito de ustedes que hago mío" .................................................................30
El Papa a los presos: "La esperanza no puede ser sofocada por nada ni
por nadie" ..............................................................................................................39
El Papa pide a los todos los Gobiernos del mundo un "acto de clemencia"
con los presos.......................................................................................................42
2. AMÉRICA LATINA................................................................................................44
Los obispos de Brasil denuncian que el Gobierno quiere acabar con los
derechos de los pobres.......................................................................................44
Duro alegato de la Iglesia argentina a un mes de la muerte del cura
Viroche...................................................................................................................46
Claudio María Celli advierte: "Si fracasa el diálogo, puede haber un baño
de sangre en Venezuela"....................................................................................50
OTROS........................................................................................................................50
Arturo Sosa, sj: "El verdadero rostro de Dios es multiculor, multicultural,
Dios no es un Dios homogéneo” .......................................................................51
Conferencia de prensa III Encuentro Mundial de Movimientos Populares en
el Vaticano.............................................................................................................52
COMENTARIOS
Ponencia de Gustavo Gutierrez en la apertura de la asamblea del MIIC
Pax-Romana
Link – Barcelona, octubre 2016
https://www.youtube.com/watch?v=Cdhy_I6yu-Q
Zona de los archivos adjuntos
Vista previa del vídeo Gustavo Gutierrez. Misericordia y Justicia. Pax-Romana
de YouTube
Jesús Martínez Gordo ¿Por qué la Congregación para la Doctrina de la
Fe no elabora una instrucción sobre los refugiados?
"Excesos que se asoman en algunas decisiones referentes a las cenizas de
nuestros seres queridos"
"Una parte de la Curia no acaba de sacudirse el tono condenatorio y su
proclividad a la casuísti
No me parece mal que la Congregación para la doctrina de la fe intente
actualizar las orientaciones sobre la inhumación e incineración de los seres
queridos y que llame a tratar adecuadamente sus cenizas, en el caso de que
hayan tomado esa decisión. Y acepto su invitación a cuidar la memoria de
nuestros difuntos.
Disiento de la concepción dualista (cuerpo y alma) que vehicula porque
entiendo que quien muere y resucita es la "persona", que es bastante más que
un cuerpo "y" un alma. Y echo de menos que, más allá de las consabidas
3. condenas del nihilismo y del panteísmo, no haya hecho el esfuerzo por
asomarse a dichos planteamientos reconociendo elementos de verdad y
santidad (los llamados "semina Verbi" o "logoi spermatikoi") que también
aletean en ellos.
Una perspectiva que -incuestionablemente evangélica y recuperada en el
concilio Vaticano II-, han vuelto a activar (no sin rémoras bien conocidas) los
obispos en los dos últimos sínodos (2014 y 2015); que el papa Francisco
despliega en todo su magisterio pontificio y que pasa por una
urgente "conversión pastoral": de las llamadas verdades innegociables al
axioma de la misericordia como el corazón y el contenido primero y último de la
fe cristiana.
Si se hubiera procedido así, probablemente, en vez de condenar
genéricamente el nihilismo, se habría hecho un esfuerzo por dialogar con
quienes sostienen que -en vida- se mantiene una relación permanente con la
nada, el silencio, la oscuridad y el vacío. Y, otro tanto, con el panteísmo
cuando, porque queda deslumbrado por la bondad, la verdad o la belleza que
se alojan en el mundo, tiene dificultades para percibirlas como destellos,
transparencias o anticipaciones de la Verdad, de la Bondad y de la Belleza
finales. Y, probablemente, se habría facilitado reconocer con menos crispación
los excesos (y hasta el mal gusto) que se asoman en algunas decisiones
referentes a las cenizas de nuestros seres queridos y al trato que se merecen.
La Congregación para la doctrina de la fe (y, con ella una parte de la curia
vaticana) no acaba de sacudirse el tono condenatorio y su proclividad a la
casuística. Tiene pendiente sumarse a un estilo más propositivo y empático,
sin dejar de ser, por ello, crítico. Y, a la par, decantarse por ofrecer más
criterios que aplicar sensatamente en cada circunstancia que por bajar a una
casuística fallidamente universalizable.
Hay otro asunto (mejor dicho, otro drama) que me llama mucho más la
atención: que dicha Congregación no se haya pronunciado aún acerca del
enfrentamiento existente en la Iglesia europea sobre cómo afrontar las
políticas que buscan evitar las muertes de los migrantes y de los
refugiados que llaman a nuestras puertas.
Me explico: estos últimos días hemos asistido indignados al desalojo de la
llamada "jungla" del paso de Calais; han sido noticia de primera plana
algunos comportamientos xenófobos en Gran Bretaña y las protestas de los
refugiados en los CIE españoles. Han tenido menos alcance mediático la
llegada a Roma de 70 refugiados sirios desde Libia, propiciada por la creación
de un "corredor humanitario" entre el gobierno italiano y la comunidad San
Egidio (con 400 personas acogidas hasta el momento) y el informe de la ONU:
a finales del mes de octubre del presente año ascendían a 3.800 los muertos
o desaparecidos en el Mediterráneo.
4. Ante esta tragedia, la Iglesia europea se debate entre quienes, como D. Duka,
arzobispo de Praga, y P. Erdö, cardenal de Budapest, se desmarcan, incluso,
de la timidísima acogida que se está impulsando y quienes como Ch.
Schönborn, cardenal de Viena, la rechazan por su racanería e, incluso, como
es el caso de A. Zsifkovics, obispo de Eisenstadt (Austria), se oponen
frontalmente; dos posicionamientos también perceptibles en la Iglesia
española.
Para el arzobispo de Praga, el "viaje denuncia" del papa a la isla de Lesbos el
pasado mes de abril ha sido "sólo un gesto", no una "solución". Y sugiere
que la república Checa se limite a acoger migrantes de países ex - comunistas,
no a los de procedencia islámica. En el fondo y en la forma, canaliza la política
activada por V. Orban, primer ministro de Hungría, defendiendo una "Europa
cristiana". Por su parte, el cardenal P. Erdö dice sintonizar con la llamada de
Francisco a la "generosidad y a la acogida", pero la Iglesia húngara, apunta,
no puede sumarse a ella, habida cuenta de que semejante comportamiento
puede "ser calificado como ilegal, como tráfico de seres humanos".
Otro es el criterio que preside la actuación del cardenal de Viena, para quien
solo recuperando "la sacralidad de la persona humana" es posible superar las
barreras nacionalistas, el fundamentalismo económico que nos atenaza y
el "riesgo de ser una Europa con el corazón endurecido". Ello no obsta
para que reconozca con realismo que acoger a estas personas "puede ser un
peso difícil de sobrellevar".
Para coraje y coherencia, los del obispo A. Zsifkovics, de Eisenstadt,
negándose a ceder al Ministerio del interior unos terrenos, necesarios para
construir un muro en la frontera austro-húngara. En su respuesta a la petición
gubernativa, el obispo, previa consulta al Consejo Diocesano, dice, a quien
quiera escucharle: una diócesis que "ha vivido durante años con la sombra del
telón de acero y que en los últimos meses no ha ahorrado ningún esfuerzo
abriendo sus puertas" a los migrantes, "¿tiene que ceder sus terrenos para
hacer un muro?". De ninguna manera. "La respuesta al miedo, prosigue, no
es el levantamiento de muros", sino la erradicación del "tráfico organizado de
5. seres humanos y del negocio de las armas del que se benefician empresas
europeas", el cese de una política de desestabilización militar en Medio Oriente
y del expolio "de los recursos africanos que realizan las multinacionales
europeas".
Siendo el desencuentro de los católicos europeos, ante semejante tragedia, de
tal magnitud, se agradecería una palabra, evangélicamente clarificadora,
de la Congregación para la doctrina de la fe: sin negar la ilegalidad, como
recuerda el cardenal P. Erdö, de acoger migrantes en las parroquias, ¿qué es,
en este caso, más conforme con la palabra y con el comportamiento de Jesús?
O, sin apretar tanto las tuercas: ¿qué discurso y decisiones de los aquí
reseñados (y enfrentados) son más conformes con la fe? ¿Los que
defienden los muros, las alambradas y las concertinas en nombre de una
supuesta "Europa católica" o los que reconocen en los migrantes y refugiados a
los crucificados de nuestro tiempo y proceden en coherencia con tal
percepción?
Somos muchos los que echamos de menos una "Instrucción" al respecto.
REFORMAS
Gerard O'Connell: On Board With Peter
VATICAN DISPATCH, America, November 7, 2016 Issue
Sometimes Pope Francis’ actions are even more eloquent than his words. His
decision to create three new American cardinals—Blase J. Cupich, Kevin J.
Farrell and Joseph W. Tobin—is a case in point. It was a pondered decision, the
fruit of months of prayerful reflection, consultation and discernment. It contained
a clear message to the Catholic Church in the United States and, more
specifically, to its bishops.
To grasp the full dimensions of that message, it is essential to read carefully
Francis’ address to the U.S. bishops in St. Matthew’s Cathedral, Washington
D.C., on Sept. 23, 2015, in which he identified specific characteristics that a
pastor in the United States should have today.
It is also necessary to read his talks to the apostolic nuncios in June 2014 and
June 2016, and especially his important talk to the Congregation for Bishops on
Feb. 27, 2014, in which he spelled out the qualities that a candidate to be bishop
should possess. These include being a man of deep prayer; humble, not
ambitious; not attached to status, privilege or money; pastors “with the smell of
the sheep” and a simple lifestyle, not princes; men who are close to the poor and
those on the margins of life; pastors who are merciful, not judgmental; men of
dialogue, not confrontation.
By naming three new cardinals from the United States, Francis is first of all
expressing his high esteem, love and encouragement for the American church.
Not since Paul VI in 1967 has a pope named so many American cardinal electors
at the same time. But there is something more in his message, a pressing
6. invitation to the U.S. bishops to walk together with the one whom the Holy Spirit
has chosen as the successor of Peter to lead the church.
The Second Vatican Council teaches that when a man is ordained bishop, he
becomes a member of the college of bishops, with and under the successor of
Peter (“cum Petro, sub Petro”). Henceforth he is called to work with Peter, not
distancing oneself from him, much less working against him or hoping for a quick
end to his pontificate.
The same is true when one becomes a member of the College of Cardinals. He
is called to be the pope’s adviser, not his opponent or critic. But as the past and
recent history of the church shows, including in the United States, not every
bishop or cardinal sees his role in this light.
This is the context in which Francis has given the U.S. church three new cardinal
electors. In doing so he is inviting American bishops to row with him as these
three are doing. He first issued that invitation last year in St. Matthew’s Cathedral
in Washington, D.C., when he spoke to them “as the bishop of Rome, called by
God in old age and from a land which is also American, to watch over the unity
of the universal church and to encourage in charity the journey of all the particular
churches toward ever greater knowledge, faith and love of Christ.”
On that occasion, he called the U.S. bishops to be “promoters of the culture of
encounter” and told them “dialogue is our method, not as a shrewd strategy but
out of fidelity to the One who never wearies of visiting the marketplace, even at
the 11th hour, to propose his offer of love (Mt 20:16).”
He urged them to “dialogue among yourselves, dialogue in your presbyterates,
dialogue with lay persons, dialogue with families, dialogue with society.” He
encouraged them “to dialogue fearlessly,” to avoid using “sharp and divisive
language” and to share the faith with others candidly but “with humility,” because
“otherwise, we fail to understand the thinking of others, or to realize deep down
that the brother or sister we wish to reach and redeem, with the power and the
closeness of love, counts more than their positions, distant as they may be from
what we hold as true and certain.” Earlier, in his speech to Congress, he showed
how this can be done.
By choosing Archbishop Cupich, Bishop Farrell and Archbishop Tobin as
cardinals, Pope Francis is telling the world that he considers them to be pastors
with the qualities he listed in his talks to the nuncios and to the Congregation of
Bishops, as well as those extra traits he highlighted in St. Matthew’s Cathedral
as essential for a bishop in the United States today.
Gerard O’Connell is America’s Vatican correspondent. America’s Vatican
coverage is sponsored in part by the Jesuit communities of the United States.
Twitter: @gerryorome.
Myers, criticado por su gestión de abusos
El Papa nombra a Tobin arzobispo de Newark
Uno de los tres nuevos cardenales de EEUU
Jesús Bastante, 07 de noviembre de 2016
El papa Francisco siguió adelante con su campaña de reconvertir la Iglesia
estadounidense más a su semejanza al proponer a uno de sus nuevos
cardenales, Joseph Tobin, para sustituir al arzobispo de Newark, criticado
por su mala gestión de casos de abusos sexuales y por un gasto excesivo en
7. su casa de retiro.
ver más
Tobin, que ahora es arzobispo de Indianapolis, es uno de los tres
estadounidenses a los que Francisco ascenderá oficialmente a cardenales el
19 de noviembre.
Su nuevo nombramiento subraya que el pontífice le tiene en alta estima y
marca una transición para alejar a las instituciones del concepto de arzobispo
centrado en establecer las líneas rojas de la ortodoxia católica.
El cambio de liderazgo también es un nuevo inicio para una archidiócesis que
se ha visto criticada en los últimos tiempos por la gestión de Myers.
(RD/Agencias)
Le pape nomme les membres de la Congrégation pour le culte divin, dont
Mgr Morerod
29.10.2016 par I.Media
Le pape François a nommé, le 28 octobre 2016, 27 nouveaux membres de
la Congrégation pour le culte divin et la discipline des sacrements, dont le
préfet est le cardinal Robert Sarah. Mgr Charles Morerod, évêque de
Lausanne, Genève et Fribourg, en fait partie.
En procédant ainsi, le pontife a largement renouvelé le conseil consultatif de ce
dicastère, qui comptait 30 membres fin février 2016. Ce sont donc dix cardinaux
qui ont été nommés, notamment les cardinaux Rainer Maria Woelki,
archevêque de Cologne, en Allemagne, John Olorunfemi Onaiyekan,
archevêque d’Abuja, au Nigéria, Pietro Parolin, secrétaire d’Etat au Saint-Siège,
Gérald Cyprien Lacroix, archevêque de Québec, au Canada, Philippe
Nakellentuba Ouédraogo, archevêque de Ouagadougou, au Burkina Faso,
Gianfranco Ravasi, président du Conseil pontifical pour la culture, Beniamino
Stella, préfet de la Congrégation pour le clergé.
Conseil consultatif
La liste compte également 17 archevêques et évêques, dont Mgr Piero Marini,
président du Comité pontifical pour les Congrès eucharistiques internationaux
et ancien maître des célébrations liturgiques de Jean Paul II, Mgr Domenico
Sorrentino, archevêque d’Assise-Nocera, en Italie, Mgr Jean-Pierre
Kwambamba Masi, évêque auxiliaire de Kinshasa, en République démocratique
du Congo, Mgr Bernard-Nicolas Aubertin, archevêque de Tours, en France, et
Mgr Charles Morerod, évêque de LGF, en Suisse.
Les nouveaux membres font partie du conseil consultatif de la Congrégation
pour le culte divin, a appris l’agence I.MEDIA à Rome. Les cardinaux Georges
Pell, préfet du Secrétariat à l’économie, Marc Ouellet, préfet de la
Congrégation pour le clergé, et Raymond Leo Burke, ‘patron’ de l’Ordre
souverain de Malte, feraient partie des sortants.
La Congrégation pour le culte divin et la discipline des sacrements est l’un des
neufs dicastères qui constituent la Curie romaine. Son conseil a un rôle
consultatif, et se réunit tous les deux ou trois ans en assemblée plénière.
(cath.ch-apic/imedia/ah/be)
8. Católicos y luteranos se comprometen a "eliminar los
obstáculos que nos impiden la plena unidad"
Francisco y Munib Younam firman una histórica declaración conjunta en Lund
"Instamos a trabajar conjuntamente para acoger al extranjero y defender los
derechos de los refugiados"
Jesús Bastante, 31 de octubre de 2016
(Jesús Bastante/Agencias).- "Nosotros, luteranos y católicos, instamos a
trabajar conjuntamente para acoger al extranjero, para socorrer las
necesidades de los que son forzados a huir a causa de la guerra y la
persecución, y para defender los derechos de los refugiados y de los que
buscan asilo". Con un histórico abrazo, el Papa y el presidente de la
Federación Luterana Mundial, Munib Younam, firmaron una declaración
conjunta, tras la oración ecuménica en Lund.
En el texto, ambas iglesias se comprometen a "seguir juntos en el
servicio, defendiendo los derechos humanos y la dignidad,especialmente la
de los pobres, trabajando por la justicia y rechazando toda forma de violencia".
"Dios nos convoca para estar cerca de todos los que anhelan dignidad, justicia,
paz y reconciliación. Hoy, en particular, elevamos nuestras voces para que
termine la violencia y el radicalismo, que afecta a muchos países y
comunidades, y a innumerables hermanos y hermanas en Cristo", añade el
texto, que rechaza "de manera enérgica, todo odio y violencia, pasada y
presente, especialmente la cometida en nombre de la religión".
Luteranos y católicos, así, reclaman "un cambio de corazón y mente que
conduzca a una actitud amorosa y responsable en el cuidado de la creación".
Cincuenta años después del comienzo del diálogo, ambas iglesias "ya no son
extrañas" y han aprendido que "lo que nos une es más de lo que nos
divide".
Ambos reconocen que "luteranos y católicos han dañado la unidad de la
Iglesia" por culpa de "prejuicio y los conflictos", que hicieron que "la religión fue
instrumentalizada con fines políticos".
"Nuestra fe común en Jesucristo y nuestro bautismo nos pide una conversión
permanente, para que dejemos atrás los desacuerdos históricos y los
conflictos que obstruyen el ministerio de la reconciliación", concluye el
documento, que se compromete a "eliminar los obstáculos restantes que
nos impiden alcanzar la plena unidad".
Se asegura que muchos miembros de ambas comunidades anhelan recibir la
Eucaristía en una mesa, como expresión concreta de la unidad plena (...).
Anhelamos que sea sanada esta herida en el Cuerpo de Cristo. Este es el
propósito de nuestros esfuerzos ecuménicos, que deseamos que progresen,
también con la renovación de nuestro compromiso en el diálogo teológico",
agrega el texto.
Ésta es la declaración conjunta:
Con ocasión de la Conmemoración conjunta Católico - Luterana de la Reforma
Lund, 31 de octubre de 2016
«Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto
por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en
9. mí» (Jn 15,4).
Con corazones agradecidos
Con esta Declaración Conjunta, expresamos gratitud gozosa a Dios por este
momento de oración en común en la Catedral de Lund, cuando comenzamos el
año en el que se conmemora el quinientos aniversario de la Reforma. Los
cincuenta años de constante y fructuoso diálogo ecuménico entre Católicos y
Luteranos nos ha ayudado a superar muchas diferencias, y ha hecho más
profunda nuestra mutua comprensión y confianza. Al mismo tiempo, nos hemos
acercado más unos a otros a través del servicio al prójimo, a menudo en
circunstancias de sufrimiento y persecución. A través del diálogo y el testimonio
compartido, ya no somos extraños. Más bien, hemos aprendido que lo que nos
une es más de lo que nos divide.
Pasar del conflicto a la comunión
Aunque estamos agradecidos profundamente por los dones espirituales y
teológicos recibidos a través de la Reforma, también reconocemos y
lamentamos ante Cristo que Luteranos y Católicos hayamos dañado la unidad
vivible de la Iglesia. Las diferencias teológicas estuvieron acompañadas por el
prejuicio y por los conflictos, y la religión fue instrumentalizada con fines
políticos. Nuestra fe común en Jesucristo y nuestro bautismo nos pide una
conversión permanente, para que dejemos atrás los desacuerdos históricos y
los conflictos que obstruyen el ministerio de la reconciliación. Aunque el pasado
no puede ser cambiado, lo que se recuerda y cómo se recuerda, puede ser
trasformado. Rezamos por la curación de nuestras heridas y de la memoria,
que nublan nuestra visión recíproca. Rechazamos de manera enérgica todo
odio y violencia, pasada y presente, especialmente la cometida en nombre de
la religión. Hoy, escuchamos el mandamiento de Dios de dejar de lado
cualquier conflicto. Reconocemos que somos liberados por gracia para caminar
hacia la comunión, a la que Dios nos llama constantemente.
Nuestro compromiso para un testimonio común
A medida que avanzamos en esos episodios de la historia que nos pesan, nos
comprometemos a testimoniar juntos la gracia misericordiosa de Dios, hecha
visible en Cristo crucificado y resucitado. Conscientes de que el modo en que
nos relacionamos unos con otros da forma a nuestro testimonio del Evangelio,
nos comprometemos a seguir creciendo en la comunión fundada en el
Bautismo, mientras intentamos quitar los obstáculos restantes que nos impiden
alcanzar la plena unidad. Cristo desea que seamos uno, para que el mundo
crea (cf. Jn 17,21).
Muchos miembros de nuestras comunidades anhelan recibir la Eucaristía en
una mesa, como expresión concreta de la unidad plena. Sentimos el dolor de
los que comparten su vida entera, pero no pueden compartir la presencia
redentora de Dios en la mesa de la Eucaristía. Reconocemos nuestra conjunta
responsabilidad pastoral para responder al hambre y sed espiritual de nuestro
pueblo con el fin de ser uno en Cristo. Anhelamos que sea sanada esta herida
en el Cuerpo de Cristo. Este es el propósito de nuestros esfuerzos ecuménicos,
que deseamos que progresen, también con la renovación de nuestro
compromiso en el diálogo teológico.
Pedimos a Dios que Católicos y Luteranos sean capaces de testimoniar juntos
el Evangelio de Jesucristo, invitando a la humanidad a escuchar y recibir la
buena noticia de la acción redentora de Dios. Pedimos a Dios inspiración,
impulso y fortaleza para que podamos seguir juntos en el servicio, defendiendo
10. los derechos humanos y la dignidad, especialmente la de los pobres,
trabajando por la justicia y rechazando toda forma de violencia. Dios nos
convoca para estar cerca de todos los que anhelan dignidad, justicia, paz y
reconciliación. Hoy, en particular, elevamos nuestras voces para que termine la
violencia y el radicalismo, que afecta a muchos países y comunidades, y a
innumerables hermanos y hermanas en Cristo. Nosotros, Luteranos y
Católicos, instamos a trabajar conjuntamente para acoger al extranjero, para
socorrer las necesidades de los que son forzados a huir a causa de la guerra y
la persecución, y para defender los derechos de los refugiados y de los que
buscan asilo.
Hoy más que nunca, comprendemos que nuestro servicio conjunto en este
mundo debe extenderse a la creación de Dios, que sufre explotación y los
efectos de la codicia insaciable. Reconocemos el derecho de las generaciones
futuras a gozar de lo creado por Dios con todo su potencial y belleza. Rogamos
por un cambio de corazón y mente que conduzca a una actitud amorosa y
responsable en el cuidado de la creación.
Uno en Cristo
En esta ocasión propicia, manifestamos nuestra gratitud a nuestros hermanos y
hermanas, representantes de las diferentes Comunidades y Asociaciones
Cristianas Mundiales, que están presentes y quienes se unen a nosotros en
oración. Al comprometernos de nuevo a pasar del conflicto a la comunión, lo
hacemos como parte del único Cuerpo de Cristo, en el que estamos
incorporados por el Bautismo. Invitamos a nuestros interlocutores ecuménicos
para que nos recuerden nuestros compromisos y para animarnos. Les pedimos
que sigan rezando por nosotros, que caminen con nosotros, que nos sostengan
viviendo los compromisos de oración que manifestamos hoy.
Exhortación a los Católicos y Luteranos del mundo entero
Exhortamos a todas las comunidades y parroquias Luteranas y Católicas a que
sean valientes, creativas, alegres y que tengan esperanza en su compromiso
para continuar el gran itinerario que tenemos ante nosotros. En vez de los
conflictos del pasado, el don de Dios de la unidad entre nosotros guiará la
cooperación y hará más profunda nuestra solidaridad. Nosotros, Católicos y
Luteranos, acercándonos en la fe a Cristo, rezando juntos, escuchándonos
unos a otros, y viviendo el amor de Cristo en nuestras relaciones, nos abrimos
al poder de Dios Trino. Fundados en Cristo y dando testimonio de él,
renovamos nuestra determinación para ser fieles heraldos del amor infinito de
Dios para toda la humanidad.
Francisco: Del "ecumenismo del lobo" a la "unidad en la diferencia"
El Papa aboga por el cristianismo como poliedro
Bergoglio reinventa el ecumenismo de la carne del pobre y del refugiado
José Manuel Vidal, 01 de noviembre de 2016
(José Manuel Vidal).-El 31 de octubre de 1517 el monje agustino Martin
Luteroclavaba en la puerta del castillo de Wittenberg sus 95 tesis, que
alumbraban la Reforma protestante.
11. Desde entonces, 500 años de separación y odio entre católicos y
protestantes, plasmados en excomuniones y en todo tipo de ataques de ida y
vuelta, con guerras sangrientas, hogueras e inquisiciones incluidas. Un odio
sólo explicable desde la óptica de dos hermanos que luchan por quedarse con
la herencia del padre.
Lutero escribe, por ejemplo, que "toda la Iglesia del papa es una Iglesia de
putas y hermafroditas", y que el mismo Papa es "un loco furioso, un
falsificador de la historia, un mentiroso, un blasfemo". Y para muchos
protestantes, la Iglesia católica fue durante siglos "la gran prostituta de
Babilonia" o "la gran ramera". Por su parte los católicos tampoco ahorraron
críticas e insultos hacia los protestantes y hacia el propio Lutero, al que
estigmatizaron como "hereje" y llegaron a pintar como un monstruo de siete
cabezas.
Lutero no quería romper la unidad eclesial, sino reformar a la Iglesia de su
época, una institución constantiniana, casada con el poder, mundana, rica y
corrupta. Una Iglesia que, ya desde el siglo XIII, se sentía necesitada de
purificación, pero su jerarquía no la permitía. Lo intentaron muchos años antes
de Lutero, Valdo de León y Francisco de Asís. El primero fue declarado hereje
y el segundo, reconducido al orden y "normalizado" después de su muerte.
La gota que colmó el vaso de Lutero fue la gran campaña de ventas de
indulgenciasimpulsada por Roma, para levantar la Basílica de San Pedro, con
la que se prometía el cielo a los contribuyentes. Tanto que proclamaba que "el
alma vuela al cielo en el mismo instante en que suena la moneda echada en el
cepillo". El monje agustino se rebeló contra este fraude simoníaco y propuso la
esencia de la doctrina evangélica: la salvación no se compra, sino que se
alcanza sólo por la fe y la gracia de Dios. Resaltó, ya entonces, que el amor de
Dios no se merece y que, en la vida cristiana, el primado lo tiene que tener la
Escritura y la gracia-amor gratuito de Dios.
Y el cisma se produjo, aunque Lutero no quería la ruptura, pero la sordera
absoluta de Roma a sus reclamos reformadores la hizo ineludible. Y el Papa
León X excomulgó de inmediato a Lutero.
Desde entonces, las tensiones se mantuvieron vivas hasta el Concilio
Vaticano II, que cambio de óptica y puso en marcha el diálogo ecuménico. Un
diálogo que, desde los años 60, atravesó diversas etapas. En un primer
momento, la Iglesia católica apostaba por el ecumenismo del lobo: comerse a
las ovejas protestantes, para así unirlas al rebaño. Después, se fue avanzando
hacia un ecumenismo más respetuoso. Y, hoy, el Papa Francisco aboga por el
ecumenismo de la unidad en la diferencia. El cristianismo como un poliedro,
formado por distintas caras y diversas iglesias unidas en lo esencial, sin que
cada una pierda su propia identidad.
Christopher Lamb |Pope Francis' trip to Sweden shows the Church is
'willing to go over to the other side'
The Tablet, 03 November 2016
12. By making bold gestures of reconciliation and encouraging Churches to work
together for social justice, Pope Francis appears to be taking a fresh course
towards healing divisions
Nearly 500 years after Martin Luther sparked one of Christianity’s deepest splits
by challenging abuses in the medieval Church, Pope Francis sought to draw a
line under a bitter history of division. This week he travelled to Sweden, where
he stood side by side with Lutheran leaders at events that commemorated the
Reformation. His bold and generous gesture represents a new moment in
Catholic-Protestant relations, and validates the Catholic Church’s sometimes
hesitant journey towards Christian unity.
In Lund, Francis heaped unprecedented praise on Martin Luther, and gave
thanks for the spiritual fruits of the Reformation; he embraced the female leader
of the Church of Sweden, Archbishop Antje Jackelén, and told a 10,000-strong
crowd in Malmö that Catholics and Lutherans should work more closely
together to help refugees and save the planet.
His visit was a potent ecumenical symbol, and sends the clearest possible
message that when it comes to drawing closer to union with other Christians,
the Catholic Church is not waiting to be joined by those of other traditions but is
willing “to go over to the other side”. He has reinforced the ecumenical
approach that insists that dialogue with Protestants must be open and genuine,
with each side prepared to learn from the other.
But inevitably his trip has brought into focus apparently intractable differences
between Catholics and Lutherans – for example, on women’s ordination and on
approaches to same-sex relationships – which leave difficulties in the path
towards members of the Churches being able to express their unity by sharing
the Eucharist.
Things were never going to be straightforward given that the Lutheran Church in
Sweden – there are considerable differences between Lutheran Churches
13. worldwide – takes the polar opposite position to the Vatican on the most
contentious issues. In 2009 the Swedish Lutherans ordained the world’s first
openly lesbian bishop, Eva Brunne, also the first to be in a registered same-sex
partnership.
This is a country where the battle for equality between male and female clergy
is over – and has resulted in a decisive victory for the progressives. When I
meet Rev Heinz Jackelén, who is married to the archbishop, he tells me: “I’m
just a pastor and a husband.”
The old divisions between the Churches are also increasingly seen as part of
Europe’s past, and are of less than urgent interest to leaders such as the first
Latin American Pope and first Latin American general secretary of the Lutheran
World Federation (LWF), the Chilean-born Revd Martin Junger.
Younger generations are also less interested in what divides Churches. What
does pique their interest is when they learn of the Pope’s efforts to help
migrants, which has been an important issue in Sweden: the country has the
highest ratio of asylum seekers per citizen than any country in Europe.
Speaking on Monday in front of the crowd of 10,000 in Malmö, after hearing
testimonies from across the world of what the Churches were doing to help
migrants, save the planet and build peace, Francis stresses that there is now
“more that unites than separates” Catholics and Lutherans.
The Pope arrived at the colourful justice and peace jamboree on an open white
golf-buggy version of the Popemobile, waving enthusiastically to the crowd
alongside Lutheran leaders. And despite the normally reserved nature of the
Swedes, he took to the stage to lively chants of “Papa Francesco”.
The gathering was a vibrant demonstration of the capacity that faith has to
inspire action for justice. There were testimonies to the work being done by the
Churches to help refugees in South Sudan and to combat the effects of climate
change in India. After the event ended, the Lutheran and Catholic international
humanitarian agencies – Caritas Internationalis and the LWF’s World Service –
signed a joint “declaration of intent”, pledging themselves to work more closely
together.
All of this wins plaudits but might suggest the churches are now engaged in a
sort of “NGO ecumenism”, getting together to save the world while forgetting
about the intractable theological differences on women and gays. It is a bit like a
divorced couple who turn up together for their children’s graduation ceremony.
For their part, the Lutherans insist that their joint work with Caritas comes out of
a “deep faith commitment”.
One area where there are hopes for change is in sharing Communion between
the Churches. During his sermon in Lund Cathedral, Revd Junger said it was
time for Catholics and Lutherans to share “tables – yes tables – where we can
share bread and wine, the presence of Christ”. The Pope, who has in the past
14. indicated an openness in this area, veered away from the topic in his official
speech but the issue is addressed in the joint declaration he later signed.
“We experience the pain of those who share their whole lives, but cannot share
God’s redeeming presence at the Eucharistic table,” the carefully worded text
explains. “We acknowledge our joint pastoral responsibility to respond to the
spiritual thirst and hunger of our people to be one in Christ.”
Among those experiencing the most pain are Lutherans and Catholics who are
married to each other. Before the papal visit Bishop William Kenney, the co-
chairman of the Catholic-Lutheran dialogue, had said he hoped such couples
would be able to receive Communion in each other’s Churches without having
to be given special permission. Currently Lutherans can be admitted to the
Catholic Eucharist in some circumstances, but Bishop Kenney told The
Tablet he hopes “we could open it up a little bit more”.
The slow-burning Catholic and Lutheran dialogue over the years culminated in a
1999 declaration on the once disputed Doctrine of Justification – that Christians
are saved by faith alone – and the two Churches have produced another text
ironing out old differences, From Conflict to Communion, published in advance
of the Reformation anniversary.
These agreements allowed the Pope to tell the ecumenical gathering in Lund
Cathedral on Monday: “With gratitude we acknowledge that the Reformation
helped give greater centrality to Sacred Scripture in the Church’s life.”
He went on to explain that Martin Luther’s position that Christians are saved by
grace alone, “challenges us to remember that apart from God we can do
nothing”.
“With the concept ‘by grace alone’, he reminds us that God always takes the
initiative, prior to any human response, even as he seeks to awaken that
response,” the Pope said. “The Doctrine of Justification thus expresses the
essence of human existence before God.”
This is the most positive language a Pope has used in relation to Luther.
Francis is determined to trumpet the closeness that already exists between
Christians. As Archbishop Emeritus, Anders Wejryd, the former Lutheran leader
of the Swedish Church told me as he waited to enter Lund Cathedral, “this is
something that has been invisible to people”.
“When it comes to ecumenism the first stage is diplomacy,” Wejryd explained.
“That you acknowledge that the other is there and maybe that the other Church
is more or less a real Church, even if you don’t share all its opinions.”
The Pope’s visit was a dramatic, clear acknowledgement of the Lutherans, their
Churches and their traditions. And it also showed that, despite the differences,
Catholics and Protestants can do business together.
15. Helen M. Alvaré, Answering Our Daughters
America, November 14, 2016 Issue
I was addressing a diocesan women’s conference when the mother of a teenage
girl asked me a difficult question. If I do not have a better answer next time—and
if the church universal does not have more answers to offer soon—I wonder how
we will engage girls of the 21st century.
Her daughter wanted to know how to relate to a church where a father God sends
a son whose good news is proclaimed most visibly by a male hierarchy.
I am not a theologian. Bummer. But I did the best I could with the classic
responses. I spoke of taking Jesus’ incarnation seriously while remembering the
Marian face of the church. I referred to the problem of mistaking ordination for a
power trip. I affirmed equality alongside a diversity of sexes and roles. I argued
for God’s image as two-sexed and Jesus’ good news as transcending the
listener’s sex. I spoke of the many vowed and laywomen who already lead
Catholic efforts, and of the near invisibility of women’s heroic family and service
work.
But I still felt inadequate.
A male clergy running the most important institutions in Catholic lives, dispensing
moral guidance and weekly interpreting revelation, would seem powerful in
anybody’s book. Even as we know their work to be service. Even as we know
their sacrifices on our behalf.
We proclaim Christ as the model human, that Christology is anthropology. Of
course, women and men look to Mary as the human who conformed herself most
closely to Christ. She was as brave and strong as any person imaginable. Still,
no one should be surprised that many 21st-century Catholic women do not clearly
grasp her. There is no “vicar of Mary.” Mary is known most as “mother,” while
contemporary women are single longer and more often single mothers. We are
also employees and not infrequently breadwinners for our families.
Women are more used to operating independently in some spheres and to
collaborating with men in others. We participate in the governance of institutions
that affect us. At work, we find female role models of efficacy in formerly all-male
environs. We struggle to put family first while also doing justice at work.
In the personal realm, most women desire both children and commitment from
their father but have revealed a willingness to enjoy the former without the latter,
if that is the best we can get. We are regularly told that sexual availability unlinked
from children and marriage is the starting block of a relationship. Look “hot,” and
everything else will follow. rt our journalism. Subscribe now!
It can be argued for all the “classic” reasons listed above that young Catholic
women can manage without more visible female role models within the church,
more collaboration with clergy and more guidance pertinent to women. And it is
true that the church should not operate like IBM. I am saying only that if the church
wants women to know real freedom—the freedom of the daughters of Christ—
then it needs to make the case more visibly, and more intentionally directed to
women’s new historical situation.
This is hard, and I can offer only initial suggestions. Perhaps more female saints
who have juggled the demands of the contemporary female life! Certainly also
more insights from qualified women wherever doctrine and pastoral practices are
deliberated: synods, bishops’ conferences, diocesan and parish groups. If the
16. church takes God’s two-sexed image seriously—and it does—then it is clear that
women’s comparative advantages must be joined to men’s in order to understand
God and the Christian life. This is not to fall into the clericalism trap. Rather,
substantial collaboration should help men to better experience their work as
service and women to value their contributions precisely as women. Surely, too,
this would better reveal the Marian church Pope Francis celebrates.
There are inevitable moral hazards when any one group leads an enterprise.
There are inevitable lacunae when any affected group is excluded from significant
collaboration. Women are living in a new historical era. If the church is to be for
younger women what it is meant to be for all—the living Christ present at every
point in history—I suggest we provide some new forms of witness, dialogue and
representation for women.
Helen Alvaré is a professor of law at George Mason University, where she
teaches law and religion and family law.
Natalia Imperatori-Lee |It’s Not a Complement
America, Nov 6 2016
The pitfalls of a gendered theology of church
One thing everyone can agree on about Pope Francis: His press conferences
give us something to talk about. This week’s was no different. When asked about
women’s ordination, the pope recalled St. John Paul II’s assertion that women
could never be considered for the priesthood as a final, settled matter. Joshua
McElwee of the National Catholic Reporter reports that Francis said:
“But women can do many other things better than men,” the pope continued,
before repeating remarks he has said in the past about the Catholic church having
two dimensions: a Petrine, apostolic dimension led by the bishops and a Marian
dimension, which he called “the feminine dimension of the church.”
More troubling than the question of whether women can participate in the
church’s sacramental ministry as priests is the infiltration of such a gendered
ecclesiology into the highest echelons of the church’s hierarchy. This language
of Marian and Petrine dimensions has two primary sources. The notion of the
church as Christ’s bride, of course, has scriptural roots: It comes from the
Gospels and the Letters of St. Paul and is expanded upon in the Book of
Revelation. The association of that metaphor with Marian and Petrine dimensions
of the church, however, comes from a theologian who was a favorite of both St.
John Paul II and Pope Benedict XVI, a Swiss onetime Jesuit named Hans Urs
von Balthasar. While he is well known for his contributions to theological
aesthetics, many theologians take issue with the gendered language he uses to
describe the church as a masculine/feminine complementary reality, where Mary
and Jesus, or Mary and Peter, correspond to separate dimensions of the church.
For Balthasar, the Petrine dimension centers on leadership and initiative, while
the Marian dimension has more to do with receptivity and fruitfulness—and these
distinctions are rooted in the biological distinctions of men and women. In fact, he
takes the difference in sexual organs between men and women as the basis for
many of the characteristics of his complementarian view of humanity, and by
extension, of the church. Coupled with the spousal metaphor (the church as the
17. “bride” to Christ), this complementarity also casts the laity in the Marian role and
the clergy and hierarchy in the Petrine office. This is potentially problematic, as it
rests on the passivity and submission of the “Marian” principle (the laity) to the
Petrine (the clergy).
To cite just one example of his ideology of gender in his major work Theo-Drama,
Balthasar describes woman as “man’s answer” and the “vessel of his fulfillment.”
Men are not defined in relation to women but as the beings who pose the
question, who initiate fruitfulness. By placing sexual difference as the most
significant difference among human persons (and not, for example, age or race
or ethnicity or any of the myriad other differences we see in humanity),
Balthasar’s vision of complementarity informs his whole ecclesiology and casts
men and women into specific, rigid roles.
Our Full Humanity
Of course, our tradition is replete with gendered language for God, and with
complementarian understandings of God and humanity. But this is not the only
way in which the church has been imagined. Theologians, citing Scripture, have
called the church a “Mystical Body,” “the People of God” and “the Sacrament of
Salvation.” Francis’ remarks, however, echoed Balthasar’s understanding of the
church as a masculine/feminine complementary duality, and this is profoundly
problematic for scientific, sociopolitical and, most important, theological reasons.
Science has revealed that a person’s sexual biology is far more intricate than the
sex organs that are visible on a person’s body. Genes and hormones coursing
through the bloodstream affect the development and expression of a person’s
“biological” sex. Some women and men have three chromosomes (XXY); others
have female sex organs but, on balance, more male sex hormone than female
sex hormone. All of this is to say that human biology is infinitely more complex
than the “It’s a boy!” or “It’s a girl!” statements from new parents (or their doctors
or midwives) might lead us to believe. Scientifically, even biologically, there are
many factors that contribute to “maleness” and “femaleness.” Any claim that there
are only two kinds of humans, male and female, is simplistic. Similarly, even if
“femaleness” is biologically anchored, what counts as “feminine” is culturally
constructed and varies through time and place. For one community, femininity
might mean being shy and retiring; for another, a person who is proudly beautiful
and wears makeup and attention-getting clothing might be viewed as very
feminine.
Sociopolitically, rigid complementarity cheats both men and women of their full
humanity. To assume that women make up for what men lack, or vice versa,
reifies stereotypes of masculinity and femininity by dictating the relative strengths
and weaknesses that people are to have if they are true to their genders. This
ideology proceeds as if all men and all women were alike, instead of the variety
of persons we meet daily. Our human experience contradicts the assertion that
all men are aggressive or that all women are overly emotional. As the mother of
two sons, I can attest that each human is different from the other in interests,
abilities and talents and that my boys are more different than alike—and they
came from the same gene pool and have the same upbringing! We can also
affirm, from our experience with others, that not all men and women fit into this
complementary mold, and that human relationships are infinitely more complex
than “she makes up for what I lack.” At the very least, human relationships are
based in reciprocities that change over time. Subscribe now!
18. In the social and political spheres, we also see the damage done to boys who are
not allowed or encouraged to express emotions other than anger, and to girls
who are called bossy for taking initiative or, worse, for standing up to bullies.
Sexual stereotyping, then, does not just disadvantage women; it stunts men’s
possibilities as well.
In the church, complementarian thinking of the kind espoused by recent popes,
including Pope Francis, asserts that women have crucial gifts for the church but
that these gifts complement men’s gifts, which include, presumably, the charisms
required for ordination. Francis takes this a step further, putting women on a
pedestal when he claims that the Marian principle in the church is more important
than the Petrine, because as God’s mother, Mary is more significant in salvation
history that Jesus’ disciples.
Two things to note of theological import here. First, Jesus’ mother is not the only
woman in the New Testament. Mary Magdalene, Martha and Mary, and others
were also in Jesus’ circle of disciples, listening to him and, in Martha’s case,
ministering to him. Mary Magdalene was the first witness to the resurrection in
the Gospels. The women in the early church cannot all be subsumed into the
Virgin Mary; the church should say their names and know their stories, because
even these early narratives reveal that not all women express femininity in the
same way (see Martha and Mary for a shining example of this fact).
Second, casting the church in a feminine role and assigning obedience (as in
Mary’s fiat) and receptivity to only the feminine aspect of the church, as opposed
to the Petrine and clerical aspect, means that the role of the laity is obedience
and receptivity. Does this fit with the ecclesiology of the Second Vatican Council,
which says in “Lumen Gentium” that the whole people of God are called to
minister in the church? If leadership is only Petrine, and Petrine only means
clergy, then some men in the church image the masculine aspect of the church
while other men (in the laity) image the feminine. But the reverse is impossible:
Women, because they cannot be ordained, can only ever image the feminine.
This rules out women’s leadership in a church that celebrates Teresa of Avila,
Sor Juana Inés de la Cruz and Catherine of Siena as models of faith.
Pope Francis may or may not have ruled out the possibility of seeing women
priests in the Catholic Church on the plane from Sweden this week. But in
reaffirming the Marian and Petrine construct of the church, he (intentionally or
not) sent a message about the people of God that truncates our imaginations and
limits our possibilities for full human flourishing. And that’s a bigger issue than
who stands at the foot of the altar.
Natalia Imperatori-Lee is associate professor of religious studies at Manhattan
College, New York.
Antonio Aradillas: La mujer y el Papa Francisco
"Triste y dramática realidad"
Negativa de su acceso al sacerdocio
Redacción, 07 de noviembre de 2016
19. Confieso haber tenido necesidad de restregarme los ojos una y otra vez, para
percatarme de la veracidad de las palabras del Papa Francisco pronunciadas
"off de record" a los periodistas que le acompañaban en la vuelta a Roma, en
su reciente viaje a Suecia.
Alabando la oportunidad y provecho de su visita a favor del ecumenismo, y
después de haber orado en común con obispos y "obispesas" luteranas, y
de haberles abrazado con signos de amor y esperanza, el Papa Francisco les
comentó a los informadores que la disciplina eclesiástica en relación con
la negativa al acceso de la mujer al sacerdocio ministerial en la Iglesia
Católica seguía, y seguirá, vigente en consonancia con lo proclamado por sus
antecesores en la Sede Apostólica.
(Mi comentario se lo dedico en esta ocasión a Yolanda, periodista de "El Correo
de Burgos", número 37 de las mujeres sacrificadas en este año en España en
el altar de la "violencia de género" por su expareja, así como a tantas otras con
idéntico destino martirial, por el hecho de ser mujeres, que se registra en otros
países -también católicos- con predilecta mención para Argentina).
Intentar aducir argumentos bíblicos o semi-bíblicos, sobre los que sustentar
doctrinas y comportamientos canónicos relativos a la grave marginación que
sufre la mujer en la Iglesia, impidiéndosele el ejercicio de la plena
responsabilidad en igualdad eon el hombre, no parece serio, y menos en
consonancia con las expectativas "franciscanas" que alentaban, y siguen
alentando, la mayoría de los componentes del ya ex devoto "sexo femenino", y
también de no pocos hombres.
El hecho de tener que mantenerse esta impertérrita negativa, apenas basada
en las manzanas bíblicas de la condición esencial de "pecado" y de "impureza-
impuridad", transmitida en la teología y en el catecismo católico, hiere y
desprestigia principios muy elementales de sensibilidad evangélica, siempre a
favor de los más pobres y marginados/as, en sintonía con el ejemplo
encarnado en el comportamiento de Jesús en el trato con la mujer "cananea",
"pecadora" o "samaritana".
Destacar que la Virgen María, las Teresas de Jesús, de Calcuta o de Lisieux,
Juana de Arco y tantas otras mujeres, son dechados y ejemplos de la
consideración, respeto y amor canonizado por la Iglesia a la mujer, además de
ser, o tratarse, de tema distinto, no oculta la triste y dramática realidad
generalizada de la que esta es partícipe y protagonista dentro de la Iglesia,
como institución y también como Estado libre y soberano.
Ante tantas discriminaciones por razones de sexo que sigue padeciendo hoy la
mujer y que no pocas conducen hasta a la muerte, hay también hombres que
recurren a la facilona, soez e impúdica explicación, de que algo habrá en el
fondo de la condición femenina religiosa para que hasta la misma Iglesia
Católica no les facilite y estimule el acceso a la plenitud de responsabilidades
canónicas.
En unos tiempos como los actuales, en los que a la mujer se le abren puertas y
ventanales en todas las profesiones, cargos u oficios, hasta no resistírseles
ninguno de ellos, en ocasiones, superando en efectividad a los que
tradicionalmente patrimonializaron los hombres, por hombres, resulta
incongruente, ofensivo, absurdo, antihumano y anticristiano el mantenimiento
"infalible" de disciplinas estrictamente misóginas. Por tan poco, o nada,
razonable obsesión de incolumidad de defensa de la Iglesia de este principio
canónico, es presumible que bien pronto la misma Iglesia, por sus
20. representantes supremos, se sienta constreñida a pedir público perdón al
resto de la humanidad por su comportamiento misógino "en el nombre de
Dios", alentado y tutelado durante siglos tan tenebrosos y largos.
Aunque ya resulte difícil restañar heridas tan graves, en la sensibilidad y en el
cuerpo de la "mitad de la humanidad más uno", que configura el censo
"oficial" de la mujer,, urge eliminar medidas que eliminen todo atisbo de
discriminación femenina dentro de la Iglesia. No está comprometido en ello
ningún principio dogmático, y aún en el caso de que lo estuviera, sería preciso
hallar otras fórmulas e interpretaciones benignas y actualizadas, tal y como
aconteció en diversas circunstancias y tiempos históricos.
Testigo de los verdaderos, audaces y profundos deseos personales de cambio,
alentados renovadoramente por el Papa Francisco, también en estas esferas
eclesiales y "pontificias" como Jefe de Estado, dejo para otra ocasión proseguir
con la reflexión. Mientras tanto, movimientos políticos y religiosos aúnan
fuerzas y esfuerzos por denunciar ante los tribunales internacionales
competentes, a aquellos organismos , instituciones y "religiones" en los que la
mujer sufre discriminaciones que llevan a muchas a intitular con letras de
sangre las primeras páginas de los medios diarios de comunicación...
Cardinal Kasper: Time to end debate on Amoris
Laetitia and put it into practice
The Tablet, 04 November 2016 | by Christa Pongratz-Lippitt
Since Francis published his post-synodal document on the family in March this
year, he has faced strong opposition
The time has come to end the heated debate over the correct interpretation of
Pope Francis’ Apostolic exhortation Amoris Laetitia and begin putting it into
practice, Cardinal Walter Kasper, the former President of the Pontifical Council
for Promoting Christian Unity, has emphasised.
In a long article in the November issue of the German theological
monthly Stimmen der Zeit, Kasper rejects the allegations made by a number of
conservative Catholics that Francis has broken with doctrinal tradition in Amoris
Laetitia. The Pope has not departed “one iota” from Church teaching, he
stresses, but has put it in a broader context.
Since Francis published his post-synodal document on the family in March this
year, he has faced strong opposition from parts of the Church. Some more
conservative wings say it confuses teaching on communion for the divorced and
remarried.
In the exhortation, Francis has kept exactly to the Synod Fathers’ votes and has
“the sensus fidelium of the large majority of the faithful on his side”, the Kasper
says.
Amoris Laetitia, he argues, denotes a paradigm shift from a morality based on
law to one based on virtue. Francis has distanced himself from St Augustine’s
largely negative view of sexuality and turned to St Thomas Aquinas’ more
comprehensive, positive view of creation.
21. While the Pope states that, in certain individual cases, a different pastoral
approach to the one practised up to now may apply to couples in “irregular
situations”, he at no point draws clear practical conclusions. The very fact that
Francis leaves the question open is in itself a “doctrinal decision of great
consequence”, the cardinal explains.
This new pastoral approach will require a great deal from bishops, priests and
above all confessors, he adds. Considerable spiritual competence is required to
oversee responsible decisions of conscience in order to receive the Sacraments
of Reconciliation and the Eucharist. Priests will require adequate training during
formation or in further training courses in order to prepare themselves for this
new task. “The whole process of rethinking will take a long time to put into
practice”, Kasper says.
MENSAJES
Francisco: "Las bienaventuranzas son el carnet de identidad del
cristiano"
El Papa pide a los seguidores de Jesús trabajar "para que alcancemos la
santidad en la unidad"
"Bienaventurados los que reconocen a Dios en cada persona y luchan para que
otros también lo descubran"
Jesús Bastante, 01 de noviembre de 2016
(Jesús Bastante).- "Las bienaventuranzas son el carnet de identidad del
cristiano, que lo identifica como el seguidor de Jesús. Estamos llamados a ser
bienaventurados seguidores de Jesús, afrontando los dolores y angustias de
nuestra época con el espíritu y el amor de Jesús". El Papa Francisco se
despide de Suecia haciendo un llamado a la unidad, apelando a los santos
"bienaventurados" y recordándonos que sólo se puede ser santo si se es feliz,
y feliz siguiendo las bienaventuranzas. "Que alcancemos la santidad en la
unidad".
Hoy, como en tiempos de Jesús, las Bienaventuranzas siguen estando de
actualidad. Bergoglio las reformuló esta mañana en el Swedbank Stadion de
Malmoe, en mitad de un intenso frío, y con poca gente, pero muy efusiva, en
las gradas:
"Bienaventurados los que soportan con fe los males que otros les infligen; los
que miran a los ojos a los descartados y marginados, mostrándoles cercanía;
los que reconocen a Dios en cada persona, y luchan porque otros también lo
hagan; los que protegen y cuidan la casa común; los que renuncian al propio
bienestar por el bien de otros; los que trabajan por la plena unidad de los
cristianos. Todos ellos son los portadores de la misericordia y ternura de Dios,
y recibirán de él la recompensa merecida".
22. Suecia no es un país católico. Y eso se notó en la única misa que el Papa
pronunció en el Swedbank Stadion de Malmoe. Mucho frío, poca gente pero,
eso sí, muy entusiasta.Francisco no pudo arrancar la misa hasta media hora
después de lo previsto, pues su carrito se detuvo en cada grada, para besar a
cada niño, bendecir a cada anciano, a cada enfermo. Todos ellos, santos
felices de Dios, bienaventurados, en el día en que la Iglesia celebra la memoria
de Todos los Santos.
Nadie sabía si el Papa iba a hablar en italiano, inglés, castellano o sueco.
Finalmente, se decidió a utilizar su lengua madre. En su homilía, el Papa
recordó que hoy se celebra la fiesta de todos los santos. "Recordamos a tantos
hermanos nuestros que han vivido en plenitud su existencia".
Entre ellos, "seguramente hay muchos de nuestros familiares, amigos y
conocidos". Y es que hoy "celebramos la fiesta de la santidad. Esas santidad
que tal vez no se manifiesta en grandes obras o en sucesos extraordinarios,
sino la que sabe vivir fielmente y día a día las exigencias del Bautismo".
Una santidad, recalcó el Papa, marcada por "el amor fiel a la entrega total a los
demás, como la vida de esas madres y padres que se sacrifican por sus
familias, sabiendo renunciar, aunque no sea siempre fácil, a tantos proyectos o
planes personales".
"Pero si hay algo que caracteriza a los santos es que son realmente
felices. Han encontrado el secreto de esa felicidad auténtica, que anida en el
fondo del alma y que tiene su fuente en el amor de Dios. Por eso a los santos
se les llama bienaventurados. Las Bienaventuranzas son su camino, su meta
hacia la patria. Las Bienaventuranzas son el camino de vida que el Señor
nos enseña para que sigamos sus huellas", subrayó Bergoglio.
Porque "las Bienaventuranzas son el perfil de Cristo, y por tanto, lo son
del cristiano". Entre ellas, el Papa destacó la mansedumbre. "Este es el
retrato espiritual de Jesús. La mansedumbre es un modo de ser y de vivir que
nos acerca a Jesús y nos hace estar unidos entre nosotros. Logra que dejemos
de lado todo aquello que nos divide y nos enfrenta, y se busquen modos
siempre nuevos para avanzar por el camino de la unidad".
Recordando a Santa Brígida, el Papa subrayó cómo los santos "trabajaron para
estrechar lazos de unidad y comunión entre los cristianos", y pidió
"mansedumbre de corazón" para seguir trabajando por la unidad.
"La llamada a la santidad es para todos, y hay que recibirla con espíritu de fe",
culminó el Papa. "Nosotros nos necesitamos unos a otros para hacernos
santos. Ayudarnos a hacernos santos. Juntos pidamos la gracia de acoger con
alegría esa llamada y trabajar unidos para llevarla a la plenitud".
23. Homilía del Papa Francisco:
Hermanos y hermanas:
Con toda la Iglesia celebramos hoy la solemnidad de Todos los Santos.
Recordamos así, no sólo a aquellos que han sido proclamados santos a lo
largo de la historia, sino también a tantos hermanos nuestros que han vivido su
vida cristiana en la plenitud de la fe y del amor, en medio de una existencia
sencilla y oculta. Seguramente, entre ellos hay muchos de nuestros familiares,
amigos y conocidos.
Celebramos, por tanto, la fiesta de la santidad. Esa santidad que, tal vez, no se
manifiesta en grandes obras o en sucesos extraordinarios, sino la que sabe
vivir fielmente y día a día las exigencias del bautismo. Una santidad hecha de
amor a Dios y a los hermanos. Amor fiel hasta el olvido de sí mismo y la
entrega total a los demás, como la vida de esas madres y esos padres, que se
sacrifican por sus familias sabiendo renunciar gustosamente, aunque no sea
siempre fácil, a tantas cosas, a tantos proyectos o planes personales.
Pero si hay algo que caracteriza a los santos es que son realmente felices. Han
encontrado el secreto de esa felicidad auténtica, que anida en el fondo del alma
y que tiene su fuente en el amor de Dios. Por eso, a los santos se les llama
bienaventurados. Las bienaventuranzas son su camino, su meta, su patria. Las
bienaventuranzas son el camino de vida que el Señor nos enseña, para que
sigamos sus huellas. En el Evangelio de hoy, hemos escuchado cómo Jesús
las proclamó ante una gran muchedumbre en un monte junto al lago de Galilea.
Las bienaventuranzas son el perfil de Cristo y, por tanto, lo son del cristiano.
Entre todas ellas, quisiera destacar una: «Bienaventurados los mansos». Jesús
dice de sí mismo: «Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón» (Mt
11,29). Este es su retrato espiritual y nos descubre la riqueza de su amor. La
mansedumbre es un modo de ser y de vivir que nos acerca a Jesús y nos hace
estar unidos entre nosotros; logra que dejemos de lado todo aquello que nos
24. divide y enfrenta, y se busquen modos siempre nuevos para avanzar en el
camino de la unidad, como hicieron hijos e hijas de esta tierra, entre ellos santa
María Elisabeth Hesselblad, recientemente canonizada, y santa Brígida, Brigitta
Vadstena, copatrona de Europa.
Ellas rezaron y trabajaron para estrechar lazos de unidad y comunión entre los
cristianos. Un signo muy elocuente es el que sea aquí, en su País,
caracterizado por la convivencia entre poblaciones muy diversas, donde
estemos conmemorando conjuntamente el quinto centenario de la Reforma.
Los santos logran cambios gracias a la mansedumbre del corazón. Con ella
comprendemos la grandeza de Dios y lo adoramos con sinceridad; y además
es la actitud del que no tiene nada que perder, porque su única riqueza es
Dios.
Las bienaventuranzas son de alguna manera el carné de identidad del
cristiano, que lo identifica como seguidor de Jesús. Estamos llamados a ser
bienaventurados, seguidores de Jesús, afrontando los dolores y angustias de
nuestra época con el espíritu y el amor de Jesús. Así, podríamos señalar
nuevas situaciones para vivirlas con el espíritu renovado y siempre actual:
Bienaventurados los que soportan con fe los males que otros les infligen y
perdonan de corazón; bienaventurados los que miran a los ojos a los
descartados y marginados mostrándoles cercanía; bienaventurados los que
reconocen a Dios en cada persona y luchan para que otros también lo
descubran; bienaventurados los que protegen y cuidan la casa común;
bienaventurados los que renuncian al propio bienestar por el bien de otros;
bienaventurados los que rezan y trabajan por la plena comunión de los
cristianos... Todos ellos son portadores de la misericordia y ternura de Dios, y
recibirán ciertamente de él la recompensa merecida.
Queridos hermanos y hermanas, la llamada a la santidad es para todos y hay
que recibirla del Señor con espíritu de fe. Los santos nos alientan con su vida e
intercesión ante Dios, y nosotros nos necesitamos unos a otros para hacernos
santos. Juntos pidamos la gracia de acoger con alegría esta llamada y trabajar
unidos para llevarla a plenitud. A nuestra Madre del cielo, Reina de todos los
Santos, le encomendamos nuestras intenciones y el diálogo en busca de la
plena comunión de todos los cristianos, para que seamos bendecidos en
nuestros esfuerzos y alcancemos la santidad en la unidad.
Texto íntegro del saludo de monseñor Arborelius al Papa
Santo Padre.
De todo corazón, queremos dar gracias a Dios por la presencia entre nosotros
del Santo Padre. Estos días han sido días de alegría en la fe, de renovación en
la caridad y rejuvenación en la esperanza. Gracias a Vd, muy querido Santo
Padre, ahora somos todos más jovenes, más alegres y más llenos del Espíritu
Santo. Para nosotros, cátolicos de la perifería, fue un regalo y una sorpresa
saber que el Santo Padre quiso venir hasta aquí. Gracias, Santo Padre por
habernos mostrado su amor paterno, por habernos mirado con sus ojos llenos
de cariño y por su sonrisa.
Con su humildad y sencillez nos ha dado apoyo e inspiración para vivir más
intensamente como discípulos de Jesús y transmitir su amor a los demás.
Gracias por haber hablado a todos los cristianos y por habernos recordado de
nuestro deber de rezar y trabajar juntos con más afán para la la perfección de
la unidad. Gracias por haber mostrado a todos en nuestras tierras que Dios
25. está tan cerca a nosotros, sobre todo a los pobres, los refugiados y los
desamparados.
Muy querido Santo Padre, de tal manera Vd nos ha ayudado a redescubrir la
misericordia y la fuerza del Evangelio de Jesús en nuestro mundo de hoy, que
muchas veces ha perdido la fe en El. Queremos seguir trabajando para el reino
de Dios junto con Vd, siempre unidos en el amor de Jesús a Vd como Vicario
de El y Sucesor de Pedro. En nuestra oración nos unimos a Vd para dar
alabanza y gracias a la Santísima Trinidad para siempre jamás.
Rueda de prensa papal
"No es un problema de laicidad: se necesita una sana laicidad"
"El diálogo es el único camino para salir de los conflictos"
Redacción, 02 de noviembre de 2016
(RD/Aica).- Durante el vuelo de regreso de Malmö a Roma, al término de su
visita apostólica a Suecia, el papa Francisco se encontró con los periodistas
que viajaban a bordo del avión y mantuvo una rueda de prensa de unos
cuarenta minutos.
Cada vez más personas buscan refugio en los países europeos, pero hay
reacciones de miedo. Hay quienes dicen que los refugiados pueden
amenazar la identidad y el cristianismo en Europa. También Suecia
comienza a cerrar las fronteras...
Como argentino y sudamericano, agradezco mucho a Suecia por esta
hospitalidad, porque muchos argentinos, chilenos, uruguayos, en la época de
las dictaduras militares, fueron recibidos aquí. Tiene una larga tradición de
hospitalidad, y no solo recibiendo, sino también integrando, buscando casa,
escuela y trabajo inmediatamente. Integrar en un pueblo. Tal vez me equivoco,
no estoy seguro, pero Suecia tiene 9 millones de habitantes y 850 mil serían
"nuevos suecos", es decir migrantes y refugiados. O sus hijos. Hay que
distinguir entre migrante y refugiado.
El migrante debe ser tratado con ciertas reglas, porque migrar es un derecho,
pero está muy regulado. En cambio, el refugiado viene de situaciones de
angustia, hambre, guerra terrible, y su estatus requiere más cuidados y más
trabajo. También en esto Suecia siempre dio un ejemplo alojando, enseñando
la lengua e integrando en la cultura. Sobre la integración de las culturas: no
debemos espantarnos. Europa fue construida con una continua integración de
culturas. ¿Qué pienso sobre los países que cierran las fronteras? Creo que, en
teoría, no se puede cerrar el corazón a un refugiado. También está la prudencia
de los gobernantes, que deben ser muy abiertos para recibirlos, pero también
deben hacer el cálculo de cómo poderlos alojar, porque no solo hay que recibir
a un refugiado: hay que integrarlo.
Si un país tiene una capacidad de integración, que haga lo que pueda. ¿Cuál
es el riesgo si un migrante o un refugiado no es integrado? ¡Se guetiza! Entra a
un gueto, y una cultura que no se desarrolla en una relación con la otra cultura,
esto se vuelve peligroso. Creo que el peor consejero para los países que
26. tienden a cerrar las fronteras siempre es el miedo. Y el mejor consejero es la
prudencia. Hablé con un funcionario del gobierno sueco y me dijo que hay
algunas dificultades, porque llegan muchos y no hay tiempo para encontrarles
una casa, una escuela, un trabajo. La prudencia debe hacer este cálculo.
En Suecia hay una mujer como guía de su Iglesia. ¿Es realista pensar que
también habrá mujeres sacerdote en la Iglesia católica?
Leyendo un poco la historia de esta zona, en donde hemos estado, vi que hubo
una reina que se quedó viuda tres veces, y dije: esta mujer es fuerte. Me
dijeron: "Las mujeres suecas son muy fuertes y muy buenas...". Sobre las
mujeres ordenadas: la última palabra clara fue la que dio Juan Pablo II. Y sigue
siendo la misma. Las mujeres pueden hacer muchas cosas mejor que los
hombres. La eclesiología católica tiene dos dimensiones, la dimensión petrina,
la de los apóstoles, Pedro y el colegio, los obispos; y la dimensión mariana, que
es la dimensión femenina de la Iglesia. ¿Quién es más importante en la
teología y en la mística de la Iglesia? ¿Los apóstoles o María? Es María: la
Iglesia es mujer. La Iglesia se casa con Jesucristo. Es un misterio esponsalicio
y a la luz de este misterio se entiende el por qué de estas dos dimensiones. No
existe la Iglesia sin esta dimensión femenina.
Pero, ¿nada de mujeres sacerdote?
Si usted vuelve a leer bien, la declaración de san Juan Pablo II va en esta
línea.
A la vigilia del pentecostés de 2017 habrá un encuentro en el Circo
Máximo para el aniversario de la renovación carismática. ¿Qué espera?
Visité a los evangélicos de Caserta, y después en Turín estuve con los
valdenses: estas son iniciativas de reparación, de perdón, porque los católicos,
parte de la Iglesia católica, no se comportó cristianamente con ellos. Había que
pedir perdón y sanar heridas. La otra iniciativa es la del diálogo. En Buenos
Aires tuvimos tres encuentros en el estadio con fieles evangélicos y católicos,
en la línea de la renovación carismática, pero abierta. Encuentros de todo el
día, durante los que predicaban un obispo evangélico y un obispo católico. En
dos de estos encuentros predicó el padre Cantalamessa. También tuvimos dos
retiros espirituales de tres días, con pastores y sacerdotes católicos juntos.
Esto ayudó mucho al diálogo, a la comprensión, al acercamiento, al trabajo por
los más necesitados. En Roma tuve reuniones con algunos pastores. Se
organiza una celebración por los 50 años de la renovación carismática, que
nació ecuménica. Si Dios me da vida, iré a hablar ahí, al Circo Máximo. Cuando
nació la renovación carismática, uno de los más fuertes opositores fue quien
les está hablando, que era provincial de los jesuitas: le prohibí a los jesuitas
entrar a esto y dije que, cuando había una celebración litúrgica, tenía que ser
una celebración y no una escuela de samba. Ahora pienso lo contrario, y cada
año en Buenos Aires ofrecía una misa por los carismáticos. Hubo un proceso
de reconocimiento del bien que ha hecho esta renovación, con la figura del
cardenal Suenens...
Usted recibió hace poco tiempo al presidente de Venezuela, Nicolás
Maduro. ¿Qué sensación le dio este encuentro y qué piensa del inicio del
diálogo?
El presidente de Venezuela pidió una cita porque llegaba de Medio Oriente y
hacía una escala técnica en Roma. Cuando un presidente lo pide, se lo recibe.
Lo escuché media hora, le hice alguna pregunta y escuché su parecer. Siempre
es bueno escuchar el parecer de todos. Sobre el diálogo: es la única vía para
27. todos los conflictos, o se dialoga o se grita. Con el corazón, le entro con todo al
diálogo, creo que hay que ir por ese camino, no sé cómo va a acabar. Está
Zapatero, que fue jefe del gobierno español. Ambas partes pidieron a la Santa
Sede que estuviera presente. La Santa Sede designó al Nuncio en la
Argentina. El diálogo que favorece la negociación es el único camino para salir
de los conflictos. Si esto se hubiera hecho en Medio Oriente, cuántas vidas se
habrían salvado.
En Suecia la secularización es muy fuerte. Es un fenómeno que afecta a
toda Europa; se estima que en Francia la mayor parte de los ciudadanos
no tendrán religión. ¿La secularización es una fatalidad? ¿De quién es la
responsabilidad, de los gobiernos laicos o de la Iglesia que es tímida?
¿Fatalidad? No, yo no creo en las fatalidades. ¿Quiénes son los responsables?
No sabría decirlo, es un proceso. Benedicto XVI habló mucho y claramente
sobre esto. Cuando la fe se vuelve tibia es porque se debilita la Iglesia. Los
tiempos más secularizados (pensemos en Francia, por ejemplo), son los de la
mundanización, cuando los sacerdotes eran lacayos de la corte, había un
funcionalismo clerical, faltaba la fuerza del Evangelio. En tiempos de
secularización podemos decir que hay alguna debilidad en la evangelización.
Pero también hay otro proceso, cuando el hombre recibe el mundo de Dios
para hacerlo cultura, para hacer que crezca. Pero, en determinado momento, el
hombre se siente tan padrón de esa cultura que comienza a hacer él el creador
de otra cultura, pero propia, y ocupa el sitio de Dios creador. En la
secularización, creo que antes o después se llega al pecado contra Dios
creador, el hombre autosuficiente. No es un problema de laicidad: se necesita
una sana laicidad, la sana autonomía de las ciencias, del pensamiento, de la
política. Otra cosa es un laicismo como el que nos dejó como herencia la
Ilustración... Quien va más allá de los límites y se siente Dios; hay una
debilidad en la evangelización, los cristianos se vuelven tibios. Es necesario
retomar una saludable autonomía en el desarrollo de la cultura y de la ciencia,
pero siendo criaturas, sin sentirse Dios. El cardenal De Lubac dijo que cuando
en la Iglesia entra esta mundanidad es peor de lo que sucedió en la época de
los Padres corruptos. Jesús, cuando reza por todos nosotros en la Última cena,
pide una cosa al Padre: que no nos quite del mundo, sino que nos defienda del
mundo, de la mundanidad, que es peligrosísima: una secularización un poco
maquillada o disfrazada, un poco "lista para llevar".
Hace algunos días usted se reunió con el Grupo Santa Marta, que se
ocupa de contrarrestar la esclavitud y del tráfico de seres humanos. ¿Por
qué? ¿Tuvo alguna experiencia en la Argentina?
Cuando era cura siempre tenía esta inquietud de la carne de Cristo, el hecho
de que Cristo continúa sufriendo, que Cristo es crucificado constantemente en
sus hermanos más débiles. Siempre me ha conmovido. Como cura, trabajé en
pequeñas cosas, con los pobres, pero no exclusivamente: también trabajaba
con universitarios. Después, como obispo de Buenos Aires, hicimos iniciativas
contra la esclavitud en el trabajo también con grupos de no católicos y de no
creyentes. Llegan migrantes y les quitan el pasaporte y los ponen a hacer
trabajo esclavo. He trabajado con dos congregaciones de monjas que se
ocupan de prostitutas, mujeres esclavas de la prostitución (no me gusta decir
prostitutas: esclavas de la prostitución). Una vez al año hacíamos una misa
para estas mujeres... Trabajábamos juntos y aquí en Italia hay muchos grupos
de voluntariado que trabajan contra cualquier forma de esclavitud. Hace
28. algunos meses visité una de estas organizaciones. Se trabaja bien, no me lo
hubiera imaginado. Es una cosa bella que tiene Italia, el voluntariado, y esto se
debe a los párrocos: el oratorio y el voluntariado nacieron del celo apostólico de
los párrocos.
Misa de difuntos de Francisco: "A la tristeza le ponemos flores, signo de
esperanza"
El Papa colocó un ramo de flores en una de las tumbas abandonadas
"También todos nosotros, antes o después, tenemos que hacer este camino"
José Manuel Vidal, 02 de noviembre de 2016
(José M. Vidal).- Misa del Papa Franciscopor los fieles difuntos, especialmente
por los que nadie recuerda, en el cementerio Prima Porta, el mayor de Roma.
Allí, como un simple cura, predicó a los fieles presentes, recordándoles que a la
tristeza del día de difuntos "le ponemos flores, signo de esperanza" y que
Cristo fue el primero en hacer este camino que, todos, antes o después,
seguiremos.
Misa sencilla y sentida en el cementerio flaminio. Concelebra con el, entre
otros, el cardenal Vallini, asi como el capellán del camposanto. El 'De
profundis' introduce la celebración eucarística.
Un pequeño altar, presidido por una pequeña cruz y una imagen de madera de
la Virgen. Antes de inciar la eucaristía, Francisco coloca un pequeño ramo
de rosas amarillas en una de las tumbas abandonadas del cementerio.
La primera lectura del libro de Job. La segunda, de Pablo a los Romanos.
El Evangeliode San Juan: "La voluntad del que me ha enviado es que no
pierda nada de lo que me ha dado, sino que lo resucite en el último día".
Algunas frases de la homilía improvisada del Papa
"Job estaba en la oscuridad"
"El día de fieles difuntos nos recuerda a los nuestros que se fueron y nuestro
futuro"
"A esta tristeza le ponemos flores, como un signo de esperanza"
"La tristeza se mezcla con la esperanza. Esto es lo que sentimos hoy en esta
celebración"
"La memoria de los nuestros y la esperanza"
"Una esperanza que nos ayuda, porque también nosotros tenemos que hacer
este camino. Todos nosotros, antes o después, pero todos"
"Con dolor, pero con la flor de la esperanza"
"La esperanza en la Resurrección no defrauda"
"El primero que hizo este camino fue Jesús"
"El que nos ha abierto la puerta es Él mismo: Jesús"
"Nos abrió la puerta de la esperanza"
"Memoria del pasado y del futuro"
"Con la certeza, salida de los labios de Jesús: 'Yo lo resucitaré en el último día'"
Después de la misa el Papa se dirigió a las Grutas Vaticanas, donde rezó ante
las tumbas de los antiguos Papas, entre ellos San Pedro.
29. El cementerio Flaminio, Prima Porta, se consagró en el año 1941. Está
considerado como uno de los grandes ejemplos de arquitectura funeraria
contemporánea. Posee 140 hectáreas de extensión y es el cementerio más
grande de Italia con 35 kilómetros de calles internas. Su particular arquitectura
y la disposición de sus tumbas, a lo largo de vías semicirculares, hacen de él
un lugar turístico que atrae tanto a amantes del arte como de la historia, pues
aquí se han enterrado a algunos italianos ilustres.
Las Grutas Vaticanas se encuentran en los sótanos de la basílica de San
Pedro, justo entre el suelo del actual templo y el suelo de la antigua basílica
construida por el emperador Constantino el Grande, del siglo IV.
En ella se encuentran numerosas capillas dedicadas a santos, dentro de las
cuales hay tumbas de varios Papas y de reyes y reinas de países de Europa.
Los entierros más antiguos datan del siglo X.
El punto más sagrado de las Grutas, y del complejo vaticano, es la tumba del
apóstol san Pedro, en el interior de un tabernáculo del siglo IV construido por
orden de Constantino
El Papa pide a las religiones "condenar de forma clara" a quienes
justifican la violencia en nombre de Dios
"Que la misericordia se extienda también al mundo que nos rodea, que
estamos llamados a cuidar"
Aboga por "un estilo de vida realmente misericordioso" para ser "vientres de
vida y puertas de esperanza"
Jesús Bastante, 03 de noviembre de 2016
(Jesús Bastante).- "No pasa un día sin que lleguen noticias de violencia,
conflictos, secuestros, ataques terroristas, víctimas y destrucción. Es terrible
que para justificar estas barbaridades se invoque el nombre de una
religión o del mismo Dios". El Papa Francisco se encontró esta mañana con
unos doscientos representantes de diferentes religiones, especialmente
comprometidos en la obras de caridad y misericordia.
Una misericordia que "no se debe celebrar solo con palabras, sino sobre todo
con las obras, con un estilo de vida realmente misericordioso, hecho de
amor desinteresado, servicio fraterno y compartir sincero", explicó Bergoglio en
un encuentro en la Sala Clementina del Vaticano.
Para Francisco, "el hombre tiene sed de misericordia y no hay tecnología que
pueda calmar esta sed: busca un afecto que vaya más allá de los consuelos del
momento, un puerto seguro donde pueda atracar su navegar inquieto, un
abrazo infinito que perdona y reconcilia".
Sin embargo, denunció, en ocasiones no ya las religiones, sino "el
comportamiento de algunos de sus seguidores, transmite un mensaje
desentonado, discordante con el de la misericordia". "Es terrible que para
justificar estas barbaridades se invoque el nombre de una religión o del mismo
Dios" señaló el Papa.
Dirigiéndose a los representantes de todas las religiones, Francisco pidió
"condenar de manera clara estas injusticias que profanan el nombre de
30. Dios y contaminan la búsqueda religiosa del hombre", invitando a "que se
favorezca, en todos los lugares, el encuentro pacífico entre los creyentes y una
libertad religiosa real".
"En este empeño, nuestra responsabilidad frente a Dios, a la humanidad y al
futuro es grande y requiere todo esfuerzo, sin ninguna pretensión", recalcó el
Papa, invitando a las religiones a ser "vientres de vida" y "puertas de
esperanza para ayudar a atravesar los muros levantados por el orgullo y el
miedo".
Asimismo, ha precisado que hacerse cercano a los que viven situaciones que
requieren un mayor cuidado, como la enfermedad, la discapacidad, la pobreza,
la injusticia, las consecuencias de los conflictos y de las migraciones, "es una
llamada que viene del corazón de cada tradición auténticamente religiosa".
Por otro lado, ha explicado que es el drama del mal, de los abismos oscuros en
los que "nuestra libertad puede sumergirse", tentada por el mal, que siempre
está al acecho en silencio para golpearnos y hacer que nos hundamos. Pero es
precisamente aquí, frente al enigma del mal, que nos interroga toda experiencia
religiosa, reside el aspecto más sorprendente del amor misericordioso. "No
deja al hombre a merced del mal o de sí mismo; no se olvida, sino que se
acuerda, y se inclina hacia toda miseria a revivir", ha observado. Del mismo
modo que hace una madre, que frente al peor mal cometido por su hijo,
también reconoce, más allá del pecado, "el rostro que ha llevado en su seno",
ha indicado el Papa.
"Que la misericordia se extienda también al mundo que nos rodea, a
nuestra casa común, que estamos llamados a cuidar y preservar del
consumo desenfrenado y voraz", culminó Francisco, quien pidió "nuestro
compromiso" para educar en la sobriedad y el respeto, en una forma de vivir
más sencilla y ordenada, donde se utilizan los recursos de la creación con
sabiduría y moderación, pensando en toda la humanidad y las generaciones
futuras.
El Papa a los movimientos populares: "Las tres T (tierra, techo y
trabajo), ese grito de ustedes que hago mío"
"Se salvan los bancos, pero no las personas. Es la bancarrota de la
humanidad"
"¿Quién gobierna? El dinero, con el látigo del miedo, de la inequidad y de la
violencia"
José Manuel Vidal, 05 de noviembre de 2016
(José M. Vidal).- El Papa recibe en el aula Pablo VI a los participantes en el III
Encuentro de Movimientos Populares del mundo. Ante ellos, Francisco se
transforma en un líder revolucionario que, como el Jesús que cura en sábado,
denuncia el sistema que crea inequidad e impide vivir con dignidad a los hijos
de Dios. Un histórico discurso para sumarse al "grito de las tres T (tierra, techo
y trabajo)" y denunciar a los que gobiernan "con el látigo del miedo, de la
inequidad y de la violencia".
31. El cardenal Turkson, organizador de las jornadas, presenta a los presentes:
Más de 3.000 participantes de 60 países de todo el mundo, en representación
de los movimientos populares de todo el mundo.
Y el cardenal da la palabra a Dhao Mustapha, de Senegal, que vive y trabaja
en Barcelona, y que entrega al Papa la sintesis de lso trabajos de estos días.
A continuación, presentan al Papa un video, que resume los trabajos de los
movimientos populares durante todos estos días en el Vaticano y las luchas por
las tres t (tierra,techo, trabajo) de los diversos movimientos.
Tras el video, interviene Edilma Mendes, para presentar las propuestas
aprobadas por los movimientos populares.
"La causa comun de la crisis medioambiental es el sistema capitalista
imperante, que no respeta la dignidad humana"
"Queremos recordar a Berta Cáceres, portavoz de nuestro primer encuentro,
asesinada por pormover procesos de cambio"
"Proponemos importar mecanismos institucionales que garanticen la suma de
los movimientos populares en la toma de decisiones políticos y económicos"
"Rechazamos la privatización del agua y exigimos que sea considerada bien
público"
"Proponemos prohibir la patente y manipulación de todas las formas de vida,
especialmente de las semillas"
"Reforma labortal justa: Un salario social universal para todos los trabajadores"
"Declarar la inviolabilidad de la vivienda familiar, para erradicar los deshaucios"
"Construir una ciudadanía universal, que derribe los muros de le exclusión y de
la xenofobia"
"Queremos trabajar, junto a Francisco, para que estas propuestas se
transformen en derechos exigibles"
"Aniamamos a las iglesias locales a hacer relaidad los mensajes del Papa"
Cerrada ovación de los más de 3.000 participantes puestos en pié.Y Francisco
baja del estrado para saludar a los presentes, entre ellos a Pepe Mujica, ex
presidente de Uruguay.
32. Texto íntegro del histórico discurso papal a los movimientos populares
Hermanas y hermanos, buenas tardes.
En este nuestro tercer encuentro expresamos la misma sed, la sed de justicia,
el mismo clamor: tierra, techo y trabajo para todos.
Agradezco a los delegados, que han llegado desde las periferias urbanas,
rurales y laborales de los cinco continentes, de más de 60 países, a debatir una
vez más cómo defender estos derechos que nos convocan. Gracias a los
Obispos que vinieron a acompañarlos. Gracias también a los miles de italianos
y europeos que se han unido hoy al cierre de este Encuentro.
Gracias a los observadores y jóvenes comprometidos con la vida pública que
vinieron con humildad a escuchar y aprender. ¡Cuánta esperanza tengo en los
jóvenes! Le agradezco también a Usted, Señor Cardenal Turkson, el trabajo
que han hecho en el Dicasterio; y también quisiera mencionar el aporte del ex
Presidente uruguayo José Mujica que está presente.
En nuestro último encuentro, en Bolivia, con mayoría de Latinoamericanos,
hablamos de la necesidad de un cambio para que la vida sea digna, un cambio
de estructuras; también de cómo ustedes, los movimientos populares, son
sembradores de ese cambio, promotores de un proceso en el que confluyen
millones de acciones grandes y pequeñas encadenadas creativamente, como
en una poesía; por eso quise llamarlos "poetas sociales"; y también
enumeramos algunas tareas imprescindibles para marchar hacia una
alternativa humana frente a la globalización de la indiferencia: 1. poner la
economía al servicio de los pueblos; 2. construir la paz y la justicia; 3. defender
la Madre Tierra.
Ese día, en la voz de una cartonera y de un campesino, se dio lectura a las
conclusiones, los diez puntos de Santa Cruz de la Sierra, donde la palabra
cambio estaba preñada de gran contenido, estaba enlazada a cosas
fundamentales que ustedes reivindican: trabajo digno para los excluidos del
mercado laboral; tierra para los campesinos y pueblos originarios; vivienda para
las familias sin techo; integración urbana para los barrios populares;
erradicación de la discriminación, de la violencia contra la mujer y de las
nuevas formas de esclavitud; el fin de todas las guerras, del crimen organizado
y de la represión; libertad de expresión y comunicación democrática; ciencia y
tecnología al servicio de los pueblos. Escuchamos también cómo se
comprometían a abrazar un proyecto de vida que rechace el consumismo y
33. recupere la solidaridad, el amor entre nosotros y el respeto a la naturaleza
como valores esenciales.
Es la felicidad de «vivir bien» lo que ustedes reclaman, la «vida buena», y no
ese ideal egoísta que engañosamente invierte las palabras y propone la
«buena vida».
Quienes hoy estamos aquí, con orígenes, creencias e ideas diversas, tal vez no
estemos de acuerdo en todo, seguramente pensamos distinto en muchas
cosas, pero coincidimos en esos puntos.
Supe también de encuentros y talleres realizados en distintos países donde
multiplicaron los debates a la luz de la realidad de cada comunidad. Eso es
muy importante porque las soluciones reales a las problemáticas actuales no
van a salir de una, tres o mil conferencias: tienen que ser fruto de un
discernimiento colectivo que madure en los territorios junto a los hermanos, un
discernimiento que se convierte en acción transformadora «según los lugares,
tiempos y personas» como diría san Ignacio. Si no, corremos el riesgo de las
abstracciones, de «los nominalismos declaracionistas (slogans) que son bellas
frases pero no logran sostener la vida de nuestras comunidades» (Carta al
Presidente de la Pontificia Comisión Para América Latina, 19 de marzo de
2016).
El colonialismo ideológico globalizante procura imponer recetas supraculturales
que no respetan la identidad de los Pueblos. Ustedes van por otro camino que
es, al mismo tiempo, local y universal. Un camino que me recuerda cómo Jesús
pidió organizar a la multitud en grupos de cincuenta para repartir el pan (Cf.
Homilía en la Solemnidad de Corpus Christi, Buenos Aires, 12 de junio de
2004).
Recién pudimos ver el video que han presentado a modo de conclusión de este
tercer Encuentro. Vimos los rostros de ustedes en los debates sobre qué hacer
frente a «la inequidad que engendra violencia». Tantas propuestas, tanta
creatividad, tanta esperanza en la voz de ustedes que tal vez sean los que más
motivos tienen para quejarse, quedar encerrados en los conflictos, caer en la
tentación de lo negativo. Pero, sin embargo, miran hacia adelante, piensan,
discuten, proponen y actúan. Los felicito, los acompaño, les pido que sigan
abriendo caminos y luchando. Eso me da fuerza, nos da fuerza. Creo que este
dialogo nuestro, que se suma al esfuerzo de tantos millones que trabajan
cotidianamente por la justicia en todo el mundo, va echando raíces.
El terror y los muros
Sin embargo, esa germinación que es lenta, que tiene sus tiempos como toda
gestación, está amenazada por la velocidad de un mecanismo destructivo que
opera en el sentido contrario. Hay fuerzas poderosas que pueden neutralizar
este proceso de maduración de un cambio que sea capaz de desplazar la
primacía del dinero y coloque nuevamente en el centro al ser humano. Ese
«hilo invisible» del que hablamos en Bolivia, esa estructura injusta que enlaza a
todas las exclusiones que ustedes sufren, puede endurecerse y convertirse en
un látigo, un látigo existencial que, como en el Egipto del Antiguo Testamento,
esclaviza, roba la libertad, azota sin misericordia a unos y amenaza
constantemente a otros, para arriar a todos como ganado hacia donde quiere el
dinero divinizado.
¿Quién gobierna entonces? El dinero ¿Cómo gobierna? Con el látigo del
miedo, de la inequidad, de la violencia económica, social, cultural y militar que
engendra más y más violencia en una espiral descendente que parece no