2. Lombrices y parásitos: los oKupas más rebeldes
• Los parásitos son microorganismos que se alimentan de otro organismo vivo, que es el huésped, en el cual viven y del cual se
aprovechan. Para poder vivir y multiplicarse, se alimentan de sus nutrientes y energía.
• Basados en los sorprendentes resultados de los últimos estudios epidemiológicos se cree que las lombrices intestinales se
encuentran en el 80% de la población adulta. Estos parásitos infectan a millones de personas, lo cual significa que cualquiera
puede tenerlos sin haberse percatado de ello ni tan siquiera haberlo sospechado.
• El número más alto de lombrices se presenta en un colon obstruido, en cuyas sustancias de desecho adheridas, podemos
encontrarlas de varios tamaños.
• Ciertas lombrices aparecen particularmente en la parte alta del intestino delgado y causan inflamación en esta zona. Como
resultado de la inflamación, se produce gas e hinchazón de vientre.
• Pero no se alojan únicamente en intestino delgado y grueso, también pueden depositar sus huevos en cualquier otra parte del
cuerpo (dependiendo de la especie) por ejemplo, pueden instalarse en el estómago y subir al esófago, o en los pulmones, en el
hígado, llegar incluso al cerebro y a los ojos , viajar por la sangre y debajo de la piel. Además, pueden tratarse de varias especies
diferentes al mismo tiempo.
• Hay dos grandes grupos de lombrices que según la forma de su cuerpo, se dividen en:
• Nematodos (lombrices redondas), como el oxiuro (Enterobius vernicularis) o la lombriz intestinal gigante (Ascaris lumbricoides).
• Cestodos, que tienen un cuerpo aplanado, como la tenia (Taenia saginata), que puede medir varios metros de largo, o el
Hymenolepis nana, un diminuto cestodo que se presenta en los niños.