La regeneración de tejidos depende del tipo de tejido y gravedad de la lesión. Los tejidos lábiles se regeneran rápidamente a través de la proliferación de células residuales, mientras que los órganos parenquimatosos como el hígado tienen una capacidad limitada o regenerativa. El hígado en particular tiene una gran capacidad de regeneración a través de la proliferación de hepatocitos remanentes o células progenitoras.