La prevaricación administrativa requiere que una autoridad o funcionario dicte una resolución contraria al derecho de manera intencional para hacer efectiva su propia voluntad y con conocimiento de que actúa de forma ilegal, y que ocasione un resultado injusto. Según la jurisprudencia del Tribunal Supremo, para que exista prevaricación la resolución debe carecer de argumentación jurídica razonable que explique su ilegalidad.