El documento describe tres corrientes del diseño curricular: la corriente técnica se centra en los objetivos, experiencias, organización y evaluación para lograr los objetivos conductuales; la corriente crítica surge del análisis de las dificultades de la escolarización masiva y busca una fundamentación dialéctica emancipadora; la corriente práctica promueve que el diseño curricular se base en la reflexión y la acción práctica de los maestros.