La preeclampsia es una elevación de la presión arterial durante el embarazo que puede evolucionar a eclampsia con convulsiones. Se caracteriza por hipertensión, edema, y proteinuria después de la semana 20 de gestación. Su tratamiento incluye reposo, monitoreo de la presión arterial, medicamentos antihipertensivos y parto para prevenir complicaciones graves para la madre y el feto.