Este documento discute la importancia de la inteligencia emocional en el ámbito educativo desde una perspectiva neuropedagógica. Explica que las emociones afectan el aprendizaje y las funciones cerebrales. También describe las competencias emocionales básicas como el autoconocimiento, el autocontrol y la empatía. Resalta que desarrollar la inteligencia emocional crea entornos de aprendizaje saludables que benefician tanto a los estudiantes como a los educadores.