Este documento trata sobre la fiebre de Marburgo. Se cree que es una zoonosis transmitida por un virus aún no identificado que es endémico en África central. Los síntomas incluyen necrosis en órganos como el hígado, pulmones y riñones. Se transmite a través de fluidos corporales y el contacto con personas infectadas. El diagnóstico implica aislamiento viral, pruebas serológicas e identificación de material genético. No existe un tratamiento específico, solo terapia de soporte y aislamiento

1. MARBURGO
Zabdí Montserrat González Cruz
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2. ÍNDICE
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Introducción
Estructura del virus
Anatomía Patológica
Modalidades de contagio
Diagnóstico
Terapia

3. I. INTRODUCCIÓN
• Se cree que la fiebre de
Marburgo puede ser una
zoonosis, pero todavía no
ha sido identificado el
depósito del virus.
• Se cree que el virus puede
ser endémico en muchas
áreas del África Central.
• Todos los grupos de edad
son susceptibles de una
infección, pero los más
predispuestos son los
adultos.
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4. II. ESTRUCTURA DEL VIRUS
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5. III. ANATOMÍA PATOLÓGICA
Necrosis focales de hígado,
nódulos linfáticos, testículos,
ovarios, pulmones, riñones y
órganos linfoides.
Pulmonitis intersticial y
endoarteritis de las arterias
pequeñas.
Necrosis tubular renal ocurre
en las últimas fases de
enfermedad.
En el SN hay infartos
hemorrágicos múltiples y
proliferación de las células de
la glía
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6. IV. MODALIDADES DE
CONTAGIO
Fómites
Por vía sexual
A través de los líquidos del cuerpo: sangre, saliva, vómito,
heces, orina y secreciones respiratorias.
La transmisión interhumana
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7. V. DIAGNÓSTICO
• Aislamiento del virus
• Evidencia de la respuesta
inmunitaria y en la
presencia de material
genómico viral.
• Ensayo de
inmunofluorescencia
indirecta, a la prueba
Western blot o la prueba
ELISA.
• Para distinguir el genoma o
los antígenos virales se
utiliza la PCR, la
inmunofluorescencia, la
histoquímica o la prueba
ELISA
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8. VI. TERAPIA
• No existe terapia específica
• terapia de apoyo:
• Controlar el volumen
hemático, el balance
electrolítico y monitorizar
atentamente la presencia de
infecciones secundarias.
• Sólo en caso de coagulación
intravasal diseminada se
puede recurrir a la heparina.
• Aislamiento del paciente y el uso
de dispositivos de protección
para el personal de salud.
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