2. DISPEPSIA
• Síntoma o conjunto de síntomas que la mayoría de médicos
consideran tienen su origen en la región gastroduodenal siendo estos
síntomas la pesadez postprandial, la saciedad precoz y el dolor o
ardor epigástrico (Roma III)
• Debe de haber aparecido hasta un mínimo de 7 días en el último mes
• El dolor de los hipocondrios (derecho o izquierdo) no se considera
característico de la dispepsia.
• Los síntomas pueden ser continuos o intermitentes, y estar o
no, relacionados con la ingesta. La pirosis y regurgitación tampoco se
consideran parte de la dispepsia, son más específicos de la
enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE). (Roma III)
• Existe una prevalencia actual de hasta el 40% de la población que
padece síntomas dispépticos, hasta un 27% se automedica y solo un
25% consultan.
3. CLASIFICACIÓN DE LA DISPEPSIA
• DISPEPSIA ORGÁNICA: Aquella con una causa orgánica o metabólica
identificada en las que si la enfermedad mejora o se elimina los síntomas
dispépticos también mejoran o desaparecen. Entre ellas están la enfermedad
ulcerosa péptica, el cáncer gástrico, las enfermedades bilio-pancreáticas, las
relacionadas con medicaciones…
• DISPEPSIA FUNCIONAL: Aquella en la que no existe una explicación
identificable de los síntomas. Ha recibido otros nombres como dispepsia no-
orgánica, dispepsia idiopática o dispepsia esencial.
• DISPEPSIA NO INVESTIGADA: Aquella en la que no se ha realizado un
estudio, básicamente endoscópico, que permita establecer fehacientemente si
existe o no una causa orgánica de la dispepsia. Esta categoría no es infrecuente ya
que en muchos pacientes no será absolutamente necesario realizar exploraciones
complementarias si no cumplen criterios de edad ni existen síntomas ni signos de
alarma. Las características de los síntomas no son suficientemente específicos para
diferenciar la dispepsia orgánica de la funcional y, por tanto, es preferible
etiquetarla como lo que es: dispepsia no investigada.
4. CAUSAS DE DISPEPSIA ORGÁNICA
Causas gastrointestinales más comunes
• Úlcera péptica (úlcera gástrica, úlcera duodenal) (HP)
• Medicamentos: AINE, hierro, digoxina, teofilina, eritromicina, clavulánico y otros
atb, potasio, levodopa, antiarrítmicos, antineoplásicos, estrógenos, progestágenos.
Causas gastrointestinales poco comunes
• Colelitiasis
• Pacientes diabéticos con gastroparesia y/o dismotilidad gástrica
• Isquemia mesentérica crónica
• Pancreatitis crónica
• Cáncer de páncreas
• Cáncer esofágico
• Cáncer gástrico
• Cáncer hepático
• Cáncer de colon
• Cirugía gástrica previa
• Gastropatías agudas (alcohol, radiación, infecciones)
• Patología del tracto digestivo inferior
• Obstrucción parcial del intestino delgado
• Enfermedades infiltrativas del estómago o del intestino grueso
(Crohn, gastritis eosinofílica, sarcoidosis,…)
• Malabsorción (Enfermedad celíaca, intolerancia a la lactosa)
Causas no gastrointestinales poco comunes
• Trastornos metabólicos (uremia, hipocalcemia, hipotiroidismo, hipertiroidismo, Addison, diabetes mellitus)
• Síndromes de la pared abdominal
• Síndrome coronario, insuficiencia cardiaca congestiva, pericarditis
Adaptada de Asociación Española de Gastroenterología, Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria y Centro Cochrane Iberoamericano.
Manejo del paciente con dispepsia. Guía de Práctica Clínica. Guía Fisterra: dispepsia.
6. Criterios diagnósticos de la dispepsia
(Roma II)
• Síntomas con una duración mínima de 12 semanas (que no tienen
que ser consecutivas) durante los últimos 12 meses.
• Presencia de dispepsia (dolor o molestia abdominal localizado en la
parte central del abdomen superior) de forma persistente o
recurrente.
• Ausencia de enfermedades orgánicas (debe incluirse la realización
de endoscopia digestiva alta) que puedan explicar los síntomas.
• Sin evidencia de que la dispepsia se alivia exclusivamente con la
defecación o se asocia con cambios en la frecuencia o consistencia
de las deposiciones (para diferenciarla del síndrome del intestino
irritable).
• En los pacientes con historia previa de enfermedad ulcerosa péptica
crónica no se debe establecer el diagnóstico de dispepsia
funcional, aunque es posible que, en algunos casos, la persistencia
de los síntomas tras la erradicación de Helicobacter pylori se deba a
esta causa.
7. Subtipos de dispepsia funcional
(Roma II)
• A. Dispepsia funcional de tipo ulceroso: cuando el síntoma
predominante es el dolor en la parte superior del abdomen.
• B. Dispepsia funcional de tipo dismotilidad: cuando la
molestia principal no es dolorosa sino que consiste en
plenitud, distensión, saciedad precoz o náuseas.
• C. Dispepsia funcional inespecífica: cuando no se cumplen los
criterios de la dispepsia funcional de tipo ulceroso ni los de la
dispepsia de tipo dismotilidad.
Vaciamiento gástrico lento plenitud, nausea Y vómito
alteración acomodación fúndica saciedad precoz, de peso
hipersensibilidad visceral gástrica dolor epigástrico, eructo
8. Criterios diagnósticos de la dispepsia funcional
(Roma III)
• División mediante 2 criterios fundamentales.
– Uno más general, para uso fundamentalmente clínico, que no
difiere en exceso de los criterios previamente utilizados
(Roma II)
– Otro, más específico para estudios fisiopatológicos y ensayos
terapéuticos en el que se definen dos entidades nuevas:
1. Síntomas dispépticos inducidos por la comida (Síndrome del distrés
postprandial o SDP).
2. Dolor epigástrico (Síndrome del dolor epigástrico o SDE). Esta
subdivisión se debe al hecho de que, aunque en muchos pacientes con
dispepsia los síntomas se inician o agravan con la ingesta, también los
hay en los que las molestias aparecen en ayunas.
9. Criterios diagnósticos de la dispepsia funcional
(Roma III)
• Definición de dispepsia funcional
Sensación molesta de plenitud postprandial o saciedad precoz o dolor epigástrico o ardor epigástrico, sin evidencia de
enfermedades estructurales (incluida la realización de una endoscopia digestiva alta) que puedan explicar los síntomas.
• Definición de síndrome de distrés postprandial (SDP)
- Sensación molesta de plenitud postprandial que ocurre después de comidas de un volumen normal, al menos varias
veces por semana
- Sensación de plenitud precoz que impide la terminación de una comida normal, al menos varias veces por semana.
- Criterios de apoyo:
–Pueden estar presentes la hinchazón en el abdomen superior o nauseas postprandiales o eructos excesivos.
–Puede coexistir el SDE (Síndrome del dolor epigástrico)
• Definición de síndrome del dolor epigástrico (SDE)
- Dolor o ardor localizado en el epigastrio, de intensidad al menos moderada, y al menos una vez por semana.
- El dolor es de tipo intermitente.
- No generalizado o localizado a otras regiones abdominales o torácicas.
- No se alivia con la defecación o el ventoseo.
- No cumple criterios de dolor biliar.
- El dolor puede ser de tipo quemante (ardor) pero sin ser retroesternal, manteniéndose en dolor estrictamente
epigástrico (dif. ERGE)
- El dolor frecuentemente se induce o alivia con la ingesta de comida, pero puede ocurrir en ayunas.
- Puede coexistir el SDP (Síndrome del distrés postprandial).
- Estos criterios tienen que estar presentes durante los últimos 3 meses y haber comenzado un mínimo de 6 meses
antes del diagnóstico
10. DIAGNÓSTICO DE DISPEPSIA FUNCIONAL
• Etiología: la heterogeneidad de las manifestaciones clínicas sugiere la implicación de varios
mecanismos: probablemente, ciertos trastornos de la función junto con la percepción
anormal de fenómenos normales. Ello, unido a la importancia de ciertos rasgos psicológicos y
la influencia del medio externo, permite dibujar un modelo biopsicosocial de la enfermedad
que contribuye, a su manejo diagnóstico y terapéutico.
– Percepción visceral: los estudios sugieren menor tolerancia a la distensión. Esta hipersensibilidad se
exacerba durante la infusión intraduodenal de lípidos. Ello sugiere la posibilidad de una percepción
visceral anormal que induciría sensaciones exageradas ante estímulos normales.
– Actividad motora gastroduodenal: el vaciamiento gástrico de sólidos medido por gammagrafía está
retrasado en un 30% de los pacientes, y un 25% de los sujetos presenta hipomotilidad antral en la
manometría gastrointestinal. Algunos reflejos gastrointestinales también están alterados en los
pacientes con dispepsia funcional. Ello podría jugar un papel en la baja tolerancia a la ingesta.
– Factores psicológicos: los pacientes con dispepsia funcional presentan con mayor frecuencia
depresión, ansiedad y ciertos rasgos de la personalidad como el neuroticismo o la hipocondriasis. Es
posible que en un subgrupo de sujetos estos factores tengan relevancia en la percepción y la actitud
ante la enfermedad.
– Factores externos: La aplicación de estrés ambiental es capaz de inducir diversas alteraciones en la
fisiología digestiva. Los pacientes con dispepsia funcional refieren un mayor número de
acontecimientos vitales estresantes y experiencias traumáticas en la infancia. Además, el estrés
puede desencadenar, perpetuar o exacerbar los síntomas dispépticos en estas personas.
11. - ANALÍTICA
(hemograma, iones, función
SÍNTOMAS Y SIGNOS DE ALARMA: renal, función hepática, función
Edad > 40-55 años (controversia) pancreática,
Pérdida de peso involuntaria significativa: - ENDOSCOPIA DIGESTIVA
- ≥ al 5 % en 1 mes
- ≥ al 7,5 % en 3 meses
- ≥ 10 % en 6 meses
Síntomas que despiertan al paciente
La pauta de primera elección que recomiendan es:
Disfagia asociada a) IBP /cda 12 hs + Amoxicilina 1 g/cada12 hs +
Linfadenopatía asociada Claritromicina 500 mg/cda 12 hs. (OCA)
Masas abdominales
Sangrado digestivo (HDA, melenas) En caso de alergia a la penicilina, la amoxicilina deberá
Anemia no explicada ser sustituida por metronidazol 500 mg/cda 12 hs.
b) IBP /cda 12 hs + Amoxicilina 1 g/cada12 hs +
Levofloxacino 500 mg/cda 12 hs. (OLA)
Cuando fracasa la terapia de primera elección, se
recomienda como tratamiento de rescate durante la
siguiente pauta durante 7días:
a) IBP/cada 12 hs; + citrato de bismuto 120mg/cda 6
hs; + tetraciclina 500 mg mg//cada 8 hs.
14. 1Un paciente con uno o más de estos síntomas es referido como un paciente con
dispepsia. En este contexto, se asume que no hay trastornos sistémicos u orgánicos
conocidos tales como diabetes mellitus o enfermedad del tejido conectivo. Cuando no
se realizan investigaciones adicionales, se hace referencia a esta condición como
dispepsia no investigada. Después de investigaciones adicionales, en aproximadamente
70% de estos pacientes, no se identifica causas orgánicas y se hace referencia a estos
pacientes como pacientes con dispepsia funcional
2. Una historia clínica detallada y la exploración física en la visita inicial son esenciales
para detectar la presencia de indicadores de alarma y para identificar con exactitud al
síntoma o síntomas dispépticos específicos presentes.
3. Los indicadores de alarma incluyen la edad, pérdida de peso involuntaria, síntomas
que despiertan al paciente en la noche, disfagia, linfadenopatía, masas abdominales y
signos de anemia. Si cualquiera de éstos está presente se indica una endoscopía
expedita, aunque la utilidad pueda ser relativamente baja.
4. La pirosis frecuente se define como aquella que se experimenta varias veces a la
semana. Una descripción breve de la pirosis en pocas oraciones puede ayudar al
paciente a reconocerla.
5. Los síntomas dispépticos pueden acompañar a la enfermedad por reflujo
gastroesofágico (ERGE) y con frecuencia pueden responder al manejo apropiado de la
ERGE que, por lo general, consistirá en terapia con un inhibidor de la bomba de
protones (IBP)
6,7. Se espera que la terapia con IBP alivie la pirosis, pero también puede aliviar
síntomas dispépticos coexistentes. Si este es el caso, se considera que el paciente tiene
ERGE con síntomas dispépticos asociados, por lo que el tto empírico resulta
diagnóstico y terapéutico
15. 8. El uso de estrategias para la erradicación de
H. pylori en la dispepsia no investigada
basadas en investigar-y-tratar se considerauna
norma de atención médica. Muy
probablemente la detección de H. pylori
mediante una prueba del aliento con urea o de
detección de antígeno en heces es costo
efectiva cuando hay una elevada prevalencia
de infección por H. pylori en la población. La
utilidad de esta estrategia disminuye conforme
disminuye la prevalencia de H. pylori en la
población, especialmente cuando cae a niveles
inferiores a 20%.
9,10. Si el paciente responde a la terapia de
erradicación, esto no consolida a la H. pylori
como la causa de los síntomas. Algunos
factores causan confusión son el efecto
placebo, los efectos del IBP incluido en el
régimen de erradicación o la mejoría
espontánea.
11. La elección de la terapia empírica estará
guiada por los medicamentos localmente
disponibles y las restricciones para su uso.
12,13. La respuesta a la terapia empírica no
confirma un diagnóstico de DF. En la mayoría
de los casos, la resolución de los síntomas
elimina la necesidad de realizar más
investigaciones. Se puede considerar realizar
más investigaciones si el paciente tiene más
de 50 años de edad, o cuando hay factores de
riesgo específicos presentes tales como el uso
de AINE o riesgos de esófago de Barrett.
16. 20 Si el paciente responde a la terapia de erradicación, esto no establece al H. pylori como la causa de los síntomas. Los
factores que causan confusión son el efecto placebo, los efectos del IBP añadido al régimen de erradicación o la mejoría
espontánea.
18,19. El papel de la infección por H. pylori y la utilidad de la
erradicación de H. pylori en el caso de una endoscopía negativa
son áreas de controversia. Los metanálisis indican una ganancia
pequeña pero estadísticamente significativa después de la
erradicación en los pacientes positivos a H. pylori, con un
número estimado de tratar alrededor de 15. Sin embargo, la
respuesta de los síntomas con frecuencia se demora.
14. Según las directrices de Roma,1 el estudio clave para ayudar a establecer un diagnóstico
de DF es una panendoscopia que no muestre una patología que pudiera explicar los
síntomas. Sin embargo, como se indica arriba, esta investigación no está indicada en todos
los casos de dispepsia. Además, no se ha definido el impacto de la terapia antisecretora
reciente sobre los hallazgos endoscópicos y la ventana de tiempo óptima para interrumpir
la terapia antisecretora fallida.
15. Los hallazgos anormales incluyen la presencia de una lesión orgánica relevante o una
prueba positiva a H. pylori.
16,17. Las enfermedades orgánicas relevantes que pueden presentarse con síntomas
dispépticos incluyen a la enfermedad por úlcera péptica, esofagitis erosiva y cáncer en la
parte alta del abdomen. Estas enfermedades requieren terapia específica.
17. 21. Los criterios diagnósticos de Roma III para la DF son: I) uno o más de: plenitud postprandial que
produce molestia, saciedad precoz, dolor epigástrico y ardor epigástrico; II) sin evidencia de
alteraciones estructurales que pudieran explicar los síntomas y III) los criterios se satisfacen durante
los últimos tres meses y los síntomas comenzaron por lo menos 6 meses antes del diagnóstico.
22. El síndrome del distress postprandial (SDP) es un subgrupo de la DF caracterizado por plenitud
postprandial y saciedad precoz. Los criterios se satisfacen durante los últimos 3 meses y los síntomas
comenzaron por lo menos seis meses antes del diagnóstico. La presencia de distensión epigástrica o
náusea postprandial o eructos excesivos respaldan el diagnóstico de SDP.
23. El síndrome del dolor epigástrico (SDE) es un subgrupo de la DF caracterizado por dolor
epigástrico o ardor epigástrico intermitente, no generalizado, no relacionado con vesícula, gases o
defecación. Pirosis epigástrica no retroesternal. Relacionado con el ayuno y las comidas.
24. En muchos pacientes los síntomas de SDE y SDP se pueden sobreponer. , suponiendo hasta el
50% de la población dispéptica
25,26. La elección de la terapia inicial puede depender del subgrupo de DF pero esto es extraoficial.
Hay evidencia de la eficacia limitada de los IBP en la DF. No se ha estudiado a fondo la manera
óptima de abordar la sobreposición del SDP y SDE, pero comenzar con un IBP parece razonable. A
menudo se sugiere que se puede recetar una dosis baja de antidepresivo tricíclico para los síntomas
del SDE que no responden a la terapia con IBP. En caso de que un procinético no alivie los síntomas
de SDP, podría considerarse por ejemplo la buspirona.
27. No se ha estudiado la estrategia óptima a largo plazo para la DF que responde a la terapia inicial
(terapia de mantenimiento/sobre demanda/interrupción).
18. TRATAMIENTO
• Promover una relación personal adecuada, tranquilizando al paciente sobre la benignidad de
sus síntomas. Una relación médico-paciente satisfactoria y algunas recomendaciones dietéticas
(por ejemplo, evitar ingestas copiosas y ricas en grasas, picantes, alimentos de difícil digestión y
el abuso del tabaco o/y el café) pueden resultar suficientes en los casos leves.
• En casos más severos, será preciso la prescripción de una terapia farmacológica en función del
síntoma predominante:
– IBP (omeprazol) a dosis de 20 mg/día posee una eficacia superior al placebo en la dispepsia
funcional tipo ulceroso, no así en la tipo dismotilidad. Los antiácidos poseen una eficacia
similar al placebo y los antagonistas de los receptores H2 son discretamente superiores, pero
de menor eficacia a los antiácidos.
– Los procinéticos resultan beneficiosos en algunos pacientes, aunque no existen datos
que permitan relacionar el alivio sintomático con la magnitud de la aceleración del
vaciamiento gástrico. Se recomienda su empleo en los pacientes con molestias tipo
saciedad precoz, plenitud postprandial, náuseas y distensión epigástrica:
• Antidopaminérgicos: cleboprida 500 mg/8 h, domperidona 10 mg/8h y metoclopramida 10
mg/8h. La metoclopramida puede atravesar la barrera hematoencefálica, de ahí su acción
ansiolítica y sus efectos secundarios.
19. TRATAMIENTO
• Erradicación de H. pylori: no está indicada en el tratamiento de la
dispepsia funcional. Esta recomendación se basa, no sólo en la ausencia
de evidencias que relacionen la patogénesis del H. pylori con el desarrollo
de la dispepsia funcional, sino también en los resultados clínicos
obtenidos en los estudios de erradicación.
• Psicofármacos: el tratamiento con estos agentes debería limitarse a
aquellos pacientes en los que se evidencie la presencia de
depresión, ansiedad, alteraciones conductuales y/o de la personalidad. Si
estas alteraciones son importantes se recomienda la valoración del
paciente por un psicólogo:
– Ansiolíticos: benzodiacepinas, buspirona.
– Antidepresivos: amitriptilina 75-100 mg/día, nortriptilina 25 mg/8
h, imipramina 75-100 mg/día, fluoxetina 20 mg/día o paroxetina 20 mg/24h.
20. BIBLIOGRAFÍA
• www.guiasgastro.net
• www.semfyc.es
• www.aegastro.es
• www.cochrane.es
• GuÍa clínicas Fisterra.
• GuÍa de Práctica Clínica. ICS. Pub-Med. Asociación Española de Gastroenterología, Sociedad Española
de Medicina de Familia y Comunitaria
• Centro Cochrane Iberoamericano.
• Algoritmos de la fundación ROMA (III) para el diagnóstico de síntomas gastrointestinales comunes.
• www.prous.com/digest. Dispepsia: manjeo diagnóstico y terapéutico. Natalia Zárate y Ana Accarino
• ¿Qué se entinde por dispepsia? Fermín Mearin. Instituto de Trastornos Funcionales y Motores
Digestivos. Centro Médico Teknon de Barcelona