2. Una Pequeña Leyenda de Poder....
Cuenta una leyenda que había dos niños patinando sobre una laguna
congelada. Era una tarde nublada y fría, pero los niños jugaban preocupación; cuando de pronto, el hielo se reventó y uno de los
niños cayó al agua.
El otro niño viendo que su amiguito se ahogaba debajo del hielo,
tomó una piedra y empezó a golpear con todas sus fuerzas hasta
que logró quebrarlo y así salvar a su amigo.
Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido, se
preguntaron: -¿Cómo lo hizo? El hielo está muy grueso,
es imposible que lo haya podido quebrar, con esa piedra y sus
manos tan pequeñas!!!!
En ese instante apareció un anciano y dijo:
-"Yo se cómo lo hizo".
-"¿Cómo ?", le preguntaron al anciano, y él contestó:
"No había nadie a su alrededor que le dijera que no se
podía hacer"
4. Entrevista niña: Octubre de 1999
“Si, yo si voy a aprender a leer y a escribir, por eso vengo a la escuela . . ¿o
no?”
Entrevista maestra: Octubre de 1999
“ . . . Yo creo que la niña va a tener dificultad para aprender,
no tiene la madurez suficiente, es muy lenta para trabajar . . . ”
Entrevista niña: Junio del 2000
“ . . . mi maestra me dijo que voy a reprobar, yo no sé porque, sí ya se leer
y escribir, poquito pero ya sé . . .”
Entrevista maestra: Junio del 2000
“ . . . si, ya sabe, me da mucha pena, pero ya tengo todos los papeles listos y ni
modo, le va a servir para reafirmar todo lo de primero, ya no es posible hacer
nada . . . lo siento por ella, pero ya le dije que no aprobaría . . .”
7. Rosenthal y Jacobson
1968
“Pygmalion in the class-room”
Resalta el papel que tienen las
expectativas del maestro, para
propiciar el desarrollo intelectual del
alumno.
8. Aplicaron una prueba de inteligencia a más de
500 niños de una escuela primaria en California,
con la finalidad de comunicarles a los maestros
quiénes eran los niños con mayor potencial
intelectual. Se les proporcionó a los profesores
un listado de los niños que supuestamente
habían calificado más alto, pero quienes en
realidad habían sido elegidos al azar.
Ocho meses después se volvió a aplicar la
misma prueba a todos los alumnos. Las
calificaciones mejoraron en aquellos niños en
los que el maestro había puesto mejores
expectativas.
9. Bandura (1986)
Ha demostrado que en la solución de
problemas matemáticos, los niños con
expectativas de autoeficacia más altas,
solucionan correctamente un número mayor
de problemas, descartan más rápidamente
estrategias incorrectas, vuelven más
fácilmente a insistir con los problemas no
solucionados y en general, tienen una
actitud más positiva ante las matemáticas.
10. El efecto pigmalión es uno de los sucesos que, tanto
en el ámbito laboral como en el escolar, social y
familiar, pueden ser más productivos o
contraproducentes.
El efecto pigmalión se puede identificar de las
siguientes maneras:
Suceso por el que una persona consigue lo que se
proponía previamente a causa de la creencia de que
puede conseguirlo.
Las expectativas y previsiones de los profesores
sobre la forma en que de alguna manera se
conduciría a los alumnos, determinan precisamente
las conductas que los profesores esperaban.
(Rosenthal y Jacobson).
11. Efecto pigmalión positivo: El efecto
pigmalión positivo se refiere a aquel que
produce un efecto positivo en el sujeto, de
forma que afianza el aspecto sobre el cual se
produce el efecto, provocando un aumento
de la autoestima del sujeto y del aspecto en
concreto.
Efecto pigmalión negativo: El efecto
pigmalión negativo es aquel que produce que
la autoestima del sujeto disminuya y que el
aspecto sobre el que se actúa disminuya o
incluso desaparezca.
12. Rosenthal y Jacobson estudian el efecto
Pigmalión desde la perspectiva de la teoría
de la profecía autorrealizada. Esta teoría la
entendemos como uno de los factores que
influyen en la motivación de los alumnos en
el aula. Aparentemente parece que es un
efecto mágico, pero no lo es, lo que ocurre es
que los profesores formulan expectativas
acerca del comportamiento en clase de
diferentes alumnos y los van a tratar de
forma distinta de acuerdo con dichas
expectativas.
Notas del editor
Autoeficacia (el juicio emitido sobre la propia capacidad para alcanzar un cierto nivel de ejecución que permita conseguir los objetivos propuestos) Bandura ha comprobado la influencia de las expectativas del niño en el aprendizaje académico. Ya que el rendimiento académico, depende no sólo de la existencia de las habilidades necesarias, sino también y sobre todo de la creencia por parte del alumno de que dispone de la habilidad suficiente para realizarlas, lo que implica la formación de expectativas de autoeficacia como un componente cognitivo crítico que determina la posibilidad de ejecución futura. Cuando el niño se imagine realizando dicha tarea, es importante que se vea capaz de realizarla con éxito. Lo anterior es un factor clave, que determina en la mayoría de las ocasiones la ejecución exitosa de cualquier habilidad aprendida.
Robert Rosenthal y Leonore Jacobson estudiaron los efectos de las expectativas de los maestros en el aprovechamiento del los alumnos. Encontraron que las expectativas basadas en los antecedentes familiares, en la información proporcionada por los maestros y en las calificaciones escolares, así como las dificultades para manejar la conducta de los niños afectaron negativamente la opinión de los maestros sobre los pequeños, y por lo tanto, incidieron sobre en su enseñanza.
Pigmalión en la escuela, analiza los efectos de las expectativas del profesor sobre las conductas esperadas o deseadas en sus alumnos. Resalta el papel que tienen las expectativas del maestro, para propiciar y/o obstaculizar el rendimiento educativo en los estudiantes. La profecía que se cumple a si misma.
El estudio mostró los efectos de las expectativas de los maestros en el logro de los niños en la escuela. Cuando los supervisores dijeron a los maestros que sus grupos eran extremadamente capaces y que podrían tener un gran rendimiento durante el año, los niños mostraron un aprovechamiento que fue más allá de las expectativas de cualquiera de los profesores. Sin embargo, cuando se les dijo que de acuerdo a los resultados de unas pruebas de inteligencia, el grupo era “lento” y que no se podía esperar mucho de él, los niños alcanzaron muy poco. Esto ocurrió a pesar de que las características de los dos grupos eran similares. Las implicaciones que este estudio tiene para la enseñanza, en particular en las áreas urbanas o económicamente desfavorecidas, son enormes. Si disminuimos las expectativas que tenemos de los estudiantes a causa del contexto social de donde provienen, estaríamos motivando a los niños al fracaso por medio de las expectativas autorrealizables. Los niños necesitan estándares y expectativas para así poder alcanzar su objetivo como estudiantes.
Bandura ha comprobado la influencia de las expectativas del niño en el aprendizaje académico. Ya que el rendimiento académico, depende no sólo de la existencia de las habilidades necesarias, sino también y sobre todo de la creencia por parte del alumno de que dispone de la habilidad suficiente para realizarlas, lo que implica la formación de expectativas de autoeficacia como un componente cognitivo crítico que determina la posibilidad de ejecución futura. Cuando el niño se imagine realizando dicha tarea, es importante que se vea capaz de realizarla con éxito. Lo anterior es un factor clave, que determina en la mayoría de las ocasiones la ejecución exitosa de cualquier habilidad aprendida.