1. HUMANISMO PEDAGÓGICO DESDE LEER EL ENTORNO
José Luis Jiménez Rodríguez
Noviembre 22/ 2016
"Un proyecto siempre se concibe desde un fundamento social”, es en el
preciso instante que reconocemos no solo las características ambientales
del entorno, sino su entramado político, social, económico y cultural que
dinamiza e intermedia en sus acciones, haciéndolas particulares y sujetas
a procesos que en cualquier momento obstaculizan su propia evolución, es
allí donde nace una situación de intervención mediada por una idea
organizada, denominada proyecto, en nuestro caso particular, Proyecto
Educativo Institucional. Las instituciones educativas en la actualidad se
someten al impacto generado por el desconocimiento de su propia
naturaleza estratégicamente ligada a sus recursos y la forma que adopta su
entorno en un cambiante sobrevenir de situaciones accionadas desde
instancias más poderosas a la hora de educar, en este asunto me refiero a
toda acción llevada a cabo por las personas para afrontarla la violencia, las
dinámicas familiares, los medios de comunicación, la cultura como una
forma de reaccionar ante el medio y demás posiciones sociales
condicionadas a asumir estereotipos o formas colectivas de actuar en
sociedad.
2. Desde descifrar y entender las expectativas que se acumulan en el
entorno, la academia siempre va a estar asida a una responsabilidad social
cuya estructura la involucra como elemento esencial de una dinámica
propia y específica, por consiguiente, la escuela se convierte en actor
fundamental para arraigar las problemáticas suscitadas como situación
normal de evolución social o como mediadora para hacer de los escenarios
de riesgo identificados, posibilidades de reestructuración social,
involucrando de una u otra forma a todos los individuos participes de su
propuesta educativa. No se puede educar en contravía de la realidad social
de las personas que asisten a la escuela, no se pueden vender imaginarios
que niegan las estructuraciones reales construidas más desde la escases
que desde la abundancia, no solamente material, afectiva en la mayoría de
los casos.
La escuela desde sus propósitos misionales debe posicionarse como
cimiento de esperanza para las comunidades atendidas, es en aquellos
lugares donde la escases de recursos no proveen instancias de bienestar
comunitario, escenario idóneo para que la escuela los resuma y adopte su
rol social inherente a su propia evolución particular y se proyecte como una
convocatoria de imaginarios locales con infinidad de posibilidades respecto
a lograr su propio bienestar accionado desde conexiones estratégicas
establecida por la academia. Es la lectura del entorno lo que define la
esencia de la escuela, es la única posibilidad que existe para todos y desde
3. esta eventualidad vinculante nos debemos construir como comunidad, sin
instancias individuales que dispersen las energías por falta de una
estructura escolar en común, por consiguiente una educación con propósito
social no transcurre desde herramientas pedagógicas de propiedad
exclusiva, su recorrido en el tiempo se da desde estructuraciones
académicas como una empresa misional, accionadas desde la intención
teleológica institucional y fundamentada en procesos a largo plazo, en este
sentido se aborda el plan de estudios y los proyectos.
Los modelos pedagógicos que desarrollan competencias, no
necesariamente son una estructuración pedagógica de tipo humanista, en
la mayoría de ocasiones están relacionados con los estándares laborales
exigidos por los nuevos mercados, las competencias en la academia deben
pasar las barreras del claustro, dar ese paso social denominado
competencias edificadoras con la firme intención de conocer más a fondo
sus propios orígenes, problemáticas, realidades y por consiguiente la forma
de encontrase como escuela en un proyecto de intervención que no solo
garantice la participación de todos, sino el bienestar de todos. La escuela
debe encargarse de dar un nuevo sentido a las personas involucradas en el
proceso educativo, ese nuevo sentido relacionado con las expectativas de su
propia vida y las personas de su núcleo cercano, sea cual sea su estructura.
4. La academia se construye desde la información social, política,
económica, cultural y ambiental de su entorno, es por ello que desde el
humanismo la escuela se convierte en alternativa de vida, en oportunidad
de congregar seres humanos con expectativas y necesidades cercanas, un
sitio de convergencia donde a partir de las aflicciones propias se pueda
encontrar alivio en las luces de esperanza que allí se tratan, se estudian y
se disponen. Ninguna problemática en este sentido es ajena a los procesos
dinamizados desde leer el libro de la realidad y por consiguiente brindar los
espacios necesarios para volver a creer en conjunto, no solo las
comunidades y los propios estudiantes han perdido el sentido de su
educación, nosotros como docentes no tenemos un propósito claro al
relacionarnos con los educandos y menos con el mundo real, perdimos el
norte y apuntamos a realidades importadas o en el peor de los casos a
continuar nuestra labor profesional sin dejar leyenda, sin la posibilidad de
un referente que recordar, una historia que contar, porque la monotonía
borra la mente, deja los hombres en la meta de los años sin haber recorrido
nunca un camino.
Los modelos pedagógicos de corte humanista deben dibujar un camino
desde su realidad más cercana, desde los imaginarios que la frecuentan con
la firme intención de construir oportunidades en común y sueños en común,
eso es la escuela, un santuario inmaterial que se construye en común
acuerdo; en común necesidad.