3. FACTORES DE REGULACIÓN
FISIOPATOLÓGICOS
Su filosofía es
disminuir la respuesta
sistémica actuando
sobre el mecanismo
inflamatorio o sobre
alguno de los procesos
implicados.
El desarrollo de anticuerpos
monoclonales frente al factor
tisular y el factor VIIa podría
ser útil para inhibir la
activación de la coagulación
sanguínea y tratar los grados
más avanzados de coagulación
intravascular diseminada, ya que
inhiben la generación de
trombina y la conversión de
fibrinógeno en fibrina
4. PROTEÍNA C ACTIVADA
La capacidad de la proteína C
activada y de la antitrombina
III de inhibir la formación
de trombina y aumentar la
fibrinólisis esto se basa en
que el sistema de la PC se
activa en la medida que se
activa la coagulación, de tal
modo que la capacidad
anticoagulante es
proporcional al grado de
generación de trombina.
Los estudios actuales,
concluyen que la
administración de
concentrados de proteína C en
pacientes con sepsis grave y,
por tanto, mayor riesgo de
hemorragia, reducen
significativamente la
mortalidad.
5. PROTEÍNA S
Aparte de su papel como anticoagulante
endógeno, se sabe muy poco de su papel
fisiopatológico, ya que tradicionalmente se
le ha concedido un papel secundario, si
bien los estudios experimentales demuestran
que su ausencia da lugar a una respuesta
antiinflamatoria descompensada.
6. MUTANTE ALFA1-ANTITRIPSINA
Recientemente se ha
descubierto que una mutación
del centro activo metionina
de la alfa1-antitripsina por
arginina (alfa1-antitripsina
Pittsburgh), convierte la
molécula de un inhibidor de
la elastasa en un inhibidor
de la trombina. Este mutante
es un inhibidor eficaz del
sistema contacto y es el
inhibidor más activo
conocido de la calicreína,
sin necesidad de la heparina
para ser activo.
7. HIRUDINA RECOMBINANTE
La hirudina es un potente
inhibidor de la trombina, que
forma complejos de alta
afinidad con la trombina; es
decir, tiene un efecto similar
a la heparina, aunque a
diferencia de ésta no precisa
de ATIII para su efecto
anticoagulante.
Cabe destacar que debido
a su corta vida media y a
su escasa
biodisponibilidad (por
vía subcutánea), no
parece probable su uso en
la profilaxis de la
activación de la
coagulación en el
paciente crítico.
8. BLOQUEO DE SELECTINAS
Se ha demostrado la participación de varias de las
moléculas de adhesión, entre las que se incluyen
CD11b/CD18 e ICAM-1, como mediadoras de la
lesión tisular postisquémica en diversos
experimentos en los que el bloqueo de esas
moléculas producía una reducción significativa de
la lesión celular y una mejoría de la función
orgánica y de la supervivencia.
Estudios in vivo han demostrado que el bloqueo de
selectinas, CD11b/CD18 e ICAM-1 reduce
significativamente la adhesión leucocitaria y evita la
lesión microvascular y tisular.
9. Ácido tranexámico
Es un inhibidor de la fibrinolisis que se
utiliza para controlar la hemostasia cuando la
fibrinolisis contribuye al sangrado.
Antitrombina
La AT-III es también capaz de inactivar otros
componentes de la cascada de la coagulación,
incluyendo los factores IXa, Xa, XIa, y XIIa,
así como la plasmina. La velocidad de
neutralización de las serinas proteasas por la
AT-III es notablemente acelerada por la
presencia de heparina.
La antitrombina III está indicada en el
tratamiento de los pacientes con deficiencia
hereditaria de AT-III en particular cuando van
a ser sometidos a procedimientos quirúrgicos u
10. Dotrecogina alfa
La drotrecogina alfa activada es una forma
recombinante de proteína humana C.
La proteína activada C ejerce un efecto
antitrombótico mediante la inhibición de los factores
Va y VIIIa.
Los datos in vitro indican que la proteína C
activada puede tener actividad profibrinolítica
indirecta a través de su capacidad para inhibir
activador de plasminógeno-1 (PAI-1) y puede ejercer
un efecto antiinflamatorio limitando la respuesta
quimiotáctica de los leucocitos a las citoquinas
inflamatorias, un proceso inhibitorio mediado por el
receptor de proteína C activado por superficie de
células de leucocitos.