2. ANSIEDAD.
*Trastorno de salud mental que provoca nerviosismo excesivo, miedo, aprehensión y
preocupación, pudiendo ocasionar síntomas físicos.
*La ansiedad puede ser una reacción normal y adaptativa, incluso necesaria en
determinadas situaciones o edades.
4. TRASTORNO DE ANSIEDAD GENERALIZADA.
• Ansiedad y preocupación excesiva por diferentes sucesos cotidianos (problemas familiares,
escolares o económicos), durante la mayoría de los días, de forma mantenida al menos seis
meses.
• Sudor, temblor, irritabilidad, cefaleas, insomnio, incluso sintomatología digestiva como nauseas
o diarrea.
• Suele aparecer en niños/as con tendencia al perfeccionismo, al control y a la autoexigencia,
pero a la vez inseguros y en núcleos familiares muy rígidos
5. TRASTORNO DE ANSIEDAD POR SEPARACIÓN.
• Consiste en la limitación por aparición de angustia cuando el menor ha de separarse de las
figuras de apego.
• Cefaleas o dolor abdominal y síntomas cognitivos como temor a las catástrofes, a la muerte de los
familiares o a quedarse solo; son frecuentes las pesadillas y las dificultades para la autonomía del
sueño.
• Factores predisponentes: historia familiar de trastornos ansiosos, historia de acontecimientos
vitales estresantes como la pérdida de un familiar o las enfermedades severas. Un estilo familiar
consentidor o sobreprotector tampoco favorece la evolución de estos síntomas.
6. TRASTORNO DE ANGUSTIA
• Se caracteriza por presentar varias crisis de angustia también llamadas de ansiedad o de pánico, de
forma inesperada, seguidas de un periodo de ansiedad y miedo a la reaparición de los síntomas.
• Estas crisis no suelen durar más de 60 minutos y se acompañan de boca seca, palpitaciones,
temblores o sudor junto con inquietud, malestar torácico, dificultades en la respiración, parestesias y
sensación de pérdida de control, incluso miedo a morir.
• Factores predisponentes: historia familiar y otros factores psicosociales como la personalidad
dependiente o conductas no adecuadas aprendidas del entorno.
7. FOBIAS ESPECÍFICAS
• Miedos irracionales y desproporcionado que se convierten en incontrolables y difíciles de afrontar.
• Existen dos grupos diferenciados:
1. Las fobias específicas: a animales, a situaciones ambientales o a otras situaciones (altura, aviones,
lugares cerrados, sangre).
2. La fobia social o temor intenso a la hora de hablar, comer o interactuar en público.
• Aunque suelen ser transitorias la prevalencia de estas fobias alcanza el 10 % en la infancia y
adolescencia.
8. TRASTORNO DE ANSIEDAD SOCIAL
• Miedo o ansiedad desproporcionado en una o más situaciones sociales en las que el individuo está
expuesto al posible examen por parte de otras personas.
• Las situaciones sociales se evitan o resisten con miedo o ansiedad intensa; es algo persistente, y dura
típicamente seis o más meses.
• Es más frecuente durante la adolescencia, pero durante la infancia, el miedo o la ansiedad se puede
expresar con llanto, rabietas, quedarse paralizados, y dificultades para desenvolverse o hablar en
situaciones sociales.
9. MUTISMO SELECTIVO
• Fracaso constante al hablar en situaciones sociales específicas como por ejemplo en la escuela, a
pesar de no presentar dificultades para hacerlo en otras situaciones como el entorno familiar.
• Esto genera interferencia con la adquisición de logros y con el desempeño social y dura al menos un
mes.
• Timidez excesiva, vergüenza ante situaciones sociales, aislamiento social, rasgos compulsivos, rabietas,
negativismo y conductas oposicionistas.
10. TRASTRONOS OBSESIVOS COMPULSIVOS
• Las obsesiones son pensamientos o imágenes involuntarios y recurrentes que ocasionan ansiedad y las
compulsiones son acciones repetitivas, en ocasiones rituales que tienen por finalidad disminuir la
ansiedad.
• Pueden ser congruentes o no con las obsesiones por ejemplo lavados, orden de objetos,
comprobaciones o actos mentales como repetir frases.
• Estos síntomas inicialmente pasan desapercibidos o se normalizan por las familias, pero con el tiempo
pueden causar un deterioro progresivo de las relaciones sociales y la funcionalidad.
11. TRASTORNOS ASOCIADOS AL TRAUMA
• Entre ellos destaca el trastorno de estrés postraumático. Se manifiesta con clínica ansiosa
importante que se experimenta durante más de un mes después de un hecho traumático como un
accidente, un desastre natural o la exposición a la violencia.
• Los síntomas consisten en pensamientos involuntarios que recuerdan el hecho y que se acompañan
de intenso malestar, sueños o juegos recurrentes relacionados con la temática. Pueden aparecer
flashbacks o reviviscencias.
• Esto conlleva una evitación de estímulos asociados al trauma y alteración de la funcionalidad del
menor. Puede asociarse a alteraciones de conducta como la irritabilidad, la hipervigilancia o las
alteraciones para concentrarse o dormir
13. ETIOLOGÍA
Factores ambientales.
Exposición a un acontecimiento vital
estresante como la pérdida de un familiar,
ser víctima de un desastre natural o de un
abuso.
Otros factores que pueden actuar como
precipitantes o mantenedores son la falta de
apoyo social o el manejo inadecuado de las
situaciones realizado por la familia.
Factores biológicos.
Destacan los factores genéticos o las
alteraciones neurobiológicas; los genes más
estudiados se centran en genes que
codifican el transportador de Serotonina
(SERT), el factor neurotrófico derivado del
cerebro (BDNF) y los genes que degradan
las catecolaminas (COMT).
También se han estudiado los predictores
psicológicos como rasgos del
temperamento que, a diferencia del carácter,
también es un factor genético.
Estas características biológicas conllevan
una heredabilidad que varía según el tipo
de trastorno pero que se estima en torno al
40 %.
15. DIAGNÓSTICO.
• Los síntomas pasan muchas veces inadvertidos o son normalizados por el entorno.
• No existen pruebas de laboratorio o de imagen capaces de detectarlo. Pero el
profesional de la salud se puede ayudar de cuestionarios de cribado como el
Cuestionario de Ansiedad Estado-Rasgo en Niños (STAI-C) útil en edades entre 9- 15
años, que cuantifica la ansiedad rasgo y estado.
• Pero el diagnóstico de estas patologías es fundamentalmente clínico, para ello se debe
valorar la presencia de síntomas de ansiedad en el niño/a en diferentes ambientes,
recabar las observaciones de padres y familiares y si fuera posible de profesores o
amigos.