2. Sabemos que alrededor del 75% de
la tierra es agua en forma de
océanos, lagos, ríos, glaciares, etc.
Nuestro cuerpo está hecho
principalmente de agua, y esta juega
un papel muy importante en nuestra
salud física. Aproximadamente el 85%
de nuestro cerebro, el 80% de
nuestra sangre y el 70% de nuestros
músculos es agua, y cada célula de
nuestro cuerpo necesita agua para
vivir.
Si no tenemos suficiente agua, la presión arterial
puede caer a niveles peligrosamente bajos, se
pueden formar coágulos sanguíneos, dañaría la
función renal y puede causar estreñimiento.
3. Compartimientos líquidos del cuerpo
(60% de la masa corporal el agua)
LIQUIDO EXTRACELULAR
(Fuera de las células)
LIQUIDO INTERSTICIAL,
INTERSECULAR O TISULAR
(Entre las células y los tejidos)
PLASMA
(Porción liquida de la sangre)
LIQUIDO INTRACELULAR
(Dentro de la célula)
4. MATERIA
La materia se define como todo aquello que
ocupa volumen y tiene masa. Puede encontrarse
en estado sólido, líquido y gaseoso. Toda la
materia está compuesta por partículas diminutas.
Según sus características y su tamaño, estas
partículas se denominan átomos, iones,
moléculas etc. Toda la materia, tanto la del medio
inerte como la de los seres vivos, está formada
por elementos, que se definen como una
sustancia que no puede transformarse en otras
sustancias más pequeñas mediante métodos
químicos ordinarios. Existen más de 100
elementos diferentes, cada uno con sus
propiedades características. Los elementos que
forman la materia inerte y la viva son los mismos
aunque en diferentes proporciones. El 98% de la
materia viva está formada solo por seis
elementos: carbono, hidrógeno, nitrógeno,
oxígeno, fósforo y azufre.
5. ÁTOMO
Un átomo es la cantidad menor de un elemento químico que tiene existencia propia
y que está considerada como indivisible. El átomo está formado por un núcleo con
protones y neutrones y por varios electrones orbitales, cuyo número varía según el
elemento químico. No obstante, además de los elementos que lo componen, es
importante subrayar que todo átomo cuenta con una serie de propiedades que son
fundamentales tener en cuenta a la hora de trabajar con él. En este caso, nos
encontramos con el hecho de que las mismas son el tamaño, la masa, las
interacciones eléctricas que se establecen entre electrones y protones o los niveles
de energía. El átomo también es denominado como la partícula fundamental,
gracias a su característica de no poder ser dividido mediante procesos químicos. A
partir de los siglos XVI y XVII, con el desarrollo de la química, la teoría atómica
comenzó a avanzar con certezas que, hasta entonces, eran imposibles de obtener.
Los químicos lograron descubrir que cualquier líquido, gas o sólido podía
descomponerse en distintos elementos o constituyentes últimos (por ejemplo, cada
molécula de agua está formada por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno:
H2O). John Dalton fue quien demostró que los átomos se unían entre sí de acuerdo
a ciertas proporciones definidas.
6. MOLÉCULA
La molécula es la partícula más pequeña que
presenta todas las propiedades físicas y
químicas de una sustancia, y se encuentra
formada por dos o más átomos. Los átomos
que forman las moléculas pueden ser iguales
(como ocurre con la molécula de oxígeno, que
cuenta con dos átomos de oxígeno) o distintos
(la molécula de agua, por ejemplo, tiene dos
átomos de hidrógeno y uno de oxígeno). Las moléculas se encuentran en
constante movimiento, y esto se
conoce como vibraciones
moleculares (que pueden ser de
tensión o de flexión). Sus átomos se
mantienen unidos gracias a que
comparten o intercambian
electrones.
Cabe destacar que las moléculas
pueden ser neutras o presentar carga
eléctrica. En este último caso, se las
denomina ion-molécula o ion
poliatómico.
7. MACROMOLECULAS
Una macromolécula es una molécula de gran
tamaño creada comúnmente por la
polimerización de subunidades más pequeñas
(monómeros). Por lo general se componen de
miles, o más, de átomos. Pueden ser tanto
orgánicas como inorgánicas y las más comunes
en bioquímica son biopolímeros (ácidos
nucleicos, proteínas, carbohidratos y polifenoles)
y grandes moléculas no poliméricas (como
lípidos y macrociclos).
El término «macromolécula» (macro- + molécula)
fue acuñado por el premio Nobel Hermann
Staudinger en la década de 1920, aunque su
primera publicación relevante en este campo sólo
mencionaba «compuestos de alto peso
molecular» (por encima de 1.000 átomos).7 En
ese momento el término «polímero», como había
sido introducido por Berzelius en 1833, tenía un
significado diferente al de hoy: solamente era otra
forma de isomorfismo, por ejemplo, con benceno
y acetileno y tenía poco que ver con el tamaño.
El uso del término para describir moléculas de gran
tamaño varía según las disciplinas. Por ejemplo,
mientras que en biología se refieren a
macromoléculas como las cuatro grandes
moléculas que comprenden los seres vivos, en
química, el término puede referirse a los agregados
de dos o más moléculas unidas por fuerzas
intermoleculares en lugar de enlaces covalentes,
pero que no se disocian fácilmente.
8. MACROMOLÉCULAS
(PROTEÍNAS)
Las proteínas son las macromoléculas
biológicas más importantes. Sus funciones
son enormemente variadas aunque todas
realizan su función mediante el mismo
mecanismo, la unión selectiva a moléculas.
Su funciones son:
Función estructural: Muchas proteínas forman
estructuras que organizan la disposición espacial
de las células o confieren elasticidad y resistencia
a distintos órganos
Función enzimática: Muchas
proteínas actúan como
biocatalizadores, posibilitando
reacciones biológicas que
serían imposibles en
condiciones normales.
Función hormonal: Algunas
hormonas tienen funciones
hormonales, como la insulina y el
glucagón encargadas de los
mecanismos de regulación de
glucosa en sangre.
Función reguladora: Algunas proteínas regulan la expresión
de ADN bloqueando o permitiendo la síntesis de otras
proteínas.
Función de transporte:
Algunas proteínas como la
Hemoglobina en los
vertebrados, tienen la función
de transportar distintos
elementos necesarios para
otras reacciones.
Función de reserva:
Algunas proteínas como
la ovoalbúmina están
específicamente
diseñadas como reserva
de aminoácidos.
Función
defensiva: Las
inmunoglobulinas
o anticuerpos son
el más estudiado
ejemplo de
proteínas
defensivas.
Función contráctil: La
actina y la miosina son
las encargadas de la
contracción muscular.
Otras como la dineína
posibilitan el movimiento
de cilios y flagelos