Para prevenir el consumo de drogas en niños y adolescentes, se deben eliminar los factores de riesgo, mejorar los factores de protección y realizar actividades sistemáticas de prevención. Los programas de prevención efectivos son a largo plazo, utilizan estrategias interactivas, se realizan en distintos escenarios y combinan dos o más programas dirigidos a la familia, la escuela y la comunidad.