Macroglobulinemia de Waldemström y su relación con la IgM
1. IgM: INMUNOGLOBULINA MÁS PRIMITIVA Y LA MÁS
FRECUENTE DURANTE LA RESPUESTA PRIMARIA CON
UNA SITUACIÓN EXCLUSIVAMENTE INTRAVASCULAR, SU
RELACIÓN CON LA GAMMAPATÍA MONOCLONAL Y SU
ASOCIACION DIRECTA CON EL DESARROLLO DE LA
MACROGLOBULINEMIA DE WALDEMSTRÖM
Macias M. Angie1
Cañarte A. Jorge2
INTRODUCCION
La inmunidad humoral le otorga al
cuerpo la capacidad de enfrentarse
ante distintos antígenos mediante
inmunoglobulinas o anticuerpos,
cuyo fin es actuar de manera directa
para aplacar cualquier daño que
pueda producirse. Las
inmunoglobulinas se diferencian de
manera específica de acuerdo con
su función a pesar de estar
interrelacionadas respecto a la
respuesta inmune, ya que se puede
decir que un tipo es desencadenante
de otra.
La inmunoglobulina M también
conocida como macroglobulina es un
componente proteico de la
inmunidad humoral segregado por
los linfocitos B.6 Esta juega un papel
fundamental en las respuestas
inmunitarias primarias frente a un
antigeno, que se halla presente en la
membrana de los linfocitos B.3 Se
caracteriza por un elevado peso
molecular que la predispone a que
1 Estudiante de la cátedra de Salud e Infección Inmunología,Virología y Micología del cuarto nivel de la
carrera de Medicina de la Faculta del Ciencias de la Salud de la Universidad Técnica de Manabí
2 Docente de la cátedra de Salud e Infección Inmunología,Virología y Micología de la Universidad Técnica
de Manabí
adquiera un carácter
intravascular.4,14 Se la reconoce por
ser la responsable de actuar en la
inmunidad de las mucosas y por ser
la primera de las inmunoglobulinas
en activarse frente a cualquier tipo
de infección.
Esta proteína plasmática localizada
en la membrana de los linfocitos B en
forma monomérica y en el torrente
sanguíneo de forma pentámera, es
la primera que aparece en el curso
de la evolución filogénica y
oncogénica, donde el feto ya puede
sintetizarla en determinadas
circunstancias. Generalmente en los
niños y adultos es la primera en
aparecer tras el primer contacto con
un antígeno.5
Dentro del tema de las
inmunoglobulinas es muy común
escuchar hablar sobre las
gammapatías monoclonales de
varias de ellas, tales como la IgM,
IgE, IgD, entre otras. Las
gammapatías monoclonales
2. comprenden un grupo de
enfermedades que se caracterizan
por la proliferación clonal de células
plasmáticas que producen un único
tipo de cadena ya sea ligera o
pesada (componente monoclonal)
en cantidades excesivas.
Estas cantidades excesivas de
inmunoglobulinas resultan
perjudiciales, ya que interfieren en
las diversas funciones de la sangre,
el mal funcionamiento renal y facilita
el desarrollo de infecciones e incluso
llegando a lesionar los huesos que
contienen la medula ósea.10
Existen varias patologías que tienen
como factor común una gammapatía
monoclonal, siendo más específico y
centrándonos en la que se va a tratar
este artículo, la macroglobulinemia
de Waldemström, que es una
entidad clínica que se encuentra
asociada directamente con la
inmunoglobulina M y con la
presencia de los cuerpos clonales de
esta en la medula ósea de quienes la
padecen.
La Macroglobulinemia de
Waldemström es una situación
clínico- patológica caracterizada
principalmente por una gammapatía
monoclonal IgM. A pesar de que
puede ser confundida con otro tipo
de patología tiene un factor distintivo
que se basa principalmente en su
análisis a nivel de laboratorio como
lo son las biopsias. Esta patología es
conocida también como linfoma
linfoplasmático, por lo que
centrándonos en su nombre de
linfoma podemos deducir de manera
inmediata que se trata de un cáncer
de carácter maligno. Esta patología
es muy poco frecuente, pero quienes
la padecen la han descrito como una
enfermedad de avance rápido y que
si no es tratada de manera adecuada
puede traer complicaciones con
mucha facilidad.
GAMMAPATÍAS
MONOCLONALES
Las discrasias de células
plasmáticas son llamadas también
paraproteinemias o gammapatías
monoclonales. Comprenden un
grupo heterogéneo de
enfermedades que se caracterizan
por la presencia en el suero o en la
orina de una inmunoglobulina
monoclonal.9
La gammapatía clonal es una
alteración permanente cualitativa y
cuantitativamente anormal de la
sangre, que se caracteriza por una
producción anormal de
inmunoglobulinas y la aparición de
tumores de plasmocitos. Es de
carácter maligno que se deriva
directamente de las células de la
inmunidad humoral, linfocitos B, y
permitiendo solo la expresión de una
inmunoglobulina parcial, que en este
caso sería la inmunoglobulina M.
Los trastornos proliferativos de
células plasmáticas por lo general se
clasifican entre las gammapatías
monoclonales, debido a la secreción
de inmunoglobulinas monoclonales.
Estas enfermedades incluyen
alteraciones malignas, como
mieloma múltiple, plasmocitoma,
leucemia de células plasmáticas,
enfermedad de depósito de cadena
3. ligera (LCDD por sus siglas en
inglés), algunos trastornos
premalignos o indolentes, como la
gammapatía monoclonal de
significado incierto (MGUS por sus
siglas en inglés) y mieloma múltiple
asintomático, entre otros. 7 En las
discrasias de células B, la proteína
monoclonal secretada puede
tratarse de una inmunoglobulina
intacta, de una cadena ligera libre
exclusivamente (κ o λ), sin
anticuerpos tradicionales (IgG, IgA,
IgM, etc.) o de la combinación de
ambas (por ejemplo, IgGκ con κ
libre.8
Esta condición va a estar asociada a
la aparición de una serie de
patología que afectan al organismo
en distintos niveles. Cerca de 10%
de los pacientes con gammapatías
monoclonales tienen neuropatía
periférica, que puede estar
relacionada con un anticuerpo
monoclonal con reactividad a la
glicoproteína asociada con la
mielina. La neuropatía periférica es
la única complicación neurológica
clínicamente significativa de la
gammapatía monoclonal de
significado incierto.11
MACROGLOBULINEMIA DE
WALDEMSTRÖM
La Macroglobulinemia de
Waldemström es una situación
clínico- patológica caracterizada
principalmente por una gammapatía
monoclonal IgM. Esta patología es
conocida también como linfoma
linfoplasmático, por lo que
centrándonos en su nombre de
linfoma podemos deducir de manera
inmediata que se trata de un cáncer
de carácter maligno. Esta patología
es muy poco frecuente, pero quienes
la padecen la han descrito como una
enfermedad de avance rápido y que
si no es tratada de manera adecuada
puede traer complicaciones con
mucha facilidad. Es un tipo de
neoplasia poco común caracterizada
por una proliferación monoclonal de
linfocitos B que infiltran médula y
órganos linfoides, con capacidad de
sintetizar y segregar cantidades
elevadas de inmunoglobulina M
(IgM) monoclonal.
La macroglobulinemia de
Waldenström es un linfoma
linfoplasmocítico caracterizado por
una proliferación monoclonal de
linfocitos B productores de
inmunoglobulina M que infiltran la
médula ósea. Las manifestaciones
neurológicas asociadas a la
macroglobulinemia de Waldenström
suelen ser debidas al fenómeno de
hiperviscosidad o a neuropatías
desmielinizantes mediadas por
inmunoglobulina M. Cuando la
afectación neurológica es debida a la
infiltración del sistema nervioso
central por las células
linfoplasmocitoides, se produce un
síndrome denominado de Bing-Neel,
con baja prevalencia y variedad de
manifestaciones clínicas.12
A pesar de que puede ser
confundida con otro tipo de patología
tiene un factor distintivo que se basa
principalmente en su análisis a nivel
de laboratorio como lo son las
biopsias.
4. Es importante diferenciar la
gammapatía monoclonal de
significado incierto (GMSI) tipo IgM,
que presenta el componente
monoclonal IgM en suero pero no
evidencia la infiltración en la biopsia
ósea, a diferencia de la
Macroglobulinemia de Waldemström
que si la presenta.13 Puede
clasificarse en sintomático o
asintomático, esta diferenciación es
de gran importancia debido a que se
puede determinar cual requiere un
tratamiento, que en este caso sería
la sintomática.
La molecula de IgM, que es de
carácter intravascular, es muy
grande y tiende a formar
pentámeros, por lo que, si la
concentración sérica es alta, va a
ocasionar un síndrome de
hiperviscosidad. También puede
provocar crioglobulinemia ya que
puede formar complejos proteicos
que precipitan a bajas temperaturas
provocando un cuadro de necrosis,
pero son muy pocos los pacientes
que lo padecen. La IgM puede tener
también actividad anticuerpo e
interactuar con otras proteínas
produciendo hemorragias,
trombosis, hemolisis, entre otras
manifestaciones.
Se caracteriza por tener un curso
crónico y con una evolución muy
lenta. En su forma sintomática va a
tener varias manifestaciones
clínicas, tales como: fatiga, pérdida
de apetito, pérdida de peso, en
ocasiones sudoración profusa a esto
debe sumársele que la presencia de
grandes cantidades de IgM puede
originar un síndrome de
hiperviscosidad que va a provocar
que la sangre pierda su flujo normal
por lo que puede originar
alteraciones neurológicas
principalmente como cefalea,
vértigo, confusión, somnolencia; a
nivel ocular como por ejemplo
trastornos de la visión; a nivel
cardiaco como una insuficiencia.
También puede originarse una
diátesis hemorrágica debido a la
hiperviscosidad sanguínea y por la
plaquetopenia que produce la
infiltración medular, lo que va a
inducir que la persona sangre de
forma anómala.
La biopsia osea es un requisito
indispensable para el diagnóstico de
Macroglobulinemia de
Waldemström, donde se demuestra
la infiltración. Este se caracteriza por
la presencia de linfocitos pequeños
con plasmocitos y linfoplasmocitos el
patrón de infiltración más frecuente
es el intertrabecular y generalmente
difuso y es muy característica la
presencia de mastocitos.13,16,17
Esta patología tiene una media de
supervivencia superior a los 5 años y
al menos un 30% de quienes lo
padecen viven hasta los 10 años a
partir del diagnóstico.
CONCLUSIONES
La inmunoglobulina M juega un
papel fundamental dentro de los
anticuerpos de la inmunidad humoral
debido a que es la principal
respuesta primaria ante cualquier
antigeno, pero su sobreexpresión
por falencias en su proliferación trae
consigo una serie de inestabilidades
5. que afectan de manera directa al
sistema inmunitaro.
Las gammapatías monoclonales son
alteraciones a nivel sanguíneo que
afectan directamente en los
aspectos cualitativos y cuantitativos,
ocasionando que los anticuerpos o
inmunoglobulinas se produzcan de
manera anormal, trayendo consigo la
aparición de tumores de
plasmocitos.
Esta gammapatía monoclonal va a
ser un factor determinante en el
desarrollo de la Macroglobilnemia de
Waldemström, enfermedad que va a
estar asociada con la
inmunoglobulina M. Esta va a ser un
cáncer de carácter maligno que va a
afectar el flujo sanguíneo ya que al
producirse una gammapatía
monoclonal de IgM, ésta al poseer
un carácter intravascular y ser de un
gran tamaño molecular, va a
aumentar su concentración
ocasionando una hiperviscosidad,
por lo tanto, disminuyendo el flujo
sanguíneo desencadenando una
serie de afectaciones, siendo las
principales a nivel neurológico y
estando acompañada de varias
manifestaciones clínicas.
La Macroglobulinemia de
Waldemström es una enfermedad de
avance lento pero, para quienes la
padecen ofrece una media de
sobrevivencia de 5 años como
mínimo y 10 años como máximo. Se
puede clasificar en sintomática o
asintomática, siendo la primera de
gran relevancia, ya que es la que se
debe controlar mediante tratamiento
y de esta forma asegurar el control
de la enfermedad con el objetivo de
ofrecer una supervivencia a quien
haya sido diagnosticado con esta
enfermedad.
Por lo tanto, la Macroglobulinemia va
a estar asociada directamente a las
alteraciones del flujo sanguíneo, a la
sobreexpresión de la
inmunoglobulina M y a las
posteriores manifestaciones que
pueden llegar a la muerte del
paciente.
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