1. CEFALEAS
La cefalea o dolor de cabeza es un síntoma que aparece en un gran número de
afecciones, es así que el diagnostico etiológico es a menudo difícil. Puede estar
extendida a toda la cabeza o radicar en ciertas partes de ella (frontal, parietal,
occipital o en hemicránea).
Las cefaleas son uno de los trastornos más comunes del sistema nervioso. En
general, se calcula que un 47% de los adultos han sufrido por lo menos una
cefalea en el último año. Suelen acompañarse de problemas personales y
sociales como el dolor, la discapacidad, el deterioro de la calidad de vida y las
pérdidas económicas. Se calcula que la prevalencia mundial de la cefalea en los
adultos es de un 47%. Entre la mitad y las tres cuartas partes de los adultos de
18 a 65 años han sufrido una cefalea en el último año, y más del 10% de este
grupo ha padecido migraña.
Básicamente, frente a una cefalea:
1. Preguntar: ¿Ha habido un traumatismo craneal previo? En la hipertensión
endocraneana, la cefalea puede asociarse a la bradicardia, edema de
papila y vómitos, entre otros.
2. Si existe fiebre, buscar su causa antes que las de la cefalea.
3. Medir la tensión arterial para comprobar si existe hipertensión arterial.
4. Buscar signos meníngeos que pueden ser positivos en caso de
meningitis. La cefalea constituye uno de los elementos del síndrome
meníngeo.
5. Efectuar un fondo de ojo que permite determinar si existe hipertensión
endocraneal.
6. Explorar los senos paranasales si se sospecha sinusitis.
2. 7. Explorar la arteria temporal para comprobar si existe arteritis de la
temporal.
8. Efectuar la exploración neurológica, en busca de hemiparesia, ataxia,
disminución del campo visual u otras alteraciones motoras y sensitivas.
9. Solicitar pruebas complementarias en casos seleccionados, en muchas
ocasiones los datos principales provienen del interrogatorio y de las
características localización e intensidad del dolor. Es usual la solicitud de
estudios analíticos, entre ellos el hemograma, la VSG y la PCR. También,
pueden solicitarse radiografías de cráneo y columna cervical si se
sospecha sinusitis o lesiones óseas y tomografía axial computarizada
(TAC) o resonancia magnética nuclear (RMN) para estudiar con detalle el
tejido cerebral y detectar estructuras anómalas como tumores cerebrales.
Entre las causas relacionadas con el sistema nervioso que pueden dar lugar a
cefaleas figuran:
Las irritaciones meníngeas (síndrome meníngeo)
La hipertensión endocraneana (síndrome de hipertensión endocraneana)
Tumores cerebrales
TIPOS DE CEFALEAS
A. Cefaleas primaria:
Suponen en torno al 78% de las cefaleas, tienden a no ser graves, aunque el
dolor puede ser muy intenso. Tienen importancia para la salud pública pues
causan gran discapacidad y morbilidad en la población. Comprenden a:
1. Migraña (jaqueca):
Es una cefalea muy frecuente, afecta entre el 12 y el 16% de la población
mundial. Produce ataques de dolor intenso, que de forma característica
afecta solo a la mitad derecha o izquierda de la cabeza, y se acompaña
de náuseas (el síntoma más característico), vómitos y sensación pulsátil.
Empeora con la actividad física ordinaria, puede durar desde algunas
horas hasta 2 o 3 días. Suele aparecer en la pubertad y afecta
3. principalmente al grupo entre los 35 y los 45 años de edad. Está causada
por la activación de un mecanismo encefálico que conduce a la liberación
de sustancias inflamatorias y causantes de dolor alrededor de los nervios
y vasos sanguíneos de la cabeza. La migraña es recurrente, a menudo
dura toda la vida y se caracteriza por presentarse episódicamente.
2. Cefalea tensional episódica:
Es la más frecuente. Se observa en más del 70% de ciertos grupos de
población. A menudo empieza en la adolescencia y afecta más a las
mujeres que a los hombres en una relación de 3:2. El dolor se presenta
en toda la cabeza de manera regular. La sensación es que algo aprieta el
perímetro de la cabeza. Suele producirse por contracturas musculares o
estrés. Mejora mucho con la actividad física y la relajación. Es un dolor
opresivo en banda que abarca todo el perímetro del cráneo que a veces
se irradia al cuello o desde este.
El tratamiento puede requerir medicaciónpreventiva constante si los ataques son
muy frecuentes, además del tratamiento del dolor agudo cuando este es muy
intenso. Puede guardar relación con el estrés o con problemas osteomusculares
del cuello. Cuando es episódica, los episodios duran por lo general unas pocas
horas, pero pueden persistir varios días. La cefalea tensional crónica puede ser
constante y es mucho más incapacitante que la forma episódica.
3. Cefalea en brotes:
Es relativamente rara; afecta a menos de 1 en 1000 adultos; es más
frecuente en los hombres que en las mujeres, con una relación de 6:1.
Generalmente se presenta a partir de los veintitantos años. Se caracteriza
por episodios recurrentes y frecuentes, breves pero sumamente
dolorosos, de cefalea y dolor en torno a un ojo, que lagrimea y se
enrojece; se acompaña de rinorrea u obstrucción de la fosa nasal del lado
4. afectado, y el párpado puede estar caído. Puede ser episódica o crónica.
Ha recibido otros nombres como cefalea histamínica y cefalea de Horton.
4. Cefalea por uso excesivo de analgésicos (cefalea de rebote):
Está causada por el consumo crónico y excesivo de medicamentos para
combatir las cefaleas. Es la forma más común de cefalea secundaria.
Puede afectar hasta un 5% de ciertos grupos de población, más a las
mujeres que a los hombres. Es una cefalea opresiva, persistente y
generalmente peor al despertar.
Otras cefaleas primarias:
Se incluyen varios subtipos, entre ellos la cefalea asociada a la actividad sexual,
la cefalea benigna por tos, la cefalea benigna por ejercicio y la cefalea hípnica.
B. CEFALEAS SECUNDARIAS:
Son aquellas que están provocadas por una enfermedad conocida. Pueden
deberse a enfermedades muy diversas y se dividen en los siguientes grupos:
1. Cefalea atribuida a traumatismo craneal, cervical o ambos.
Son cefaleas por traumatismo craneoencefálico.
2. Cefalea atribuida a trastorno vascular craneal o cervical.
Son cefaleas de causa vascular, es decir por alteraciones de los vasos
sanguíneos, tanto arterias como venas. Están causadas por accidente
cerebro vascular, o por arteritis de la temporal.
3. Cefalea atribuida a trastorno intracraneal no vascular.
Por ejemplo: cefalea por aumento de la presión del líquido
cefalorraquídeo, cefalea por disminución de la presión del líquido
cefalorraquídeo, o cefalea por neoplasia intracraneal.
5. 4. Cefalea atribuida a una sustancia o a su supresión.
Son cefalea por abuso de medicación, drogas o por síndrome de
abstinencia.
5. Cefalea atribuida a infección.
Causada por infección intracraneal, como la meningitis y la encefalitis; o
por infecciones generales, como la gripe.
6. Cefalea atribuida a trastorno de la homeostasis:
Hipoxia, diálisis, hipertensión arterial, hipotiroidismo.
7. Cefalea o dolor facial atribuido a trastorno del cráneo, cuello, ojos,
oídos, nariz, senos, dientes, boca u otras estructuras faciales o
craneales.
Se incluyen las cefalea causada por alteraciones del oído, como la otitis,
de los senos paranasales entre ellas la sinusitis y del ojo (glaucoma
agudo).
8. Cefalea atribuida a trastorno psiquiátrico.
9. Neuralgias craneales y causas centrales de dolor facial.
Incluye la cefalea por neuralgia del trigémino, por neuralgia del nervio
glosofaríngeo y la cefalea por estímulos fríos o "cefalea del helado".
10.Otros tipos de cefalea, neuralgia craneal y dolor facial central o
primario.
Incluye todas aquellas cefaleas que no pueden encuadrarse en ninguno
de los apartados anteriores.
En 1953 -como valor histórico- Harold G. Wolff realizó un estudio clásico de las
cefaleas que reconocen las siguientes causas:
6. ACÚFENOS
¿Qué son los acúfenos?
Se denomina acúfeno a la percepción de un sonido sin que exista fuente sonora
externa que lo origine. Puede afectar a uno de los oídos, a los dos o referirse a
la cabeza. Se puede percibir como un tono puro y sencillo o, con más
frecuencia, como ruidos complejos (murmullo de mar, chorro de vapor, grillo,
timbre, etc.).
Es un síntoma tan frecuente que la mayoría de la población, en algún momento
de su vida lo ha padecido, pero sólo en un pequeño porcentaje produce molestias
suficientes para requerir su abordaje.
¿Cuál es su causa?
En el caso de acúfenos pulsátiles (rítmicos) suelen estar asociados a problemas
vasculares de cuello o cabeza (estenosis, aneurismas, hipertensión…) o a
problemas cardíacos. Los acúfenos no pulsátiles suelen estar asociados a
problemas del oído, alteraciones del riego y a distintos tratamientos médicos.
7. ¿Cómo se diagnostica?
El primer paso importante para el diagnóstico es la anamnesis, es decir la
descripción del tipo de acúfenos percibidos por el paciente y los momentos o
condiciones que los desencadenan, así como la exploración de posibles
problemas de salud y tratamientos a los que se asocian.
Los datos que aporte la exploración física general, principalmente centrada en el
área otorrinolaringológica (garganta, nariz y oído) y cuello, y la exploración
cardiaca se suelen complementar con algunas pruebas analíticas. En función de
lo observado en la otoscopia, en ocasiones será necesario realizar pruebas
complementarias que incluirán desde un estudio audiométrico hasta pruebas de
imagen, todo ello en función de la sospecha diagnóstica
¿Cómo se trata?
En la mayoría de los pacientes el acúfeno evoluciona a la mejoría y solo en un
bajo porcentaje de los casos llega a limitar de forma importante la vida del
paciente. Por ello, es importante tranquilizarse y conocer el grado de repercusión
que su presencia produce en la vida cotidiana, ya que según ello será necesario
o no introducir medidas terapéuticas.
Puede ser recomendable evitar excitantes (chocolate, café, té y cola), el tabaco,
el uso de fármacos ototóxicos (tóxicos para el oído) y la protección frente al ruido.
Hasta el momento no existe un único tratamiento que sea efectivo en la mayoría
de los pacientes, por lo que en cada caso se debe de tratar de acuerdo a los
factores o enfermedades a los que se asocia y a la respuesta en el paciente.
Entre los tratamientos que han demostrado ser efectivos en algunos pacientes
están las Benzodiacepinas, pero que debe de evitarse su uso muy prolongado,
y algunos antidepresivos.
No han demostrado ser eficaces los tratamientos alternativos como la
acupuntura, estimulación eléctrica, estimulación magnética y ultrasonidos entre
8. otros. El tratamiento quirúrgico sólo se aconseja en pacientes con acúfenos muy
incapacitantes y que afectan a un oído no funcionante (sordo).
VÉRTIGO
Es un síntoma en el que hay transtorno en la percepción del movimiento,
generalmente rotatorio. Por lo general se acompaña de mareo y sensación de
desequilibrio, inestabilidad, vómitos, palidez, sudoración y malestar general.
Se describen dos tipos de vértigo:
Vértigo subjetivo:
El paciente refiere que su cuerpo gira con respecto a los objetos.
Vértigo objetivo:
Sensación de que los objetos giran a su alrededor.
El paciente refiere dificultad para mantener la bipedestación o para llevar a cabo
la marcha.
Los vértigos se clasifican en cuatro grupos basándose en la sintomatología
aportada por los pacientes:
9. 1. Vértigo real:
Sensación de movimiento rotatorio.
Refiere que los objetos giran a su alrededor (vértigo objetivo).
Sensación de hundimiento violento.
Sensación de ser proyectado adelante o atrás.
Manifestaciones neurovegetativas (náuseas, vómitos, palidez, etc.)
Manifestaciones auditivas (acúfenos, transtornos objetivos o subjetivos de
la audición).
2. Acompañado de sensación de desmayo inminente y sintomatología
neurovegetativa.
Aparición súbita.
Se reproduce al hacer poner de pie al paciente en forma súbita al paciente
y verificando simultáneamente la tensión arterial.
3. Falta de coordinación cuando se realiza movimientos o se camina.
Se acompaña de sintomatología cerebelosa (ataxia).
No se acompaña de vértigos o mareos.
4. Sensación vaga (mareado, sensación de estar en el aire, sensación
de estar en un barco, que el suelo se mueve bajo los pies, etc.)
Relacionado con angustia, depresión u otro síntoma afectivo.
Al evaluar un paciente con vértigo es importante incluir una descripción de lo
que el enfermo entiende cuando se refiere al "vahído", debe ser invitado a utilizar
10. una definición diferente; ¿Es sensación de vértigo, de movimiento de arriba a
abajo o de un lado a otro, o simplemente de vacío en la cabeza, de desmayo, o
de un ligero bamboleo? ¿El inicio característico es súbito o insidioso?, indicando
su duración (segundos, minutos, horas, semanas o años). Estas preguntas son
importantes para diferenciar un vértigo de origen central de uno periférico.
Preguntar al paciente sobre:
Enfermedad médica subyacente (hormonal, cardiovascular, quirúrgica).
Ingestión previa de alcohol o medicamentos (aspirina, anticonceptivos
orales, sedantes o tranquilizantes, diuréticos, antibióticos).
Infecciones.
Traumatismos craneanos (lesión del latigazo).
Es importante valorar tres sistemas (además del vestibular), que están asociados
con la sintomatología del paciente vertiginoso; estos son el sistema
cardiovascular, el ocular y el neurológico (viéndose involucradas enfermedades
como las arritmias cardíacas, la hipotensión postural, la enfermedad
cerebrovascular, etc.