El síndrome nefrótico se caracteriza por proteinuria, hipoalbuminemia e hinchazón, y se debe a una afección glomerular primaria o secundaria que daña los glomerulos renales. Los síntomas incluyen fatiga, aumento de peso, orina espumosa y edema. El tratamiento se centra en controlar el edema con diuréticos y albúmina, dietas bajas en proteínas y sales, y terapia inmunosupresora o corticosteroides para tratar la causa subyacente.