San Agustín de Hipona elaboró el primer esbozo del pensamiento cristiano a través de escritos que surgieron en respuesta a errores doctrinales como el maniqueísmo, donatismo y pelagianismo. Estableció que la fe precede a la razón, y formuló el triángulo agustiniano conformado por Dios, la verdad y el alma, donde Dios es la verdad que se descubre en el alma a través de la gracia divina.