Este documento trata sobre la patología vascular urgente en las extremidades inferiores. Expone la trombosis venosa profunda y la enfermedad arterial periférica, incluyendo su definición, factores de riesgo, fisiopatología, síntomas, diagnóstico y tratamiento. La trombosis venosa profunda se caracteriza por la formación de un coágulo en las venas profundas de las extremidades, generalmente las inferiores. Su diagnóstico incluye anamnesis, examen físico y pruebas como el
Manejo del paciente con leucemia mieloide crónica en fase crónica desde el Se...UGC Farmacia Granada
La LMC es un trastorno mieloproliferativo crónico causado por la translocación cromosómica BCR-ABL1. Los ITKs como imatinib, nilotinib y dasatinib son el tratamiento de elección y controlan la enfermedad a largo plazo, aunque a veces causan efectos adversos leves a moderados. La mutación del gen BCR-ABL1 puede conducir a resistencia, requiriendo cambios en el tratamiento o trasplante alogénico. El manejo de la LMC en fase crónica general
Este documento presenta las recomendaciones para el diagnóstico y tratamiento de la hemofilia congénita en Ecuador. Describe la clasificación, justificación, objetivos, alcance y metodología utilizada para la adaptación de guías internacionales a la realidad local. Incluye evidencia actualizada sobre el manejo de distintos tipos de sangrado, complicaciones, procedimientos y aspectos psicosociales en pacientes con hemofilia.
Este documento trata sobre la pancreatitis aguda. Explica que la pancreatitis aguda es una inflamación del páncreas que puede variar en gravedad desde casos leves y autolimitados hasta casos graves que amenazan la vida del paciente. Describe las causas más comunes como cálculos biliares y el consumo excesivo de alcohol, así como los síntomas, complicaciones, diagnóstico, evaluación de la gravedad y tratamiento.
Toxoplasmosis
Otros
Rubeola
citomegalovirus
herpes
las enfermedades que se pueden pasar de madre a hijo, por lo cual conocer la fisiopatológia de estas enfermedades puede prevenir su contagio vertical.
el tratamiento efectivo y oportuno puede tambien reducir significativamente el contagio, se describe las consecuencias de esta enfermedad si no se atiende a tiempo
Este documento presenta las guías de Tokio 2013 sobre el manejo de la colangitis aguda. Define la colangitis aguda como la inflamación e infección del conducto biliar causada principalmente por bacterias como E. coli. Establece criterios diagnósticos y de gravedad, clasificando la colangitis en leve, moderada o severa dependiendo de los síntomas y órganos afectados. Recomienda el drenaje biliar quirúrgico o endoscópico, junto con antibióticos como ceftriaxona y metronid
Este documento describe la obstrucción del intestino delgado, incluyendo sus causas más comunes como adherencias postquirúrgicas, hernias y tumores. Explica los síntomas, el examen físico, los estudios de laboratorio y radiológicos para el diagnóstico, y las opciones de tratamiento quirúrgico o conservador dependiendo de si es una obstrucción parcial o completa.
Este documento describe varias enfermedades primarias y secundarias de la médula ósea que pueden causar pancitopenia con celularidad normal de la médula, incluyendo síndromes mielodisplásicos, hemoglobinuria paroxística nocturna, mielofibrosis, algunas leucemias agudas y enfermedades secundarias como hiperesplenismo, déficit de B12 o folato, infecciones fulminantes, alcoholismo, sarcoidosis y tuberculosis. También discute el lupus eritematoso sistémic
Este documento resume la epidemiología, factores de riesgo, patogénesis, presentación clínica y prevención del cáncer colorrectal. El cáncer colorrectal es el tercer cáncer más común a nivel mundial. Los factores de riesgo incluyen la edad, historial familiar, obesidad, dieta y falta de actividad física. Se desarrolla a través de la progresión de pólipos adenomatosos a cáncer invasivo. Puede presentarse de forma esporádica, hereditaria o asociada
Manejo del paciente con leucemia mieloide crónica en fase crónica desde el Se...UGC Farmacia Granada
La LMC es un trastorno mieloproliferativo crónico causado por la translocación cromosómica BCR-ABL1. Los ITKs como imatinib, nilotinib y dasatinib son el tratamiento de elección y controlan la enfermedad a largo plazo, aunque a veces causan efectos adversos leves a moderados. La mutación del gen BCR-ABL1 puede conducir a resistencia, requiriendo cambios en el tratamiento o trasplante alogénico. El manejo de la LMC en fase crónica general
Este documento presenta las recomendaciones para el diagnóstico y tratamiento de la hemofilia congénita en Ecuador. Describe la clasificación, justificación, objetivos, alcance y metodología utilizada para la adaptación de guías internacionales a la realidad local. Incluye evidencia actualizada sobre el manejo de distintos tipos de sangrado, complicaciones, procedimientos y aspectos psicosociales en pacientes con hemofilia.
Este documento trata sobre la pancreatitis aguda. Explica que la pancreatitis aguda es una inflamación del páncreas que puede variar en gravedad desde casos leves y autolimitados hasta casos graves que amenazan la vida del paciente. Describe las causas más comunes como cálculos biliares y el consumo excesivo de alcohol, así como los síntomas, complicaciones, diagnóstico, evaluación de la gravedad y tratamiento.
Toxoplasmosis
Otros
Rubeola
citomegalovirus
herpes
las enfermedades que se pueden pasar de madre a hijo, por lo cual conocer la fisiopatológia de estas enfermedades puede prevenir su contagio vertical.
el tratamiento efectivo y oportuno puede tambien reducir significativamente el contagio, se describe las consecuencias de esta enfermedad si no se atiende a tiempo
Este documento presenta las guías de Tokio 2013 sobre el manejo de la colangitis aguda. Define la colangitis aguda como la inflamación e infección del conducto biliar causada principalmente por bacterias como E. coli. Establece criterios diagnósticos y de gravedad, clasificando la colangitis en leve, moderada o severa dependiendo de los síntomas y órganos afectados. Recomienda el drenaje biliar quirúrgico o endoscópico, junto con antibióticos como ceftriaxona y metronid
Este documento describe la obstrucción del intestino delgado, incluyendo sus causas más comunes como adherencias postquirúrgicas, hernias y tumores. Explica los síntomas, el examen físico, los estudios de laboratorio y radiológicos para el diagnóstico, y las opciones de tratamiento quirúrgico o conservador dependiendo de si es una obstrucción parcial o completa.
Este documento describe varias enfermedades primarias y secundarias de la médula ósea que pueden causar pancitopenia con celularidad normal de la médula, incluyendo síndromes mielodisplásicos, hemoglobinuria paroxística nocturna, mielofibrosis, algunas leucemias agudas y enfermedades secundarias como hiperesplenismo, déficit de B12 o folato, infecciones fulminantes, alcoholismo, sarcoidosis y tuberculosis. También discute el lupus eritematoso sistémic
Este documento resume la epidemiología, factores de riesgo, patogénesis, presentación clínica y prevención del cáncer colorrectal. El cáncer colorrectal es el tercer cáncer más común a nivel mundial. Los factores de riesgo incluyen la edad, historial familiar, obesidad, dieta y falta de actividad física. Se desarrolla a través de la progresión de pólipos adenomatosos a cáncer invasivo. Puede presentarse de forma esporádica, hereditaria o asociada
Este documento resume la definición, incidencia, clasificación, fisiopatología, diagnóstico, exámenes, conducta y tratamientos de la púrpura trombocitopénica inmune (PTI). La PTI es un desorden mediado por la inmunidad que causa trombocitopenia. Se clasifica como aguda, persistente o crónica. Los tratamientos incluyen glucocorticoides, gammaglobulina e inmunosupresores como rituximab. La esplenectomía puede ser efectiva para
Este documento resume las características de la neutropenia autoinmune primaria y secundaria. La primaria suele presentarse en niños menores de 4 años y remite espontáneamente en la mayoría de los casos. El tratamiento con G-CSF es efectivo para lograr remisión. La secundaria es más común en adultos y a menudo está asociada con artritis reumatoide u otras enfermedades autoinmunes, cuyo tratamiento también es el objetivo.
La colitis ulcerativa crónica inespecífica es una enfermedad inflamatoria del colon que causa úlceras, diarrea y dolor abdominal. Se diagnostica mediante endoscopia y biopsia y su tratamiento incluye medicamentos para reducir la inflamación y, en casos graves, cirugía como ileostomía o proctocolectomía.
Este documento describe la litiasis biliar, incluyendo su patogenia, factores de riesgo, síntomas, diagnóstico, complicaciones y tratamiento. La litiasis biliar ocurre cuando se forman cálculos en la vesícula biliar, lo que puede causar obstrucción del conducto cístico y distensión de la vesícula. El tratamiento incluye manejo médico inicial y colecistectomía laparoscópica electiva o de urgencia si es necesario.
La trombocitopenia inmune (PTI) es una enfermedad caracterizada por un recuento de plaquetas menor a 100.000/microL sin anormalidades en glóbulos blancos o hemoglobina. La PTI puede ser causada por infecciones virales u otros desencadenantes inmunológicos. El diagnóstico se realiza mediante exclusión de otras causas y exámenes de laboratorio. El tratamiento incluye corticoides, inmunoglobulina y rituximab, mientras que la esplenectomía puede ser efectiva en
Este documento describe la infección por VIH y sus manifestaciones clínicas en recién nacidos, así como las intervenciones para prevenir la transmisión vertical del VIH. Se discuten factores de riesgo, diagnóstico, tratamiento y prevención. Las intervenciones como la administración de zidovudina y cesárea programada han demostrado reducir significativamente el riesgo de transmisión. Se necesitan más estudios sobre la administración de suplementos de hierro en niños con VIH.
Este documento describe la trombosis venosa profunda y los fármacos antitrombóticos utilizados para su tratamiento. Explica la epidemiología, factores de riesgo, diagnóstico y patología de la TVP, así como los diferentes tipos de anticoagulantes orales, antiagregantes plaquetarios e inhibidores del sistema de la coagulación utilizados en su manejo terapéutico.
Este documento describe la pancreatitis aguda, incluyendo su definición, etiología, fisiopatología, síntomas, diagnóstico y clasificación. La pancreatitis aguda puede ser leve, moderada, grave o crítica dependiendo de la presencia de necrosis pancreática y falla orgánica. Nuevas clasificaciones como la de Atlanta de 1992 se basan en factores reales de gravedad como necrosis y falla de órganos para mejor predecir los resultados.
La patología biliar es común y puede causar cólico biliar simple, colecistitis aguda, coledocolitiasis o colangitis. La formación de cálculos biliares, especialmente de colesterol, es frecuente y puede obstruir la vesícula biliar o los conductos biliares, lo que causa dolor abdominal y otras complicaciones. El diagnóstico incluye anamnesis, exploración física y pruebas de laboratorio e imagen. El tratamiento depende de la condición específica, pero generalmente involucra anal
Este documento resume las características de la enfermedad inflamatoria intestinal, incluyendo la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. Detalla los síntomas, causas, diagnóstico, evaluación de gravedad, y opciones de tratamiento para los brotes y el mantenimiento de estas afecciones. El documento también proporciona recomendaciones para el seguimiento a largo plazo de los pacientes.
Este documento trata sobre la neutropenia febril en pacientes oncológicos. La neutropenia febril es una de las principales complicaciones que aparecen en estos pacientes y determina en gran parte su morbilidad y mortalidad. Se define como fiebre en un paciente con recuento de neutrófilos menor a 500 células/μl. El tratamiento antibiótico empírico precoz ha mejorado significativamente las tasas de mortalidad asociadas a esta condición.
Presentación sobre la enfermedad inflamatoria intestinal, enfermedad de CUCI y Crohn. Definición, fisiopatología, diagnóstico, cuadro clínico y tratamiento de acuerdo a guías.
Manejo de la hematuria en atención primaria (1)Raúl Carceller
Este documento presenta un resumen del manejo de la hematuria en atención primaria. Explica cómo confirmar la presencia de sangre en la orina mediante tiras reactivas, descartar causas falsas de hematuria y realizar un examen físico. Recomienda pruebas complementarias iniciales como sedimento de orina, ecografía y analítica básica. En caso de sospecha de tumor u origen glomerular, se debe derivar al especialista de forma preferente.
Este documento describe los parámetros hematológicos normales y anormales en pediatría. Explica cómo realizar un hemograma completo y los factores que afectan sus resultados. Además, define y describe las causas de diferentes tipos de anemia, leucocitosis, leucopenia y otras alteraciones hematológicas que pueden ocurrir en niños.
Este documento trata sobre los líquidos y electrolitos en pediatría. Explica la distribución del agua corporal en diferentes edades, los requerimientos normales de líquidos, las pérdidas normales y cálculo de déficit de líquidos. También describe los signos de deshidratación, el manejo de la deshidratación oral e intravenosa, y el tratamiento del choque hipovolémico.
Este documento clasifica y describe diferentes tipos de lesiones quísticas del páncreas, incluyendo pseudoquistes, neoplasias quísticas mucinosas, cistadenomas serosos, neoplasias pseudopapilares sólidas, neoplasias endocrinas pancreáticas quísticas y neoplasias mucinosas papilares intraductales. Explica sus características clínicas, radiológicas y biomarcadores, así como opciones de tratamiento quirúrgico o de seguimiento. El análisis del líquido pancreático, especial
El documento describe la tuberculosis intestinal, una enfermedad infecciosa causada principalmente por Mycobacterium tuberculosis. Afecta con más frecuencia el íleon terminal y el ciego. Los síntomas incluyen dolor abdominal, obstrucción intestinal, hematoquezia y pérdida de peso. El diagnóstico es difícil debido a su naturaleza inespecífica. El tratamiento consiste en antibióticos durante 6-12 meses, y cirugía para complicaciones. A pesar de ser poco frecuente, sigue siendo un desafío para la salud pública
Este documento discute el tratamiento de lactantes febriles en la urgencia hospitalaria. Explica que la fiebre es el motivo de consulta más frecuente en lactantes menores de 3 años y que es difícil establecer la causa de la fiebre. Revisa los protocolos de evaluación y tratamiento de lactantes febriles según grupo de edad, incluyendo exámenes complementarios y criterios para determinar riesgo bajo y alto. También analiza los agentes antitérmicos más usados y concluye que no hay evidencia que justifique el uso combin
Este documento describe las principales complicaciones crónicas de la diabetes mellitus tipo 2, incluyendo las complicaciones microvasculares como la retinopatía diabética y la nefropatía diabética, las cuales afectan los pequeños vasos sanguíneos. También describe las complicaciones macrovasculares como la cardiopatía isquémica, la insuficiencia cardíaca y las enfermedades cerebrovasculares, las cuales están asociadas a la aterosclerosis prematura en personas con diabetes. Finalmente, aborda otras complicaciones como
1) Las neoplasias mieloides crónicas se caracterizan por un aumento crónico de células mieloides y sus precursores, eritroides, plaquetarios o de células endoteliales y tejido conectivo.
2) Comparten factores biológicos como un incremento de células progenitoras, deficiencia en mecanismos de reparación del ADN, expresión de oncogenes de forma constitutiva y resistencia a la muerte celular programada.
3) Las principales enfermedades mieloides crónic
La medición del índice tobillo-brazo mediante un esfigmomanómetro digital par...Atención primaria al día
En un pequeño estudio llevado a cabo en el ámbito hospitalario, el cálculo del ITB mediante un esfigmomanómetro automático convencional, obtuvo unos resultados al menos tan fiables como el calculado con Doppler para predecir lesiones angiográficas de arteriopatía periférica. Sería conveniente confirmar los hallazgos en atención primaria.
Este documento describe la fisiopatología de los trastornos circulatorios de las extremidades inferiores. Explica que existen dos sistemas venosos principales: el superficial, formado por las venas safena interna y externa, y el profundo, que sigue el trayecto de las arterias. También describe factores de riesgo para varices como la edad y sexo, y clasifica los tipos de varices según su localización y etiología. Finalmente, explica que la insuficiencia venosa crónica dificulta el retorno ven
Este documento resume la definición, incidencia, clasificación, fisiopatología, diagnóstico, exámenes, conducta y tratamientos de la púrpura trombocitopénica inmune (PTI). La PTI es un desorden mediado por la inmunidad que causa trombocitopenia. Se clasifica como aguda, persistente o crónica. Los tratamientos incluyen glucocorticoides, gammaglobulina e inmunosupresores como rituximab. La esplenectomía puede ser efectiva para
Este documento resume las características de la neutropenia autoinmune primaria y secundaria. La primaria suele presentarse en niños menores de 4 años y remite espontáneamente en la mayoría de los casos. El tratamiento con G-CSF es efectivo para lograr remisión. La secundaria es más común en adultos y a menudo está asociada con artritis reumatoide u otras enfermedades autoinmunes, cuyo tratamiento también es el objetivo.
La colitis ulcerativa crónica inespecífica es una enfermedad inflamatoria del colon que causa úlceras, diarrea y dolor abdominal. Se diagnostica mediante endoscopia y biopsia y su tratamiento incluye medicamentos para reducir la inflamación y, en casos graves, cirugía como ileostomía o proctocolectomía.
Este documento describe la litiasis biliar, incluyendo su patogenia, factores de riesgo, síntomas, diagnóstico, complicaciones y tratamiento. La litiasis biliar ocurre cuando se forman cálculos en la vesícula biliar, lo que puede causar obstrucción del conducto cístico y distensión de la vesícula. El tratamiento incluye manejo médico inicial y colecistectomía laparoscópica electiva o de urgencia si es necesario.
La trombocitopenia inmune (PTI) es una enfermedad caracterizada por un recuento de plaquetas menor a 100.000/microL sin anormalidades en glóbulos blancos o hemoglobina. La PTI puede ser causada por infecciones virales u otros desencadenantes inmunológicos. El diagnóstico se realiza mediante exclusión de otras causas y exámenes de laboratorio. El tratamiento incluye corticoides, inmunoglobulina y rituximab, mientras que la esplenectomía puede ser efectiva en
Este documento describe la infección por VIH y sus manifestaciones clínicas en recién nacidos, así como las intervenciones para prevenir la transmisión vertical del VIH. Se discuten factores de riesgo, diagnóstico, tratamiento y prevención. Las intervenciones como la administración de zidovudina y cesárea programada han demostrado reducir significativamente el riesgo de transmisión. Se necesitan más estudios sobre la administración de suplementos de hierro en niños con VIH.
Este documento describe la trombosis venosa profunda y los fármacos antitrombóticos utilizados para su tratamiento. Explica la epidemiología, factores de riesgo, diagnóstico y patología de la TVP, así como los diferentes tipos de anticoagulantes orales, antiagregantes plaquetarios e inhibidores del sistema de la coagulación utilizados en su manejo terapéutico.
Este documento describe la pancreatitis aguda, incluyendo su definición, etiología, fisiopatología, síntomas, diagnóstico y clasificación. La pancreatitis aguda puede ser leve, moderada, grave o crítica dependiendo de la presencia de necrosis pancreática y falla orgánica. Nuevas clasificaciones como la de Atlanta de 1992 se basan en factores reales de gravedad como necrosis y falla de órganos para mejor predecir los resultados.
La patología biliar es común y puede causar cólico biliar simple, colecistitis aguda, coledocolitiasis o colangitis. La formación de cálculos biliares, especialmente de colesterol, es frecuente y puede obstruir la vesícula biliar o los conductos biliares, lo que causa dolor abdominal y otras complicaciones. El diagnóstico incluye anamnesis, exploración física y pruebas de laboratorio e imagen. El tratamiento depende de la condición específica, pero generalmente involucra anal
Este documento resume las características de la enfermedad inflamatoria intestinal, incluyendo la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. Detalla los síntomas, causas, diagnóstico, evaluación de gravedad, y opciones de tratamiento para los brotes y el mantenimiento de estas afecciones. El documento también proporciona recomendaciones para el seguimiento a largo plazo de los pacientes.
Este documento trata sobre la neutropenia febril en pacientes oncológicos. La neutropenia febril es una de las principales complicaciones que aparecen en estos pacientes y determina en gran parte su morbilidad y mortalidad. Se define como fiebre en un paciente con recuento de neutrófilos menor a 500 células/μl. El tratamiento antibiótico empírico precoz ha mejorado significativamente las tasas de mortalidad asociadas a esta condición.
Presentación sobre la enfermedad inflamatoria intestinal, enfermedad de CUCI y Crohn. Definición, fisiopatología, diagnóstico, cuadro clínico y tratamiento de acuerdo a guías.
Manejo de la hematuria en atención primaria (1)Raúl Carceller
Este documento presenta un resumen del manejo de la hematuria en atención primaria. Explica cómo confirmar la presencia de sangre en la orina mediante tiras reactivas, descartar causas falsas de hematuria y realizar un examen físico. Recomienda pruebas complementarias iniciales como sedimento de orina, ecografía y analítica básica. En caso de sospecha de tumor u origen glomerular, se debe derivar al especialista de forma preferente.
Este documento describe los parámetros hematológicos normales y anormales en pediatría. Explica cómo realizar un hemograma completo y los factores que afectan sus resultados. Además, define y describe las causas de diferentes tipos de anemia, leucocitosis, leucopenia y otras alteraciones hematológicas que pueden ocurrir en niños.
Este documento trata sobre los líquidos y electrolitos en pediatría. Explica la distribución del agua corporal en diferentes edades, los requerimientos normales de líquidos, las pérdidas normales y cálculo de déficit de líquidos. También describe los signos de deshidratación, el manejo de la deshidratación oral e intravenosa, y el tratamiento del choque hipovolémico.
Este documento clasifica y describe diferentes tipos de lesiones quísticas del páncreas, incluyendo pseudoquistes, neoplasias quísticas mucinosas, cistadenomas serosos, neoplasias pseudopapilares sólidas, neoplasias endocrinas pancreáticas quísticas y neoplasias mucinosas papilares intraductales. Explica sus características clínicas, radiológicas y biomarcadores, así como opciones de tratamiento quirúrgico o de seguimiento. El análisis del líquido pancreático, especial
El documento describe la tuberculosis intestinal, una enfermedad infecciosa causada principalmente por Mycobacterium tuberculosis. Afecta con más frecuencia el íleon terminal y el ciego. Los síntomas incluyen dolor abdominal, obstrucción intestinal, hematoquezia y pérdida de peso. El diagnóstico es difícil debido a su naturaleza inespecífica. El tratamiento consiste en antibióticos durante 6-12 meses, y cirugía para complicaciones. A pesar de ser poco frecuente, sigue siendo un desafío para la salud pública
Este documento discute el tratamiento de lactantes febriles en la urgencia hospitalaria. Explica que la fiebre es el motivo de consulta más frecuente en lactantes menores de 3 años y que es difícil establecer la causa de la fiebre. Revisa los protocolos de evaluación y tratamiento de lactantes febriles según grupo de edad, incluyendo exámenes complementarios y criterios para determinar riesgo bajo y alto. También analiza los agentes antitérmicos más usados y concluye que no hay evidencia que justifique el uso combin
Este documento describe las principales complicaciones crónicas de la diabetes mellitus tipo 2, incluyendo las complicaciones microvasculares como la retinopatía diabética y la nefropatía diabética, las cuales afectan los pequeños vasos sanguíneos. También describe las complicaciones macrovasculares como la cardiopatía isquémica, la insuficiencia cardíaca y las enfermedades cerebrovasculares, las cuales están asociadas a la aterosclerosis prematura en personas con diabetes. Finalmente, aborda otras complicaciones como
1) Las neoplasias mieloides crónicas se caracterizan por un aumento crónico de células mieloides y sus precursores, eritroides, plaquetarios o de células endoteliales y tejido conectivo.
2) Comparten factores biológicos como un incremento de células progenitoras, deficiencia en mecanismos de reparación del ADN, expresión de oncogenes de forma constitutiva y resistencia a la muerte celular programada.
3) Las principales enfermedades mieloides crónic
La medición del índice tobillo-brazo mediante un esfigmomanómetro digital par...Atención primaria al día
En un pequeño estudio llevado a cabo en el ámbito hospitalario, el cálculo del ITB mediante un esfigmomanómetro automático convencional, obtuvo unos resultados al menos tan fiables como el calculado con Doppler para predecir lesiones angiográficas de arteriopatía periférica. Sería conveniente confirmar los hallazgos en atención primaria.
Este documento describe la fisiopatología de los trastornos circulatorios de las extremidades inferiores. Explica que existen dos sistemas venosos principales: el superficial, formado por las venas safena interna y externa, y el profundo, que sigue el trayecto de las arterias. También describe factores de riesgo para varices como la edad y sexo, y clasifica los tipos de varices según su localización y etiología. Finalmente, explica que la insuficiencia venosa crónica dificulta el retorno ven
El documento presenta las recomendaciones para la medición del índice tobillo-brazo (ITB), incluyendo el uso del método Doppler en cada brazo y tobillo, el tamaño adecuado del brazalete, y la necesidad de cubrir cualquier lesión. También describe los pasos para medir el ITB, como la posición del paciente, colocación del transductor Doppler, y toma de las lecturas. Resalta que alrededor de la mitad de pacientes con ITB patológico son asintomáticos, por lo que se recom
Este documento presenta información sobre la faringoamigdalitis aguda (FA), incluyendo su epidemiología, etiología, manifestaciones clínicas, diagnóstico diferencial y estrategia de tratamiento. La FA es una infección benigna y autolimitada de la orofaringe o nasofaringe que afecta principalmente a niños en edad escolar. Puede ser causada por bacterias como el Streptococcus pyogenes o por virus. El diagnóstico se basa en el examen físico y pruebas como cultivo faríngeo o test rápido
Este documento presenta un resumen del diagnóstico diferencial de edema y dolor en las extremidades inferiores. Describe varias causas posibles como trombosis venosa profunda, rotura de quiste de Baker, celulitis, síndrome compartimental y otras. Explica los síntomas, pruebas de diagnóstico y tratamiento para cada condición de forma individualizada.
Este documento describe la insuficiencia arterial aguda, sus causas principales como el embolismo (80% de los casos), la trombosis (10%) y el traumatismo (5%). Explica los síntomas clínicos, el diagnóstico, las diferencias entre embolismo y trombosis, y los tratamientos quirúrgicos como la embolectomía y la trombectomía. También cubre posibles complicaciones como el síndrome de reperfusión y el síndrome compartamental.
La trombosis venosa profunda (TVP) es la formación de un coágulo sanguíneo en las venas profundas, generalmente de las piernas. Puede ser peligrosa porque el coágulo podría desprenderse y viajar a los pulmones, causando una embolia pulmonar. El tratamiento incluye heparina de bajo peso molecular para prevenir la extensión del coágulo, seguido de anticoagulantes orales a largo plazo para prevenir recurrencias. La TVP requiere diagnóstico mediante la
La trombosis venosa profunda (TVP) es la formación de un coágulo sanguíneo en una vena profunda, que usualmente afecta las venas de las piernas. La TVP puede causar una embolia pulmonar, la cual es una emergencia médica potencialmente mortal. El diagnóstico y tratamiento de la TVP requiere identificar factores de riesgo, realizar pruebas como ecografía Doppler y dímero-D, y tratar con heparina de bajo peso molecular seguida de anticoagulantes orales a
La trombosis venosa profunda (TVP) es una de las posi¬bles presentaciones clínicas de la enfermedad tromboembólica venosa (ETEV) junto con la embolia de pulmón (EP). De forma tradicional, la ETEV ha sido considerada una patología eminentemente hospitalaria. Sin embargo, la aparición de nuevas técnicas no invasivas fiables, el mejor conocimiento de los factores de riesgo y, sobre todo, la sustitución de la heparina no fraccionada (HNF) por otros anticoagulantes de más fácil manejo, han permitido (o deben permitir) que el médico de familia tenga un mayor grado de responsabilidad en el diagnóstico, tratamiento y prevención de dicha enfermedad.
El documento resume la información sobre el síndrome postrombótico. El síndrome postrombótico es una complicación común de la trombosis venosa profunda y ocurre en aproximadamente el 43% de los pacientes dentro de los 2 años posteriores a la TVP inicial. Los factores de riesgo incluyen edad, sexo, índice de masa corporal, trombofilia y TVP recurrente. El documento también describe los síntomas, evaluación, factores de riesgo, tratamiento y opciones de manejo del síndrome postrombótico.
La púrpura trombocitopénica autoinmune (PTI) es un trastorno hematológico caracterizado por trombocitopenia causada por anticuerpos contra las plaquetas, lo que provoca hemorragias. La PTI aguda en niños suele resolverse espontáneamente, mientras que la mayoría de los adultos presentan una forma crónica que no se asocia a un evento inicial y rara vez experimentan remisiones espontáneas, aunque el 75% pueden lograr remisiones parciales o completas con glucocort
El documento presenta información sobre la trombosis venosa profunda y el tromboembolismo pulmonar. Explica que estos son factores de riesgo durante el embarazo y puerperio y que una TVP no tratada puede provocar una TEP en hasta el 24% de las pacientes embarazadas. También describe los síntomas, métodos de diagnóstico como el modelo de probabilidad de Wells y la determinación de dímero-D, y los tratamientos con anticoagulantes para prevenir la extensión del trombo y la embolia pul
Este documento proporciona información sobre la profilaxis de la enfermedad tromboembólica venosa de los miembros inferiores. Describe la población objetivo, factores de riesgo, medidas farmacológicas y no farmacológicas para la prevención, y resume los resultados de estudios sobre la efectividad y seguridad de la profilaxis con heparinas de bajo peso molecular durante la inmovilización por traumatismos.
Este documento resume la fisiopatología de la tromboembolia venosa (TEV). La TEV comienza habitualmente como una trombosis venosa profunda (TVP) en las piernas que puede extenderse y fragmentarse, generando émbolos pulmonares. Los émbolos pulmonares causan un tromboembolismo pulmonar (TEP). Los factores de riesgo incluyen la edad, cirugía, cáncer, obesidad, inmovilidad prolongada y trombofilias. La TEV causa aumento de la presión pul
Análisis de la última guía publicada por la Sociedad Europea de Cardiología sobre el diagnóstico y tratamiento del Tromboembolismo Pulmonar agudo, en colaboración con la Sociedad Europea del Aparato Respiratorio en 2019
Este documento presenta las directrices de un consenso sobre el diagnóstico, estratificación de riesgo y tratamiento de la enfermedad tromboembólica aguda. Define la epidemiología, factores de riesgo y presentación clínica de la tromboembolia pulmonar. Recomienda métodos diagnósticos por imágenes y estratifica el riesgo de la tromboembolia pulmonar en alto, bajo e intermedio. Además, proporciona recomendaciones sobre medidas generales, tratamiento farmacológico e interven
Este documento resume la trombosis venosa profunda (TVP), incluyendo su etiología, factores de riesgo, epidemiología, diagnóstico, tratamiento y recomendaciones de profilaxis. La TVP ocurre cuando se forma un coágulo de sangre en las venas profundas de las piernas o los muslos. El diagnóstico se realiza principalmente mediante ecografía Doppler o resonancia magnética, y el tratamiento consiste en anticoagulación con heparina de bajo peso molecular seguida de warfarina.
Este documento describe el síndrome de la vena cava superior, incluyendo sus causas más comunes, síntomas, diagnóstico y tratamiento. El cáncer de pulmón y el linfoma son las causas subyacentes más frecuentes, representando el 94% de los casos. La tomografía computarizada es la prueba de elección para el diagnóstico, ya que identifica la ubicación de la obstrucción y su causa. El tratamiento depende de la histología del tumor y su estadio, e incluye esteroides, radioterap
Este documento describe el síndrome de la vena cava superior, incluyendo sus causas más comunes, síntomas, diagnóstico y tratamiento. El cáncer de pulmón y el linfoma son las causas subyacentes más frecuentes, representando el 94% de los casos. La tomografía computarizada es la prueba de elección para el diagnóstico, ya que identifica la ubicación de la obstrucción y su causa. El tratamiento depende de la histología del tumor y su estadio, e incluye esteroides, radioterap
La trombosis venosa profunda (TVP) es una afección que ocurre cuando se forma un coágulo sanguíneo en una vena profunda, afectando comúnmente las venas de las piernas. La ecografía Doppler es la prueba de elección para el diagnóstico, mientras que el tratamiento incluye anticoagulantes como heparina de bajo peso molecular. Las complicaciones potenciales son la embolia pulmonar y el síndrome postrombótico.
El documento resume dos temas importantes en el contexto oncológico: 1) El síndrome de vena cava superior, que se produce cuando hay obstrucción del flujo sanguíneo en la vena cava superior, causado principalmente por neoplasias. Sus síntomas incluyen edema facial y dificultad respiratoria. 2) La neutropenia febril, definida como fiebre mayor a 38°C con bajo recuento de neutrófilos, la cual ocurre en 10-50% de pacientes oncológicos y tiene una alta tasa de mortalidad si
Este documento presenta un anteproyecto de investigación sobre la púrpura trombocitopénica inmune en infantes atendidos en un hospital en Ciudad Bolívar, Venezuela. El documento introduce el tema de estudio, revisa la literatura sobre trombocitopenia y púrpura trombocitopénica inmune, y describe el objetivo, metodología, participantes e instituciones involucradas en el estudio propuesto. Finaliza con un calendario preliminar de actividades y lista de referencias bibliográficas.
El documento describe el síndrome hemolítico urémico (SHU), una enfermedad caracterizada por anemia hemolítica microangiopática, trombocitopenia e insuficiencia renal aguda. Existen tres categorías de SHU: típico (causado por bacterias como E. coli O157:H7), atípico (relacionado con alteraciones en la regulación del complemento) y posdiarréico. El SHU típico se debe a la producción de shigatoxinas por bacterias, las cuales dañan los endotelios
El documento presenta una introducción sobre las miocardiopatías, resaltando cambios en su definición y clasificación a lo largo del tiempo. Luego describe la nueva clasificación propuesta por la American Heart Association en 2006, la cual distingue entre miocardiopatías primarias (genéticas, mixtas y adquiridas) y secundarias. Finalmente, brinda detalles sobre dos miocardiopatías primarias específicas: la dilatada y la hipertrófica.
La pu ́rpura trombo ́tica trombocitope ́nica (PTT) se caracteriza por un proceso de agregacio ́n intravascular que durante ma ́s de 50 an ̃os tras su primera descripcio ́n se acompan ̃o ́ de una mortalidad pro ́xima al 100% debido a que su etiologı ́a permanecio ́ oscura. Posteriormente, los recambios plasma ́ticos terape ́uticos resultaron ser el tratamiento ma ́s eficaz disponible, mejorando sustancialmente el prono ́stico. Más adelante se ident
Similar a (2013-04-25) Patologia vascular urgente EEII (doc) (20)
1. PATOLOGIA
VASCULAR URGENTE
EN EEII
R2 MFYC H.U.MIGUEL SERVET ZARAGOZA
2013
VIVIANA URIOL GOSS-SONIA RASCON VELAZQUEZ
CS LA ALMOZARA-CS TORRERO LA PAZ
25/04/2013
2. 2
INDICE
o TROMBOSIS VENOSA PROFUNDA
o INTRODUCCION
o DEFINICION
o INCIDENCIA
o FACTORES E RIESGO
o FISIOPATOLOGIA
o CLINICA
o DIAGNOSTICO
o TRATAMIENTO
o CONSIDERACIONES
o ENFERMEDAD ARTERIAL PERIFERICA
o EPIDEMIOLOGIA
o FRCV Y ENFERMEDAD ARTERIAL PERIFERICA
o FISIOPATOLOGIA
o CLASIFICACION (CRONICA Y AGUDA)
o ISQUEMIA AGUDA: MANEJO EN URGENCIAS
o SINDROME COMPARTIMENTAL
o ANTECEDENTES HISTORICOS
o DEFINICION
o ETIOLOGIA
o MECANISMOS ASOCIADOS
o CLINICA
o PROFILAXIS Y TRATAMIENTO
o CONCLUSION
3. 3
INTRODUCCION
Las consecuencias de las enfermedades vasculares de las EEII son
importantes tanto para el paciente como para el sistema sanitario, por la
invalidez que producen, morbimortalidad asociada y coste socioeconómico que
suponen.
En este trabajo hemos querido exponer la patología vascular aguda más
frecuente y grave, para poder realizar un diagnóstico eficaz en nuestro servicio
de urgencias, con el fin de evitar demoras en el tratamiento de estas
enfermedades y en la derivación al especialista cuando proceda.
Es importante resaltar que en el caso de la patología aguda de EEII, pese a la
proliferación de pruebas complementarias para la exploración que ha tenido
lugar en las últimas décadas, sigue siendo la anamnesis y la exploración física
la base donde se apoya el diagnóstico de sospecha a partir del cual debemos
tomar las decisiones apropiadas.
A continuación expondremos de manera práctica,dentro de la patología venosa
la TVP y dentro de la patología arterial la isquemia aguda y el síndrome
compartimental.
4. 4
TROMBOSIS VENOSA PROFUNDA
INTRODUCCION
La Enfermedad Tromboembólica Venosa (ETEV), ya sea en forma de
Trombosis Venosa Profunda (TVP) o de Tromboembolismo Pulmonar (TEP), es
una de las afectaciones circulatorias más común en nuestro medio. La
incidencia de TVP está alrededor de 5 por 10.000 habitantes y año. Su
diagnóstico precoz es importante debido a que una TVP no tratada puede
desarrollar un TEP, convirtiéndose en una patología grave, si tenemos en
cuenta que el 22% de éstos se diagnostican post-mortem.
A pesar de tratarse de una patología relativamente frecuente y ampliamente
estudiada, el diagnóstico de la TVP puede suponer un problema en la práctica
clínica. Esto se debe en primer lugar, a que los signos y síntomas de la TVP
son muy inespecíficos, y como consecuencia, muchos de los pacientes que
presentan dolor o edema de las extremidades inferiores, no presentan dicha
patología después de ser estudiados. Y en segundo lugar, a que las pruebas
objetivas para confirmar el diagnóstico no siempre están disponibles. Ello ha
llevado a realizar un esfuerzo para tratar de protocolizar y simplificar el
diagnóstico de la enfermedad y optimizar los recursos.
El diagnóstico de sujetos con sospecha de TVP incluye anamnesis dirigida,
examen físico, analítica con Dímero-D y eco-doppler venoso o flebografía.
Sin embargo en los centros de atención primaria, normalmente, no se dispone
de los dos últimos, y debe decidirse que pacientes se derivan a un centro
hospitalario para completar el estudio.
Habitualmente, para el estudio diagnóstico del paciente, se utilizan numerosas
escalas de probabilidad clínica y algoritmos que incluyen los valores de
Dímero-D.
5. 5
Las escalas de probabilidad otorgan una determinada puntuación en función de
los antecedentes, signos y síntomas que presenta el paciente, y clasifica a los
sujetos según su probabilidad (alta, media o baja) de presentar TVP; esta
estratificación se completa con el valor del Dímero-D (prueba con alto valor
predictivo negativo) y se realiza el diagnóstico definitivo mediante ecografía u
otra prueba de imagen, únicamente en los casos indicados.
Estudios recientes han demostrado que una baja sospecha clínica y un
Dímero-D negativo pueden excluir una TVP evitando la necesidad de realizar
ecografía.
El Dímero-D, generalmente, se considera positivo a partir de valores de
500ng/mL11 (aunque cada laboratorio debe validar sus valores de referencia).
Sin embargo, es conocido que el Dímero-D varía en determinadas situaciones
como la edad avanzada, la cantidad de trombo existente o el tiempo de
evolución.
DEFINICION
La Enfermedad Tromboembólica Venosa (ETEV) es un proceso patológico que
se caracteriza por la formación de un coágulo sanguíneo en el interior de una o
más venas. Cuando se produce en el sistema venoso profundo de las
extremidades, más frecuentemente en las inferiores, se conoce como
Trombosis Venosa Profunda (TVP). En ocasiones se sigue del desprendimiento
del trombo, o parte de él, que se desplaza por el circuito de retorno venoso y,
tras pasar por el corazón derecho, puede llegar a fijarse en el árbol arterial
pulmonar, provocando un Tromboembolismo Pulmonar TEP
INCIDENCIA
Hay que tener en cuenta que la TVP es excepcional por debajo de los 20 años,
pero la incidencia va aumentando de manera significativa al avanzar la edad.
6. 6
La incidencia anual por grupos de edad es aproximadamente de 2-3/10.000
entre 30 y 49 años; de 5/10.000 entre 50 y 59 años; de 10/10.000 entre 60 y 69
años; y de 20/10.000 entre 70 y 79 años.
En cuanto a la complicación más grave de la TVP, el embolismo pulmonar,
existe evidencia de la disminución de su incidencia desde mediados de la
década de los setenta, debido al aumento del uso de la profilaxis en situaciones
de riesgo y al mejor tratamiento de la TVP.
FACTORES DE RIESGO
Entre los factores que aumentan el riesgo de padecer TVP hemos de distinguir
los que están determinados genéticamente, conocidos como intrínsecos, y los
que no lo están, que son los adquiridos.
Entre los factores adquiridos encontramos:
Edad
Postoperatorio (diferente riesgo según el tipo de intervención)
Traumatismo
Neoplasia maligna
Enfermedad venosa previa
Anticonceptivos orales y terapia hormonal sustitutiva
Embarazo y puerperio
Inmovilización
Enfermedad inflamatoria intestinal
Insuficiencia cardíaca congestiva
Hemoglobinuria paroxística nocturna y síndromes mieloproliferativos
Obesidad
Anticuerpos antifosfolipídicos
Hiperlipidemia
Resistencia adquirida a la proteína C activada
7. 7
Déficit adquirido de antitrombina III
Hiperhomocisteinemia adquirida
Hiperfibrinogenemia y criofibrinogenemia
Entre los factores intrínsecos encontramos:
Resistencia al factor V de Leiden
Deficiencia de antitrombina III
Déficit de proteína C y S
Mutación del gen de la protrombina
Hiperhomocisteinemia
Disfibrogenemia
Grupo sanguíneo no 0
Aumento del factor VIII (antihemofílico A)
Alteraciones del sistema fibrinolítico
FISIOPATOLOGIA
La fisiopatología de la TVP se explica por la clásica tríada de Virchow: estasis
sanguínea, lesión del endotelio vascular y estados de hipercoagulabilidad
ESTASIS SANGUINEO
El estasis en determinadas localizaciones del árbol venoso permite el aumento
local del número de plaquetas y de factores de coagulación activados (IIa, Va,
VIIa, VIIa, IXa y Xa). A la vez, esta situación permite que disminuya la cantidad
de los anticoagulantes naturales (proteína C y S, antitrombina III) y de enzimas
fibrinolíticas, porque se consumen in situ y no hay nuevos aportes.
Éstas son las condiciones que habitualmente reinan en la concavidad de las
válvulas venosas del sistema venoso profundo de la pantorrilla y el muslo, y en
los recovecos de los senos o dilataciones de los plexos venosos sóleo o
8. 8
gemelar, por ello estas localizaciones son las más frecuentes como origen del
trombo.
Sin embargo, existen otras situaciones, como por ejemplo el encamamiento
prolongado o la inmovilización de un miembro por traumatismo, que pueden
favorecer el estasis en estas u otras localizaciones, favoreciendo la activación
del proceso hemostático, pudiendo provocar la TVP. Así, cualquier situación
que favorezca el éstasis venoso se comportará como factor de riesgo de TVP.
LESION ENDOTELIO VASCULAR
La lesión del endotelio vascular contribuye a la patogénesis de la trombosis
venosa de forma directa. Esto es debido a que el endotelio lesionado deja al
descubierto el subendotelio, dónde se encuentra la estructura terciaria de las
fibras de colágeno, que al quedar en contacto con el torrente sanguíneo induce
a la adhesión de las plaquetas y activación de la cascada de la coagulación.
Por otro lado, las células endoteliales tienen la capacidad de sintetizar diversas
sustancias anticoagulantes. Entre éstas, tienen especial relevancia la
prostaciclina (inhibidor de la agregación plaquetaria), los cofactores que inhiben
la acción de la trombina (trombomodulina, que es un receptor de superficie, y el
heparán sulfato, glicosaminoglicano que activa la ATIII). Así, en caso de lesión
del endotelio, queda afectada su función anticoagulante.
También desempeña un papel importante la activación de las células
endoteliales por las citocinas (interleucina I y factor de necrosis tumoral), que
se liberan tras una lesión vascular o tisular. Estas citocinas estimulan a las
células endoteliales para que sinteticen factor tisular y PAI-I, que reducen la
expresión de la trombomodulina y revierten las propiedades protectoras del
endotelio en condiciones normales.
9. 9
ESTADOS DE HIPERCOAGULABILIDAD
La hemostasia constituye el equilibrio exacto entre los factores procoagulantes
y los anticoagulantes naturales. Los primeros circulan en gran cantidad de
forma inactiva, y se activan mutuamente a través de la cascada de la
coagulación. Una vez activados, bien se neutralizan de forma directa (efecto de
la antitrombina III), o bien se desactivan (efectos de la proteínas C y S).
Por ello, el déficit congénito o adquirido de estos anticoagulantes naturales, su
funcionamiento incorrecto o la existencia de factores de coagulación de difícil
desactivación (resistencia congénita a la proteína C activada o factor V de
Leiden), constituyen estados latentes de hipercoagulabilidad. En estos casos,
la formación de coágulo endovenoso y desarrollo de ETEV se encuentra
favorecido.
CLINICA/SINTOMAS
La clínica típica de la TVP incluye el dolor o la pesadez asociadas a la
inflamación de la extremidad dónde se presente. Comúnmente la clínica
evoluciona en pocos días, aunque podemos encontrar casos que evolucionan
en horas y en semanas-
El dolor suele ser el primer síntoma, en general es espontáneo y con sensación
de pesadez o tensión en la extremidad; en casos muy severos o proximales
puede llegar a provocar impotencia funcional.
La localización es variable según la zona afectada. En el caso de los miembros
inferiores, suele manifestarse en la región gemelar y sobre los trayectos
venosos profundos (hueco poplíteo, canal de Hunter, región inguinal). El signo
de Homans (dorsiflexión forzada del pie con la rodilla recta provoca dolor en la
pantorrilla y en el hueco poplíteo) sólo aparece en un tercio de casos TVP, y
más del 50% de pacientes cursan sin este signo.
10. 10
El edema inicialmente es blando y con fóvea, afectando a los territorios distales
a la obstrucción venosa. Al palpar las masas musculares, sobre todo en los
gemelos, se observa un endurecimiento característico que suele recibir el
nombre de empastamiento muscular y que corresponde al edema subfascial.
Éste empastamiento no debe confundirse con el edema de tejido celular
subcutáneo típico de otras afectaciones que nada tienen que ver con la
patología venosa.
El aumento de la red venosa superficial se va desarrollando de forma paulatina
como reflejo de un mecanismo de compensación para facilitar el drenaje
venoso y aunque puede no apreciarse en fases muy iniciales de la trombosis,
puede ser un signo claro en trombosis proximales o algo más evolucionadas.
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
Como podemos ver, todos estos síntomas y signos son muy poco específicos,
pues pueden encontrarse en multitud de patologías. Es por ello que a pesar de
realizar una anamnesis y exploración cuidadosas, se requiere de otros métodos
para facilitar el diagnóstico. Con este objetivo se desarrollaron las escalas de
predicción y los algoritmos diagnósticos.
Así, el diagnóstico diferencial de una extremidad inferior hinchada y dolorosa es
extenso e incluye celulitis, artritis, neuropatía, linfedema, rotura de quiste de
Baker, rotura fibrilar y la insuficiencia venosa crónica, entre otros.
DIAGNOSTICO
Al inicio de la década de los 90, la estrategia para diagnosticar una TVP
consistía en realizar una prueba de imagen a todos los pacientes con sospecha
clínica y repetir la prueba en una semana si el resultado era negativo. Sin
embargo, ésta era una estrategia ineficaz, ya que, sólo en el 10-25 % de las
sospechas de TVP se confirmaba el diagnóstico. Con la intención de disminuir
11. 11
el número de exploraciones innecesarias, durante los últimos años se han
desarrollado nuevas estrategias diagnósticas basadas las escalas de
predicción clínica y valores de Dímero-D, reservando las pruebas de imagen
para los casos seleccionados.
Hace ya un par de décadas que se inició la búsqueda de modelos clínicos
predictivos de TVP. Desde entonces, varias han sido las escalas propuestas,
siendo la más empleada la de Wells, que, aunque es muy útil para el
diagnóstico de TVP proximal, lo es menos para TVP distal.
Ante la necesidad precisar el diagnóstico, los protocolos actuales completan las
escalas de probabilidad con un parámetro analítico como es el Dímero-D, que
presenta un elevado valor predictivo negativo.
12. 12
El Dímero-D es una molécula de pequeño tamaño (182 kDa) que procede de la
degradación de la fibrina estabilizada. Su vida media es de unas 8 horas y su
vía de eliminación es principalmente renal y en menor medida, por el sistema
mononuclear fagocítico. Hay que tener en cuenta que, la mayoría de los
pacientes referidos para diagnóstico de una posible TVP son ambulatorios.
Entre ellos, un porcentaje no despreciable cumple criterios de bajo riesgo y por
tanto los algoritmos de decisión que incluyen el Dímero-D pueden evitar
exploraciones innecesarias. En el caso de la TVP en los pacientes
hospitalizados, la prevalencia de TVP es considerable (se estima en un 1,3%),
pero en estos casos el empleo de la estrategia con una escala clínica y
Dímero-D para evitar exploraciones de imagen se ve dificultada por diferentes
motivos: el Dímero-D puede estar aumentado en razón de sus comorbilidades,
y el ingreso en sí ya supone un factor de riesgo (ya sea por el encamamiento,
la comorbilidad o las intervenciones diagnosticas a las que se ve sometido el
paciente.) La combinación de un modelo de valoración objetiva del riesgo de
TVP junto con la determinación del Dímero-D ha mostrado un alto valor para
descartar TVP >99,5%.
FACTORES QUE PUEDEN ALTERAR VALOR DIAGNOSTICO
El Dímero-D constituye un marcador específico de la actividad fibrinolítica en
procesos que producen una excesiva formación de fibrina. En individuos sanos
un 2-3% del fibrinógeno plasmático se convierte de modo fisiológico en fibrina
estabilizada, existiendo un equilibrio en el proceso descrito, que es necesario
para mantener la integridad del sistema vascular, y que se refleja en unos
niveles plasmáticos bajos de Dímero-D (generalmente inferiores a 250 ng/mL).
Sin embargo, la formación y degradación de fibrina en exceso, y la
consiguiente elevación del Dímero-D, no sólo se
Produce en procesos de naturaleza trombótica. Una elevación de los niveles de
Dímero-D por encima de los niveles normales no es específico ni
13. 13
necesariamente sinónimo de la existencia de un proceso trombótico, sino que
deben valorarse las circunstancias clínicas que concurren en cada paciente
antes de interpretar un resultado anormal de Dímero-D. Se incluyen entre los
procesos que pueden elevar los valores del Dímero-D en ausencia de ETEV,
ya sea de forma fisiológica o patológica: la sepsis, la insuficiencia cardíaca o
una intervención quirúrgica reciente entre otros.
Los niveles de Dímero-D tienden a aumentar con la edad, posiblemente debido
a la elevada prevalencia de comorbilidades, por lo que la especificidad y, por
tanto, la utilidad clínica de la prueba (su poder de exclusión) disminuyen
paralelamente al envejecimiento. La capacidad de descartar una TVP sin
exploraciones complementarias en función del valor normal del Dímero-D pasa
de 65% en los menores de 40 años a un 5% en los mayores de 80 años.
Los niveles de Dímero-D disminuyen paralelamente con el paso de los días,
desde la aparición de los síntomas de sospecha de ETEV. De modo que, los
niveles más altos se mantienen por unos 7 días tras la trombosis, cayendo a un
25% del máximo en la 2ª semana, para después continuar disminuyendo.
Así, la Haemostasis and Thrombosis Task Force of the British Committee for
Standards in Haematology, recomienda usar con precaución los valores del
Dímero-D cuando han pasado más de 2 semanas desde la aparición de los
síntomas, puesto que hay una relación inversa entre el tiempo transcurrido
desde la trombosis y los valores de Dímero-D. Por tanto, los pacientes que
presentan manifestaciones clínicas largo tiempo antes de la visita, dos
semanas o más, pueden dar falsos negativos, por lo que deberían ser
excluidos de los algoritmos diagnósticos que incluyen el Dímero-D como
herramienta diagnostica.
Numerosos procesos patológicos que no son de naturaleza trombótica también
pueden cursar con una elevación del Dímero-D, como por ejemplo:
14. 14
a) Coagulopatía de consumo
b) Sepsis
c) Artropatía periférica
d) Anemia drepanocítica (crisis)
e) Hemorragia subaracnoidea
f) Neoplasias malignas
g) Cirugía mayor
h) Hepatopatía crónica
i) Nefropatía crónica
j) Insuficiencia cardiaca
k) Traumatismos
l) Inmovilización prolongada
m) Arteriosclerosis avanzada
PRUEBAS DE IMAGEN
La sospecha clínica de trombosis venosa debe confirmarse mediante pruebas
objetivas, porque, como ya hemos comentado, pacientes con síntomas
mínimos pueden tener trombosis extensas y pacientes con síntomas clásicos,
pueden tener alteraciones no trombóticas.
El eco-doppler venoso es la prueba de imagen de elección actualmente:
La sensibilidad de la prueba para el sector venoso femoro-poplíteo es de un
97%, pero esta sensibilidad disminuye al 73% para las venas gemelares.
Debido a esta baja sensibilidad en el sector distal, se recomienda repetir la
ecografía en 1 semana, en caso de que ésta sea negativa y la sospecha clínica
elevada.
La flebografía consiste en la visualización del sistema venoso profundo
mediante la inyección de un medio de contraste.
15. 15
La resonancia magnética es una opción diagnóstica que se indica, sobre todo,
cuando se sospecha trombosis ilio-cava, del territorio hipogástrico o afectación
del compartimento sural. Además puede utilizarse en el embarazo si el eco-
doppler ha dejado dudas, pero el coste y poca disponibilidad limitan su
utilización.
También la tomografía axial computerizada con contraste es una prueba que
puede ser útil en diagnostico de TVP
TRATAMIENTO
La trombosis venosa superficial puede ser el origen de una trombosis venosa
profunda en el 10 % de los casos; de allí el interés de preocuparnos de su
tratamiento. Este dependerá de la extensión de la trombosis y del estado
general del enfermo.
El tratamiento más frecuente es el médico, que consiste en el uso de algún tipo
de soporte elástico y el uso de antiinflamatorios por vía oral como indometacina
u otros. El paciente debe mantener una actividad normal. La resolución del
cuadro puede demorar entre 7 y 14 días. Luego se propondrá la cirugía en
forma precoz en aquellos casos en que esta constituya la medida definitiva
para impedir una nueva trombosis. Algunos grupos preconizan el tratamiento
quirúrgico de urgencia en las 48 horas que siguen al comienzo del cuadro, con
ello, se resuelve en forma definitiva el problema y se logra una mejoría más
temprana. Cuando existe una propagación del trombo hacia la desembocadura
de la safena es necesario realizar una ligadura de ella, para evitar la
propagación de dicho trombo desde la safena interna hacia la vena femoral.
El tratamiento con heparina sistémica está indicado cuando se sospecha
fundadamente una trombosis venosa profunda de punto de partida superficial.
La trombosis venosa profunda requiere un tratamiento anticoagulante
convencional que se prolongará por un período de hasta 6 meses.
16. 16
El régimen de tratamiento más aceptado es el uso de heparina endovenosa y
luego anticoagulantes orales. Se inicia el tratamiento con un bolo endovenoso
de 5.000 a 10.000 U, seguido de una infusión continúa de 1.000 a 1.500
U/hora.
La infusión continua de heparina se ha asociado a menos complicaciones
hemorrágicas que el tratamiento intravenoso intermitente. Para la primera,
debe idealmente utilizarse una bomba de infusión. Mediante la prueba del
tiempo de tromboplastina parcial activada se vigila el tratamiento con heparina.
Se considera adecuado cuando la prueba es el doble del valor inicial. Debe
controlarse el recuento de plaquetas frecuentemente, ya que la heparina puede
provocar trombocitopenia, trombosis intravascular o hemorragia. Las
trombocitopenias tardías son graves, complicadas frecuentemente con
accidentes trombóticos.
La primera variante respecto al tratamiento convencional en el tratamiento de la
trombosis venosa profunda es el uso de heparina cálcica subcutánea cada 8
horas, con la que es posible alcanzar dentro de las 24 horas niveles
terapéuticos, y ha demostrado efectos comparables al tratamiento endovenoso.
Por otra parte, se ha demostrado fehacientemente que el tratamiento inicial con
heparina es más efectivo que con anticoagulantes orales; en estos últimos,
existe un mayor número de eventos sintomáticos y la presencia frecuente de
extensión asintomática de la trombosis
Los anticoagulantes orales se inician durante el tratamiento con heparina, y se
continúan durante un período de 3 a 6 meses. Si el período es más corto, se ha
demostrado claramente un mayor número de episodios embólicos pulmonares.
Los anticoagulantes (Neosintrom o acenocumarol) inhiben la coagulación
sanguínea por la interferencia con la síntesis hepática de los factores de
coagulación dependientes de la vitamina K (II, VII, IX, X). La anticoagulación
adecuada con fármacos orales requiere de varios días de tratamiento y se
17. 17
requiere alcanzar un tiempo de protrombina de 2 a 2,5 veces el tiempo control
para ser terapéutico, lo que equivale a un INR (International Normalized Ratio)
de 2,5 a 3,5.
El tratamiento con heparina se debe comenzar tan pronto hecho el diagnóstico,
ajustando la dosis hasta que el tiempo parcial de tromboplastina se ubique
entre los márgenes terapéuticos durante 24 a 48 horas. Cuando la
heparinoterapia es estable, se inicia el tratamiento con los derivados
cumarínicos, asociándose ambos tratamientos hasta que el tiempo de
protrombina se estabilice dentro de la gama terapéutica durante 3 días por lo
menos. Esta orientación motiva el empleo de heparina durante 7 a 10 días
antes de suspenderla y continuar sólo con la terapia oral.
El otro punto a considerar es el uso de las heparinas de bajo peso molecular en
vez de la heparina estándar. Las primeras, en dos dosis diarias de 100 UI, son
al menos tan eficaces y tan seguras como la heparina no fraccionada. La
vigilancia de las plaquetas permanece igualmente necesaria con ellas.
Las propiedades farmacocinéticas de las heparinas de bajo peso molecular
permiten limitar la supervisión biológica a 1 o 2 controles de la actividad anti
Xa.
La enoxaparina demostró estas propiedades, y además resulta más confortable
para el paciente y menos consumidora de tiempo para enfermeras y
tecnólogas. Las heparinas de bajo peso molecular significan un real progreso
en el tratamiento de las trombosis venosas profundas.
Las otras medidas que deben adoptarse frente a una trombosis venosa
profunda de las extremidades inferiores son el reposo en cama, la elevación de
las piernas y los analgésicos. El reposo permite que el trombo se organice y se
adhiera a la pared vascular, proceso que requiere entre 24 y 72 horas.
Cuando el paciente comienza a deambular se indica un soporte elástico por
debajo de la rodilla, con una compresión media de 30-40 mmHg para reducir el
18. 18
dolor y el edema que persisten durante varios días o semanas, dependiendo de
la extensión proximal que alcanzó la trombosis. Muchas veces, esta última
medida deberá ser mantenida de por vida.
Frente a estos tratamientos tradicionales han aparecido recientemente algunos
nuevos tratamientos, los cuales pueden ser aplicables en pacientes más
seleccionados.
A continuación, haremos una revisión resumida de ellos:
a) Tratamiento trombolítico: La aparición de los trombolíticos ha significado
su utilización en diferentes enfermedades vasculares y cardiovasculares
que tienen en común la existencia de un trombo como causa
etiopatogénica. Los trombolíticos son sustancias capaces de lisar la
fibrina, cemento fisiológico de las plaquetas del trombo.
Existen dos productos fibrinolíticos principales, la estreptoquinasa que
es obtenida a partir de cultivos de estreptococos beta hemolíticos y la
uroquinasa, extraída de la orina humana o de cultivos de células de
embrión de riñón. El objetivo buscado con la utilización de estos
productos es por una parte la desobstrucción por lisis del trombo y por la
otra, la preservación de la integridad anatómica del vaso afectado.
La estreptoquinasa y la uroquinasa estimulan la disolución del trombo al
promover la conversión del plasminógeno en plasmina, una enzima que
desdobla la fibrina. La duración del tratamiento varía entre 12 y 72
horas. El tratamiento debe ser usado por médicos familiarizados por
completo con sus dosis y contraindicaciones, en un ambiente donde el
tratamiento pueda monitorizarse de forma continua.
Las contraindicaciones al tratamiento fibrinolítico son: cirugía reciente
(menor de 1 mes), traumas mayores recientes, sangrado activo o
reciente, enfermedad cerebral, embarazo y diátesis hemorrágicas. No
son candidatos a él los pacientes con trombosis venosa contra lateral
19. 19
reciente y aquellos con trombosis venosa con más de 7 días de
evolución. En éste contexto, sólo un pequeño grupo de pacientes son
candidatos a éste tipo de tratamiento, estimándose, según una serie
reciente, que sólo es aplicable al 7 % de las trombosis venosas
profundas .Los mejores resultados se obtienen en las trombosis venosas
no oclusivas, sobre todo cuando ellas son proximales. Si se obtiene una
lisis completa del trombo la mayoría de los pacientes no debería tener
secuelas. Como es frecuente la producción de migraciones embólicas
durante el tratamiento, su uso justificaría el empleo de filtros intracavos
transitorios.
Su mejor indicación parece ser la trombosis venosa iliofemoral, sobre
todo aquellas asociadas a trombosis venosas isquémicas.
b) Tratamiento quirúrgico: Consiste en la trombectomía venosa, y tiene por
objetivo la extracción de los trombos y la restauración de la
permeabilidad del árbol venoso, permitiéndole recuperar su integridad
anatómica, previniendo con ello el síndrome post trombótico y sus
consecuencias. La trombectomía es irrealizable si no se interviene antes
de 10 días desde la aparición de los primeros signos de edema o de
embolia pulmonar. Se efectúa una larga flebotomía femoral o cava y con
la ayuda de una sonda de Fogarty se realiza la trombectomía. Algunos
grupos son partidarios de crear una fístula arteriovenosa
complementaria, con el objetivo de aumentar la permeabilidad por
aumento del débito. Con lo anterior, la permeabilidad del procedimiento
a largo plazo ha aumentado desde un 38 % hasta llegar a un 76 o 93 %.
20. 20
Esquema de la técnica quirúrgica para realizar una trombectomía venosa de la femoral
El tratamiento con heparina a dosis eficaz se asocia al tratamiento
quirúrgico. La mortalidad post operatoria es de alrededor del 2 %.
Debe considerarse el empleo de la trombectomía en todo paciente con
trombosis venosa iliofemoral. La indicación más aceptada es la
presencia de trombosis y flegmasia cerúlea dolens rápidamente
progresiva. Las contraindicaciones son la presencia de edema de más
de 10 días de duración, y la presencia de signos de insuficiencia venosa
crónica o historia de trombosis venosas previas en el mismo miembro.
c) Interrupción de la vena cava: A pesar del tratamiento anticoagulante
entre el 7 y el 20 % de los casos de trombosis venosa hacen una
embolia pulmonar y, sin un tratamiento, apropiado el 25 % de los
pacientes que han sufrido una embolia pulmonar tendrán una recidiva.
Con el fin de evitar nuevas embolias se han desarrollado sistemas de
interrupción de la vena cava inferior. La ligadura de de la vena cava
inferior está abandonada, salvo circunstancias excepcionales como las
embolias sépticas. Existen técnicas de interrupción externa de la cava y
otros endoluminales. El sistema externo corresponde al clip de plástico
de Adams-De Weese dentado, de 4 canales, colocado en forma
quirúrgica ya sea por vía transperitoneal o por vía retroperitoneal. El clip
es fijado alrededor de la vena cava por debajo de las venas renales. Los
clips externos evitan la presencia de cuerpos extraños intravasculares,
las perforaciones de la vena cava y la emigración del filtro.
21. 21
Los dispositivos endovasculares se colocan bajo anestesia local y con la
ayuda de un intensificador de imágenes. Se desciende desde la vena
yugular derecha hasta la vena cava inferior por debajo de las venas
renales, donde se libera el filtro que automáticamente se fija a la pared
de la vena. Existen dos tipos de filtro que se utilizan con mayor
frecuencia, el paraguas de Mobin-Uddin y el filtro cónico metálico de
Kimray-Greenfield. Los filtros intravasculares se reservan para los
pacientes de riesgo elevado o excesivamente obesos, en quiénes se
desea evitar la anestesia general y la operación.
La indicación más frecuente para realizar la interrupción venosa es la
embolia pulmonar recidivante en enfermos que reciben un tratamiento
anticoagulante adecuado. También está indicada la interrupción venosa
en los enfermos que sufren embolias pulmonares y no pueden recibir
anticoagulantes. La mortalidad del procedimiento está dada
fundamentalmente por la patología subyacente, y es de un 3 a un 7 %
en los enfermos sin enfermedad cardiaca. La recidiva de embolias
pulmonares no fatales tras la interrupción parcial de la vena cava inferior
se produce entre el 5 y el 15 % de los pacientes. Se ha descrito una
morbilidad tardía importante en el miembro inferior afectado, de hasta un
30 %. En la mayoría de las series grandes, la interrupción venosa parcial
se mantiene permeable en el 60 a 70 % de los enfermos. Un tratamiento
anticoagulante complementario a dosis eficaz, debe ser siempre
realizado. La contención elástica de la pierna es siempre prescrita en
estos casos.
22. 22
CONSIDERACIONES:
1) Deben controlarse las plaquetas al inicio del tratamiento y
periódicamente durante el tiempo de heparinización, dada la posibilidad
de desarrollo de trombocitopenia inducida por heparina. Hay que
Interrumpir el tratamiento si la concentración de plaquetas desciende
más de un 30% o es inferior a 100.000 plaquetas/mm3.
2) HBPM cada 12 horas: si el paciente no tiene inestabilidad
hemodinámica.
3) Heparina sódica: en TEP masivo o submasivo o si el paciente tiene
inestabilidad hemodinámica.
4) No hay evidencia de que el reposo absoluto sea beneficioso ni qué
grado de actividad física es recomendable. Por tanto ésta debe
recomendarse en base a datos individuales como el dolor y el edema
que presente el paciente.
SOSPECHA ETV
- realizar hemograma y hemostasia básica
- valorar contraindicaciones para heparinizar
- realizar estudios de imagen
- considerar bolo de 5000UI iv de HpNF o
HBPM
ETV CONFIRMADA
- pautar HBPM o nuevo bolo de Heparina
sódica e inicio de la perfusión (control de
TTPA a las 6 horas y ajuste de la perfusión)
- iniciar ACO 1º día y control de plaquetas
los días 3 y 5.
- suspender HBPM después de 4-5 días de
ttº combinado si INR>2.
- mantener ACO al menos 3 meses según
factores de riesgo asociados a ETEV.
23. 23
ENFERMEDAD ARTERIAL PERIFERICA
La enfermedad arterial periférica (EAP) engloba todas aquellas entidades
nosológicas que son resultado de la estenosis u obstrucción del flujo sanguíneo
en las arterias, excluyendo los vasos coronarios e intracraneales. En este
capítulo nos referiremos a la circulación de miembros inferiores, aunque el
término EAP hace referencia también a otros lechos vasculares. En la mayoría
de los casos, sobre todo en población anciana, la EAP es una manifestación de
aterosclerosis sistémica. De ahí su gran importancia, puesto que más de la
mitad de los pacientes con EAP tendrán afectación coronaria y/o
cerebrovascular, y su riesgo de mortalidad por cualquier causa es tres veces
superior a los pacientes sin EAP (más de seis veces superior si nos referimos a
mortalidad por enfermedad coronaria). Por tanto, el diagnóstico precoz y el
adecuado control de los factores de riesgo disminuirán no sólo la incidencia de
la EAP, sino también la morbimortalidad cardio y cerebrovascular.
EPIDEMIOLOGIA
La enfermedad arterial periférica (EAP) afecta a un 15-20% de los sujetos
mayores de 70 años, si bien es probable que su prevalencia sea aún mayor si
analizamos a los sujetos asintomáticos. La prueba diagnóstica realizada en
mayor medida para analizar a la población asintomática es el índice tobillo-
brazo (ITB). En sujetos sintomáticos, el ITB < 0,9 tiene una sensibilidad > 95%
y una especificidad próxima al 100% en comparación con la arteriografía.
Cuando se compara a enfermos con EAP con controles de igual edad, la
incidencia de mortalidad cardiovascular es del 0,5% en controles y del 2,5% en
los pacientes con EAP. Además, en los pacientes con enfermedad coronaria
conocida, la presencia de EAP eleva el riesgo de muerte un 25% con respecto
a los controles. Por todo esto es importante la búsqueda de la EAP incluso en
pacientes asintomáticos, para controlar precozmente los factores de riesgo y
reducir la mortalidad.
24. 24
FACTORES DE RIESGO CARDIOVASCULAR Y ENFERMEDAD ARTERIAL
PERIFÉRICA
Los denominados factores de riesgo mayores son los que han sido
determinados a partir de grandes estudios epidemiológicos y son
concordantes con los factores de riesgo para enfermedad cerebrovascular y
cardiopatía isquémica. Algunos estudios han confirmado que los factores de
riesgo mayores (diabetes, hipertensión, tabaquismo e hiperlipemia) están
implicados en un 80-90% de las enfermedades cardiovasculares.
Sexo
La prevalencia de la EAP, tanto sintomática como asintomática, es mayor en
varones que en mujeres, sobre todo en la población más joven, ya que en
edades muy avanzadas prácticamente no se alcanzan diferencias entre
ambos grupos. Además, la prevalencia en los varones es mayor en los grados
de afectación más severa (isquemia crítica).
Edad
Es el principal marcador de riesgo de EAP. Se estima que la prevalencia de
claudicación intermitente en el grupo de 60-65 años es del 35%. Sin embargo,
en la población 10 años mayor (70-75 años), la prevalencia se incrementa
hasta alcanzar un 70%.
Tabaco
En algunos estudios se ha encontrado una asociación más fuerte entre el
abuso de tabaco y la EAP que entre el abuso de tabaco y la cardiopatía
isquémica. Además, los fumadores más severos no sólo tienen un mayor
riesgo de EAP, sino que presentan las formas más graves que ocasionan
isquemia crítica. El abandono del tabaco se ha acompañado de una reducción
en el riesgo de EAP y se ha comprobado que, aunque el riesgo de
experimentar EAP en ex fumadores es 7 veces mayor que en no fumadores,
en los fumadores activos es 16 veces más elevado. Por otra parte, la
25. 25
permeabilidad tanto de los injertos de derivación aortocoronaria venosos
como de los protésicos se reduce en pacientes fumadores. La tasa de
amputaciones y la mortalidad también son mayores en sujetos fumadores.
Diabetes
La diabetes es un factor de riesgo no sólo cualitativo, sino cuantitativo, ya que
por cada aumento del 1% de la hemoglobina glicosilada se produce un
incremento del 25% en el riesgo de EAP. La afectación de vasos distales de
las extremidades es típica y, junto con la microangiopatía y la neuropatía, que
implican una mala respuesta a la infección y un trastorno específico de la
cicatrización, condicionan un riesgo de amputación hasta 10 veces superior al
de los pacientes no diabéticos. Cabe destacar que en los pacientes diabéticos
pueden obtenerse valores anormalmente altos de presión en el tobillo y, por
tanto, falsos negativos en la valoración del ITB.
Hipertensión
Su importancia como factor de riesgo es inferior a la diabetes o el tabaquismo.
No obstante, se considera que el riesgo de EAP es el doble en los pacientes
hipertensos que en los controles.
Dislipemia
En varios estudios epidemiológicos se ha demostrado que la elevación del
colesterol total y el colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad (cLDL) y
el descenso del colesterol unido a lipoproteínas de alta densidad (cHDL) se
asocian con una mayor mortalidad cardiovascular. Factores de riesgo
independientes para el desarrollo de EAP son el colesterol total, el cLDL, los
triglicéridos y la lipoproteína (a). En el estudio de Framingham se comprobó
que el cociente colesterol total/cHDL fue el mejor predictor de EAP. Se ha
comprobado que el tratamiento de la hiperlipemia reduce la progresión de la
EAP y el desarrollo de isquemia crítica.
26. 26
Hiperhomocisteinemia
Las alteraciones en el metabolismo de la homocisteína constituyen un
importante riesgo de arterosclerosis y, en especial, de EAP. Hasta un 30% de
los pacientes jóvenes con EAP presenta hiperhomocistinemia. El mecanismo
de acción podría ser doble: por una parte, promover la oxidación del cLDL y,
por otra, inhibir la síntesis de óxido nítrico.
Marcadores inflamatorios
Los valores de proteína C reactiva (PCR) en los pacientes con EAP
establecida se han mostrado como un marcador de riesgo de futuros eventos
cardiovasculares. El riesgo de infarto de miocardio durante el seguimiento de
los pacientes con EAP avanzada susceptibles de tratamiento quirúrgico
parece estar condicionado por los valores elevados de PCR prequirúrgicos,
con independencia de la presencia de los factores clásicamente considerados
de riesgo cardiovascular o del antecedente clínico de cardiopatía isquémica.
Los valores de fibrinógeno y las alteraciones en las propiedades
hemorreológicas de la sangre también se han asociado con una mayor
prevalencia de arteriopatía periférica. Algunos estudios han mostrado que las
concentraciones elevadas de fibrinógeno condicionan una alteración de la
microcirculación que se asocia con una clínica más acusada de claudicación
intermitente.
Fisiopatología
Se entiende como insuficiencia arterial periférica al conjunto de cuadros
sindrómicos, agudos o crónicos, generalmente derivados de la presencia de
una enfermedad arterial oclusiva, que condiciona un insuficiente flujo
sanguíneo a las extremidades. En la gran mayoría de las ocasiones, el
proceso patológico subyacente es la enfermedad arteriosclerótica, y afecta
preferentemente a la vascularización de las extremidades inferiores, por lo
que nos referiremos a esta localización.
27. 27
Desde el punto de vista fisiopatológico, la isquemia de los miembros inferiores
puede clasificarse en funcional y crítica. La isquemia funcional ocurre cuando
el flujo sanguíneo es normal en reposo pero insuficiente durante el ejercicio,
manifestándose clínicamente como claudicación intermitente. La isquemia
crítica se produce cuando la reducción del flujo sanguíneo ocasiona un déficit
de perfusión en reposo y se define por la presencia de dolor en reposo o
lesiones tróficas en la extremidad. En estas circunstancias, el diagnóstico
preciso es fundamental, ya que hay un claro riesgo de pérdida de extremidad
si no se restablece un flujo sanguíneo adecuado, mediante cirugía o
tratamiento endovascular. Diferenciar ambos conceptos es importante para
establecer la indicación terapéutica y el pronóstico de los pacientes con EAP.
El grado de afectación clínica dependerá de dos factores: la evolución
cronológica del proceso (agudo o crónico) y la localización y la extensión de la
enfermedad (afectación de uno o varios sectores).
Evolución cronológica
El mecanismo fisopatológico por el que se desarrolla la insuficiencia arterial
se basa en la presencia de estenosis arteriales que progresan en su historia
natural hasta provocar una oclusión arterial completa. Ello se traduce en un
mayor o menor grado de desarrollo de las vías colaterales de suplencia.
Cuando el desajuste entre las necesidades de los tejidos periféricos y el
aporte de sangre se produce de manera más o menos abrupta (placa de alto
riesgo), estaremos ante un cuadro de isquemia aguda de origen trombótico.
Se han podido detectar diferencias en el comportamiento de la placa
ateromatosa en relación con la localización anatómica. Las placas de alto
riesgo de las arterias de las extremidades inferiores son muy estenóticas y
fibrosas. Dicha estenosis, asociada con un estado de hipercoagulabilidad,
contribuye de manera decisiva al desarrollo de eventos agudos. Este tipo de
placas contrasta claramente con las lesiones presentes en las arterias
coronarias, que con frecuencia están compuestas por un gran núcleo lipídico
extracelular y un gran número de células espumosas, recubierto por una fina
cubierta fibrosa susceptible de rotura. En esta situación, la vulnerabilidad de la
28. 28
placa en los puntos más frágiles (mayor número de células espumosas y capa
fibrosa más delgada) es la causa de los eventos agudos.
Cuando se produce la rotura de la placa, tiene lugar una trombosis que
oblitera la luz vascular, desencadenando los cuadros agudos. Debido a que,
con frecuencia, antes de la rotura de la placa se ha neoformado circulación
colateral, la clínica de la isquemia aguda es mejor tolerada que la que
acontece cuando el cuadro de base de la isquemia aguda es de origen
embólico.
Extensión de la enfermedad
La manifestación clínica de la EAP dependerá de manera decisiva del número
de territorios afectados. Es frecuente que los sujetos con una vida sedentaria
y afectación arterial en una única zona estén asintomáticos u
oligosintomáticos. El lado contrario del espectro estaría formado por los
individuos que presentan una enfermedad en varias localizaciones, en los que
es frecuente la isquemia crítica.
Correlación fisiopatológica-evolución de la enfermedad
En la mayoría de las ocasiones, la evolución clínica de la EAP es bastante
estable debido al desarrollo de circulación colateral, a la adaptación
metabólica de las masas musculares implicadas y al uso, muchas veces
inconsciente, de grupos musculares no isquémicos. Se estima que sólo un
25% de los pacientes con claudicación experimentará un empeoramiento y
evolucionará hacia la isquemia crítica, lo que suele ocurrir con más frecuencia
después del primer año de diagnóstico. Si se excluye a los pacientes
diabéticos, aún es menos frecuente que la EAP condicione la pérdida de la
extremidad. En el estudio de Framingham se encontró que menos de un 2%
de los pacientes con EAP requirieron una amputación mayor. En pacientes
con claudicación, el mejor predictor de progresión de enfermedad es el ITB.
Los pacientes con un ITB < 0,5 tienen un riesgo dos veces superior de
precisar una cirugía de revascularización o una amputación mayor, frente a
los pacientes con ITB > 0,5. La presión arterial sistólica (PAS) medida en el
29. 29
tobillo también es un factor predictivo de progresión de la enfermedad que es
mayor para los pacientes con valores < 50 mmHg. Sin embargo, hay que
reseñar que los pacientes con diabetes, por su elevada prevalencia de
calcificación en los vasos distales, pueden presentar valores de PAS
anormalmente elevados en la zona maleolar, con índices incluso superiores a
la unidad en presencia de EAP, por lo que estos dos parámetros tienen una
validez limitada en la evaluación no invasiva.
Probablemente, uno de los aspectos más importantes en la valoración de los
pacientes con EAP sea la identificación de los casos con un mayor riesgo de
evolucionar a isquemia crítica y, por lo tanto, de perder la extremidad. En este
sentido, es preciso remarcar que la presencia de varios factores de riesgo
cardiovascular actúa de forma sinérgica, multiplicando el riesgo de pérdida de
extremidad. Cuando se analizan de forma individual se ha podido comprobar
que la diabetes mellitus multiplica por 4 el riesgo de isquemia crítica, el
tabaquismo lo hace por 3 y un ITB < 0,5 lo incrementa en 2,5 veces. Por ello,
es de la mayor importancia realizar un diagnóstico lo más precoz posible de la
arteriopatía para iniciar una terapia de modificación de los factores de riesgo
y, así, reducir el riesgo de progresión de la enfermedad.
ENFERMEDAD VASCULAR COEXISTENTE CON LA ENFERMEDAD
ARTERIAL PERIFÉRICA
La práctica clínica demuestra la afectación multisistémica de la enfermedad
vascular y es frecuente comprobar la presencia de una enfermedad coronaria
o cerebrovascular en los pacientes con enfermedad vascular. Diferentes
estudios epidemiológicos han mostrado que hasta un 50% de los pacientes
con EAP presenta síntomas de enfermedad cerebrovascular o cardiológica.
En el estudio PARTNERS, del total de pacientes en los que se realizó el
cribado de enfermedad vascular, sólo un 13% presentaba una EAP aislada,
sin otra manifestación de enfermedad cardiovascular. En el 32% de los
pacientes coexistía bien enfermedad coronaria, bien enfermedad
30. 30
cerebrovascular, y un 24% tenía afectación de los 3 territorios. Por otro lado,
la principal causa de muerte tardía en los pacientes con EAP es la cardiopatía
isquémica (hasta un 50% de las muertes en pacientes con EAP). A la inversa,
la prevalencia de EAP en los pacientes diagnosticados de enfermedad
coronaria llega a ser del 30%. En este grupo de pacientes, la mortalidad es
2,5 veces superior que la del grupo sin síntomas clínicos de EAP.
La asociación entre EAP e isquemia cerebrovascular no es tan prevalente
como ocurre con la enfermedad coronaria. En algunos estudios en los que se
analiza la presencia de estenosis carotídeas mediante estudio con eco-
Doppler en los pacientes con EAP se ha mostrado una prevalencia de
lesiones en esta localización de hasta el 50%. Sin embargo, sólo un 5% de los
pacientes con EAP presentará un evento neurológico.
Por último, desde el punto de vista epidemiológico, es muy interesante la
relación existente entre la afectación del ITB y la presencia de enfermedad
vascular en otros territorios. Las variaciones en el ITB se han correlacionado
con la gravedad y la extensión de la enfermedad coronaria, así como con el
índice íntima-media carotídeo. En estudios poblacionales se ha mostrado que
por cada descenso de 0,1 en el ITB se produce una elevación del 10% en el
riesgo de presentar un evento vascular mayor.
CLASIFICACION
Clasificamos la EAP, hablando de miembros inferiores, en dos grandes
grupos según la cronopatología de la isquemia: isquemia crónica e isquemia
aguda. La isquemia crónica de miembros inferiores es el resultado de una
aterosclerosis generalizada, consecuencia de los mismos factores de riesgo
vascular que el ictus o la cardiopatía isquémica. Desde el punto de vista
topográfico, las lesiones arteriales crónicas obliterantes se agrupan en tres
sectores: aortoilíaco, femoropoplíteo y distal. La clasificación de Leriche-
Fontaine, que tiene también interés pronóstico y terapéutico, establece cuatro
estadios de la enfermedad según la clínica. Utilizando esta clasificación,
subdividimos la isquemia crónica en claudicación intermitente (estadio II) e
31. 31
isquemia crítica (estadios III y IV). La isquemia crítica es, por tanto, el estadio
final de la isquemia crónica, e implica mal pronóstico, tanto para la extremidad
como para la supervivencia. Aquellos pacientes con presión sistólica baja en
el tobillo tienen mayor riesgo que aquellos con presión alta, y la presencia de
diabetes y hábito tabáquico empeora el pronóstico. La prevalencia no se
conoce, aunque se estima que menos del 10% de los pacientes con
claudicación intermitente alcanzarán el siguiente estadio.
La isquemia aguda se define como el descenso o empeoramiento súbito de la
perfusión sanguínea, resultado de la obstrucción arterial, que amenaza la
viabilidad de la extremidad. La incidencia está en torno a 200-300 casos por
año y millón de habitantes; la prevalencia es difícil de determinar (por la
confusión terminológica existente entre isquemia aguda e isquemia crítica),
aunque sí se sabe que aumenta con la edad, dado que factores
predisponentes como fibrilación auricular (por su potencial embolígeno) o
estados de hipercoagulabilidad son más frecuentes en el anciano. La etiología
más común de la isquemia aguda es el embolismo (casi el 80%),
fundamentalmente el de origen cardíaco (90% de los casos de embolismo),
aunque también puede ser arterio-arterial, embolismo graso, exploraciones
invasivas, intervencionismo radiológico... Su localización más frecuente es la
bifurcación de los vasos. Otras causas de isquemia aguda son la trombosis
arterial (con un impacto menor, dado que, al asentar sobre una pared arterial
previamente dañada, existe mayor probabilidad de haber desarrollado
circulación colateral) o los traumatismos arteriales. La gravedad de la
isquemia depende, sobre todo, de la localización y extensión intraluminal del
trombo o émbolo, aunque también influye la presencia de colaterales,
estenosis previa del vaso, tiempo de evolución y estado de la circulación
sistémica.
32. 32
ISQUEMIA AGUDA MANEJO EN URGENCIAS
Se conoce como isquemia periférica arterial aguda a la interrupción brusca del
aporte sanguíneo a una extremidad, caracterizado por la aparición de dolor
intenso, palidez, frialdad cutánea, impotencia funcional, junto con la ausencia
de pulsos distales. Constituye una urgencia vital que requiere la instauración
precoz de un tratamiento de permeabilización de la arteria afecta.
Como comentábamos anteriormente existen 2 causas principales: embolia y
trombosis in situ. La mayoría son de origen embolígeno y el foco se origina en
el corazón, en la mitad de los casos por fibrilación auricular, también
estenosis mitral, IAM, etc.
Debemos diferenciar la isquemia aguda de origen embólico de la trombosis in
situ, atendiendo a las características clínicas de presentación y antecedentes
clínicos. En los pacientes con sospecha de embolismo arterial debemos
identificar el foco embolígeno para ello, una vez iniciado el tratamiento,
realizaremos un despistaje, buscando básicamente patología cardíaca (ECG,
ecocardio-doppler).
EMBOLIA ARTERIAL TROMBOSIS ARTERIAL
ANAMNESIS Cardiopatía embolígena (FA) Historia isquemia crónica.
Antec. de claudicación
intermitente.
GRAVEDAD Completa (ausencia de
colaterales)
Incompleta, colaterales.
PRESENTACION Brusca (minutos) Paulatina (horas o días)
EXTREMIDAD AFECTA MMII/MMSS: 3/1 MMII/MMSS: 10/1
VARIOS VASOS 15% Raro
CLAUDICACION PREVIA Ausente Presente
PALPACION ARTERIAL Normal Calcificada, rígida
PULSO CONTRALATERAL Presente Ausente
HALLAZGOS
ARTERIOGRAFICOS
Imagen stop en cúpula.
Escasa circulación colateral.
Mínima arterioesclerosis.
Imagen stop irregular.
lesiones arteriales
arterioescleróticas
segmentadas. Abundante
circulación colateral.
TRATAMIENTO Embolectomía,
anticoagulación.
Trombolisis, bypass.
33. 33
El diagnóstico se basa en la historia clínica y en la exploración física. El
tiempo disponible para realizar pruebas diagnósticas es casi siempre limitado,
dado que los procedimientos urgentes de revascularización no pueden
demorarse si la capacidad de la extremidad está amenazada.
En el examen físico vascular la ausencia de pulsos orienta sobre el lugar de la
obstrucción. La regla de las 5P nos puede ayudar a recordar el síndrome
clínico:
1. Dolor (Pain): desde el inicio, muy intenso, progresa a lo largo del
tiempo. Su localización de relaciona con la localización de la
obstrucción.
2. Palidez (Pallor): el cambio de color y de temperatura es un signo
frecuente que adquiere máxima relevancia cuando existe diferencia
manifiesta con la contralateral.
3. Ausencia de pulso (Pulselessness): si bien la ausencia de pulsos
sugiere isquemia aguda, no la diagnostica con certeza. La variabilidad
en la fiabilidad de la exploración hace necesario confirmarlo mediante
métodos objetivos como el doppler.
4. Parestesia (Paresthesia): es una forma de entumecimiento que afecta
a más de la mitad de los enfermos.
5. Parálisis (Paralysis): signo de muy mal pronóstico.
34. 34
Como síntomas tardíos de la enfermedad, encontramos:
1. Anestesia, hipoestesia.
2. Cianosis, que indica trombosis del lecho vascular y las perspectivas de
revitalización de la zona isquémica son desfavorables.
3. Flictenas, que indican lesión irreversible.
4. Rigidez muscular que indica lesión irreversible.
5. Gangrena (seca o húmeda).
DIAGNOSTICO:
Básicamente se apoya en una historia clínica detallada y en una exploración
física exhaustiva. En el interrogatorio debe constar la zona dónde se inició el
dolor y el tiempo de evolución del cuadro. Asimismo se hará constar
antecedentes de riesgo arterioesclerótico (tabaquismo, HTA, diabetes o
hiperlipemia) que nos ayuden a filiar el cuadro como probable trombosis o
embolia. También habrá que indagar sobre antecedentes cardiológicos previos
y tratamientos previos que nos ayuden a filiar el diagnóstico.
El siguiente paso será la exploración física, que debe incluir la auscultación
cardiaca en busca de soplos o arritmias. Los pulsos deben palparse todos de
forma simétrica para detectar diferencias entre las extremidades sana y
enferma. Como se describió en el capítulo previo se palparán pulsos a nivel
carotídeo y en MMSS pulso subclavio, axilar, humeral, radial y cubital; en las
extremidades inferiores se deben palpar pulsos a nivel femoral, poplíteo, tibial
anterior y posterior. Esto nos permitirá descubrir la presencia de aneurismas en
las extremidades así como evaluar la situación general del árbol arterial.
Además se debe realizar una palpación abdominal en busca de aneurismas de
aorta o de iliacas o la presencia de masas que puedan comprimir o ser el signo
de un tumor no diagnosticado.
La anamnesis y la exploración física permiten determinar el nivel de la
obstrucción al flujo arterial, su causa probable y el grado de isquemia y aportan
datos suficientes para llegar a un diagnóstico de presunción.
35. 35
Normalmente son palpables 4 pulsos en la EI:
Pulso femoral: en el punto medio del arco inguinal.
Pulso poplíteo: el más difícil de identificar pues la arteria es muy
profunda.
Pulso pedio: en la parte media del dorso del pie, entre primer y segundo
metatarsiano.
Pulso tibial posterior: en el surco situado detrás del maleolo interno.
Un paciente con pulso distal, debe tener siempre pulso poplíteo y por supuesto
femoral. Si un enfermo tiene en una extremidad uno de los pulsos distales pero
falta el otro, podemos proceder como si tuviese los dos y buscar otras causas
que expliquen su sintomatología. El pulso pedio puede ser indetectable en el
20% de la población normal.
Debemos comprobar la presencia de síndrome isquémico e identificar la
localización exacta de la obstrucción al flujo arterial mediante la exploración
detallada de los pulsos arteriales.
un paciente sin pulso femoral tendrá probablemente una lesión ilíaca.
un paciente sin pulso poplíteo (pero femoral+), tendrá lesión en la arteria
femoral superficial.
36. 36
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS:
ANALÍTICA: incluirá hematimetría y coagulación básicas. Determinaciones
bioquímicas incluirá la creatinina y la CPK para valoración de isquemia
muscular.
ECG: Confirmar o descartar arritmias, IAM.
RX TORAX: Puede demostrar la presencia de un aneurisma a nivel de aorta
torácica.
GASOMETRIA ARTERIAL en pacientes con isquemia arterial de más de 6
horas de evolución o con enfermedad asociada.
DOPPLER
ECO DOPPLER: Puede dar información sobre el lugar de asentamiento del
trombo, pero no es una prueba imprescindible, mucho menos si ello supone un
retraso para la aplicación del tratamiento.
ARTERIOGRAFÍA: Es la prueba diagnóstica por excelencia. En los casos de
embolia puede mostrar embolias en territorios que clínicamente han podido
pasar desapercibidos. Nos da una imagen del árbol arterial general y nos
permite planificar la cirugía en caso de trombosis como ya veremos más
adelante. También puede suponer un arma terapéutica ya que nos permita
utilizar fibrinolíticos para lisar el trombo reciente y establecer el tratamiento
pertinente tras la fibrinolisis.
No se debe retrasar el ingreso ni el tratamiento por realizar ninguna prueba
complementaria, dado que es una urgencia quirúrgica. Siempre requieren
ingreso hospitalario.
37. 37
Para determinar la gravedad de la isquemia y la actitud terapéutica a seguir se
utiliza la clasificación de Rutherford:
Diagnóstico diferencial
TRANSTORNOS QUE
SIMULEN UNA O.A.
CAUSAS NO
ARTERIOESCLEROTICAS DE LA
OCLUSION
TROMBOSIS O EMBOLIA
SHOCK SISTEMICO
FLEGMASIA
NEUROPATIA
COMPRESIVA AGUDA
TRAUMATISMO ARTERIAL
DISECCION ARTERIAL
ARTERIOPATIA X VIH
TROMBOSIS POR
HIPERCOAGULABILIDAD
QUISTE ADVENTICIAL
ATRAPAMIENTO POPLITEO
VASOESPASMO
SD COMPARTIMENTAL
ARTERITIS
TROMBOSIS DE
ARTERIA
ESTENOSADA
EMBOLISMO
TROMBOSIS DE
INJERTOS
ANEURISMA
TROMBOSADO
Complicaciones
Síndrome metabólico-nefropático-miopático: acidosis metabólica,
hiperpotasemia y mioglobinuria. Causa 1/3 muertes tras
revascularización.
Pérdida de extremidades 30%
Mortalidad 20% (principalmente por complicaciones cardiovasculares)
38. 38
TRATAMIENTO:
El tratamiento inicial en el Servicio de Urgencias, debe ser evitar el
empeoramiento de la isquemia mediante una anticoagulación sistémica
adecuada y al mismo tiempo clasificar la gravedad de la isquemia con el fin de
establecer la indicación de revascularización urgente.
MEDIDAS GENERALES
Reposo en cama con la extremidad afecta en moderado declive y con
almohadillado de los puntos de apoyo (posición de Fowler). Canalización de vía
venosa periférica y perfusión de suero glucosalino a 2000cc/24 horas, con las
modificaciones pertinentes en función de la situación clínica y sus
enfermedades de base.
ANALGESIA:
En función de la intensidad del dolor, administraremos diferentes pautas de
tratamiento.
o Analgésicos no narcóticos a elegir entre:
o Paracetamol 1 gr/6h iv (en 15mn)
o Metamizol magnésico 2gr/6h iv en 100SF (en 20')
o Dexketoprofeno trometamol 50mg/8h iv en 100SF (en 20')
o Analgésicos narcóticos en dependencia del dolor:
o Tramadol 100 mg/8h iv en 100SF (en 20'), ó
o Meperidina 100mg/8h iv en 100SF (en 20'), ó
o Morfina 10 mg, a 2mg/min iv hasta que desaparezca el dolor. Se
disuelve 1 amp. de 10 mg en 9cc de SF y se perfunden 2 ml/min
(1 ml=1mg).
TRATAMIENTO ESPECÍFICO: la clasificación de Rutherford es útil para
adoptar una decisión. En general se requiere una revascularización dentro de
las primeras 5-6 horas para no perder la extremidad.
39. 39
ANTICOAGULACION:
o HEPARINAS DE BAJO PESO MOLECULAR
ENOXAPARINA (CLEXANE) 1mg/Kg/12 h sc ó 1'5mg/Kg/24h sc
NADROPARINA (FRAXIPARINA)
<50 Kg: 0'4ml/12h
50-59 Kg: 0'5ml/12h
60-69 Kg: 0'6ml/12h
70-79 Kg: 0'7ml/12h
≥80 Kg: 0'8ml/12h
BEMIPARINA (HIBOR) <50 Kg: 5000UI/24h
50-70 Kg: 7500UI/24h
>70Kg: 10000UI/24h
* Fraxiparina forte: 0'1ml/10Kg/24h
o HEPARINA SODICA: (Viales de 5ml al 1% con 5000UI y al 5% con
25000UI). Dosis inicial de 5000UI (50mg) iv en bolo lento seguida de
perfusión iv continua a 4'8 mg/Kg/24h (se preparan los mg diarios,
pesox4'8, en 250cc de s. glucosado 5% a 11ml/h o en 500 sf a 21ml/h).
Por ejemplo: 70 kg= 336mg (33600UI)= 7ml (de vial al 5%).
TRATAMIENTO VASODILATADOR:
o PENTOXIFILINA: (Hemovas, ampollas de 15 ml con 300 mg) iv en dosis
de 1200mg/12h: se diluyen 4 amp en 500 sf a una velocidad de 15
gotas/min (45 ml/h).
TRATAMIENTO FIBRINOLITICO: actualmente se recomienda la fibrinolisis
intraarterial directa con menos complicaciones, menos mortalidad y con
utilización de dosis más bajas de fibrinolíticos, si bien no siempre es posible su
realización, por la dificultad técnica o por la escasez de tiempo.
TRATAMIENTO QUIRURGICO: las técnicas más utilizadas, en dependencia de
la gravedad del cuadro son:
o EMBOLECTOMIA
o TROMBECTOMIA PERCUTANEA
40. 40
o ANGIOPLASTIA TRASLUMINAL PERCUTANEA: en lesiones de menos
de 6 cm y en pacientes con riesgo elevado
o AMPUTACION DE LA EXTREMIDAD en casos intratables con otros
medios.
TRATAMIENTO ETIOLOGICO: de la causa original, FA, mixoma auricular,
IAM, insuficiencia cardiaca congestiva, etc.
PRONOSTICO:
El embolismo arterial, continúa siendo una amenaza seria para la extremidad
afecta y para la vida.
Algunos factores han sido claramente implicados como determinantes de esta
"elevada" morbimortalidad. El principal factor pronóstico del embolismo arterial
agudo es la demora en la cirugía, habiéndose observado que una intervención
antes de las 12 horas del inicio de la isquemia tiene una tasa de extremidades
salvadas del 93% y una mortalidad del 19%. Por el contrario cuando hay una
demora de más de 12 horas, ambas tasas son del 78 % y del 31 %
respectivamente. Otros factores con influencia negativa en el pronóstico son la
gravedad de los problemas cardiacos subyacentes, la mayor frecuencia de
enfermedad arterioesclerótica generalizada, la edad avanzada y las
complicaciones metabólicas sistémicas de la revascularización retardada.
Los factores de riesgo relacionados con la mortalidad y la amputación tras un
embolismo arterial agudo han sido revisados recientemente, observándose que
existen cuatro factores asociados con una mayor mortalidad: embolismo
visceral asociado, la invalidez, la insuficiencia cardiaca y la creatinemia > 180
ml /l. Las variables asociadas con un mayor riesgo de amputación fueron la
invalidez, la severidad de la isquemia, la localización infrapoplítea de émbolo y
la demora de más de 12 horas en el inicio del tratamiento.
41. 41
SINDROME COMPARTIMENTAL
El síndrome compartimental puede ser un problema serio en el que la presión
dentro de un compartimento osteofascial aumenta tanto que hace que el
gradiente de perfusión de los lechos capilares tisulares disminuya, produciendo
anoxia celular, isquemia muscular e incluso la muerte. Puede estar originado
desde diversas lesiones y patologías, como fracturas, contusiones, trastornos
hemorrágicos, traumatismos, inflamación postisquémica y heridas por arma de
fuego.
ANTECEDENTES HISTORICOS
Si bien el descubrimiento de esta patología es atribuido a Richard Von
Volkmann en 1881, fue Hamilton en el año 1850 el primero en descubrirla, pero
sus artículos se perdieron en el tiempo.
Mc-Queen y cols. estudiaron164 pacientes (149 hombres, 15mujeres) con
síndrome compartimental traumático agudo. La incidencia del síndrome
compartimental en este estudio fue de 7,3 por 100.000 en hombres (edad
media, 30 años) y de 0,7 por 100.000 en mujeres (edad media, 44 años).
La causa más frecuente de síndrome compartimental agudo en dicho estudio
fue la existencia de una fractura (69%). Las fracturas más frecuentes fueron
las de diáfisis tibial (36%), seguidas de las fracturas del radio distal (9,8%).
La segunda causa más frecuente fue la existencia de una lesión de partes
blandas sin fractura (23,2%). El10% de este porcentaje tuvo lugar en pacientes
que tomaban anticoagulantes o que sufrían trastornos hemorrágicos.
El estudio de las lesiones isquémicas de las extremidades estuvo centrado por
más de un siglo casi exclusivamente en las extremidades superiores, siendo la
contractura isquémica de Volkmann la entidad clínica mejor precisada en sus
aspectos clínicos y terapéuticos.
42. 42
No mereció igual interés el estudio de las lesiones de las extremidades
inferiores, aún cuando aquellos traumas que lesionaban la arteria poplítea
terminaban en amputación de la extremidad en más del 30 % de los casos.
El progresivo aumento de frecuencia y magnitud de los traumas vasculares,
tanto en períodos de guerra como en la vida civil, incentivaron no sólo el
estudio de los caracteres clínicos y medidas terapéuticas, sino muy
especialmente, la fisiopatología de éstos procesos .Las contribuciones de
Ashton objetivaron los niveles de presión en los cuales cesaba completamente
la circulación en los tejidos del antebrazo (64 mm de Hg) y en la pantorrilla (55
mm de Hg). Posteriormente y con mayor selectividad, se efectuaron
mediciones localizadas de los distintos compartimentos, lo que ha permitido
racionalizar las diversas medidas, tanto médicas como quirúrgicas, en el
tratamiento de ésta entidad.
Haimovici presentó en 1960 dos casos de isquemia aguda de extremidades
secundarias a embolias que presentaron complicaciones desconocidas,
caracterizadas por miopatía isquémica, mioglobinuria, hiperkalemia, acidosis
metabólica y muerte pese a la realización adecuada de embolectomía.
Continuando con el estudio de estas complicaciones, pudo comprobar que en
aquellos casos de isquemias prolongadas que eran tratados con algunas horas
de retraso con irreprochable técnica de revascularización, el resultado final era
desastroso
Describió en forma excepcional todas las características clínicas de este
cuadro, aún cuando la interpretación patológica que diera adolecía de errores
derivados del desconocimiento en ésa época de la acción de los radicales
libres.
Estos últimos, han permitido comprender en profundidad la dinámica
desencadenada por la citotoxicidad del oxígeno, y de éste modo explicar
coherentemente la fisiopatología del proceso.
43. 43
DEFINICION
Se define Síndrome Compartimental como una condición en la cual la presión
dentro de un compartimento rígido excede la presión de perfusión del mismo, lo
cual determina inicialmente un daño tisular y según la severidad y la evolución
una repercusión sistémica.
Las dos formas de presentación en este síndrome son la aguda y la crónica,
existiendo un tercer escenario el síndrome de aplastamiento (Crush Síndrome)
que puede entenderse como la máxima expresión del síndrome agudo,
causado por compresión prolongada de la extremidad y/o aplastamiento donde
es evidente la repercusión sistémica caracterizada Aunque no se trate de una
enfermedad muy frecuente, es necesario mantener un alto nivel de sospecha
ante un paciente traumatizado y la presencia de dolor desproporcionado con el
trauma y que aumenta con los movimientos pasivos de la extremidad afectada.
El diagnóstico del Síndrome Compartimental suele hacerse basándonos en
factores clínicos como:
o el dolor, la presión, las parestesias, la parálisis y la ausencia de pulso.
Por choque hipovolémico, hiperkalemia, fallo renal agudo y necrosis
muscular.
La tibia por su localización subcutánea y pobre cobertura muscular está
expuesta a sufrir gran cantidad de traumatismos que no son solo fracturas, sino
además lesiones por aplastamiento, contusiones severas, entre otras, que en
un momento determinado puede causar en el enfermo el Síndrome
Compartimental.
ETIOLOGIA
El Síndrome Compartimental (SC) es el resultado de una presión elevada por
diversas causas que disminuyen el tamaño del compartimento o que
44. 44
incrementan el contenido del mismo Las principales lesiones que ocasionan un
SC son fracturas asociadas a trauma cerrado (69%) con una incidencia del
17% en fracturas de tibia, traumatismo de tejidos blandos y lesiones arteriales,
especialmente en aquellos pacientes que su diagnostico se retrasa, (23%) de
los SC.
Compartimiento anterior. (2) Tibia. (3) Compartimiento lateral externo. (4) Compartimiento posterior
(cámara anterior). (5) Peroné. (6) Compartimiento posterior.
FISIOPATOLOGIA
El síndrome compartimental puede ser causado por dos mecanismos:
o Incremento en el volumen en un espacio cerrado y
o Por disminución en el tamaño del espacio.
Desde el punto de vista fisiopatológico, al aumentar la presión compartimental
se produce, a nivel capilar, una disminución del gradiente arteriovenoso, por
aumento de la presión venular postcapilar. El resultado es una mayor presión
hidrostática, extravasación de líquido, isquemia nerviosa y muscular y aumento
del edema y la presión. De no tratarse, se crea un círculo vicioso en el que
aparece éxtasis venoso y linfático con pulso arterial normal, lo que aumenta
45. 45
aún más la presión intracompartimental, pudiendo desembocar en una necrosis
de las estructuras involucradas.
El daño en los tejidos se vuelve irreversible en pocas horas, con pérdidas
musculares y nerviosas difíciles de corregir. La causa más común del SC es el
daño muscular que conlleva a edema, el cual es usualmente proporcional al
daño.
Cuando se produce un traumatismo se disipa una gran cantidad de energía en
los músculos afectados lo que provoca edema intracelular y aumento de la
presión dentro del compartimento.
La isquemia muscular puede hacer que las células musculares dañadas liberen
mioglobina. Durante la reperfusión, la mioglobina pasará a la circulación junto
a otros metabolitos inflamatorios y tóxicos.: mioglobinuria, la acidosis
metabólica y la hiperpotasemia pueden producir insuficiencia renal, shock,
hipotermia y arritmias y/o fallo cardíaco.
El desarrollo y la extensión de los efectos sistémicos dependerán de la
intensidad y duración de la afectación de la perfusión tisular, y del tamaño y
número de compartimentos musculares implicados.
La medición de la presión compartimental estará indicada siempre que existan
dudas diagnósticas en pacientes con riesgo.
MECANISMOS ASOCIADOS AL SINDROME COMPARTIMENTAL
INFLAMATORIO (EDEMA)
o Isquemia reperfusión.
o Quemadura eléctrica.
o Trombosis venosa.
o Ejercicio.
o Choque y resucitación exhaustiva.
46. 46
o Rabdomiolisis.
o Síndrome nefrótico.
Iatrogenia
o Infusión intracompartimental.
o Infusión intraósea.
Disminución en el tamaño del compartimento
Compresión o constricción externa:
o Vendaje o yeso circunferencial.
o Escara por quemadura.
o Uso prolongado de torniquete.
o Posición durante la cirugía.
o Cierre de defectos faciales.
o Pantalones antishock
Incremento del contenido del Compartimento
Hemorragia:
o Trauma (fracturas, lesión vascular).
o Coagulopatías.
o Tratamiento anticoagulante.
DIAGNOSTICO:
Los síntomas y signos de esta enfermedad podemos dividirlos en:
o Preisquémicos y postisquémicos: Entre los primeros se incluye dolor y
las parestesias. El dolor en el paciente con síndrome compartimental, es
desproporcionado con el traumatismo, es decir, a pesar que el paciente
está inmovilizado, tanto por un medio externo o interno, el dolor de la
47. 47
extremidad afectada es intenso, el dolor tiene la característica de
aumentar con los movimientos pasivos del compartimento afectado, las
parestesias pueden llegar a convertirse en anestesia, parálisis y pérdida
de pulso.
El principal objetivo en el SC es realizar un diagnóstico precoz basado en la
sospecha clínica.
Habitualmente las manifestaciones clínicas se presentan entre las cuatro y seis
horas después de la lesión y se describen como las seis P (de la isquemia
arterial).
Parestesias, es el primer síntoma en aparecer, indicando isquemia nerviosa. Se
encuentra fácilmente por estimulación directa, sensación de hormigueo
quemadura o entumecimientos, pérdida de discriminación entre dos puntos.
Pain (Dolor), se exacerba con la movilización pasiva o por compresión directa
del compartimento afectado, descrito como punzante o profundo, localizado o
difuso, se incrementa con la elevación de la extremidad y no cede con
medicación.
Presión: A la palpación el compartimento se torna tenso y caliente, la piel
tensa y brillante la presión del compartimento es mayor de 30 mmHg.
Palidez: Es ya un signo tardío asociado a compromiso progresivo de la
perfusión tisular, la piel aparece fría y acartonada.
Parálisis: Es un signo tardío ya hay movimiento débil o ausente de las
articulaciones distales, hay ausencia de respuesta a la estimulación
neurológica directa.
48. 48
Pulselessness Ausencia de pulsos. Signo tardío. No debería encontrarse en el
momento del diagnóstico. El diagnostico se hace por la exploración física,
clínica y la medición de la presión dentro del compartimento
CLINICA
o Dolor que aumenta con la extensión pasiva
o Tensión
o Hinchazón
o Alteraciones sensitivas
o Disminución de la motilidad
o Cianosis
o Disminución del pulso arteria principal Es muy importante destacar que
en estos pacientes hay un antecedente de fractura o cirugía ortopédica
reciente, o bien de otra causa desencadenante del cuadro.
o El síntoma fundamental es el dolor. Aparece pocas horas tras la lesión.
Es un dolor intenso, excesivo o mayor de lo que cabría esperar, y que se
incrementa con la extensión pasiva de los músculos afectos. El dolor se
acompaña de tensión en la zona, hinchazón y alteraciones sensitivas
distales.
En la exploración física de la zona podemos encontrar:
o Disminución de la movilidad de la extremidad afecta
o Cianosis distal
o El pulso de la arteria principal del compartimento está disminuido pero
presente.
La localización más frecuente es en miembros superiores, en los
compartimentos volares y dorsales del antebrazo y la mano. En miembros
inferiores es más frecuente en el compartimento anterior de la pierna seguido
del posterior.
49. 49
Las fracturas asociadas más frecuentes son las de antebrazo, supracondíleas
humerales y diáfisis tibiales.
Si el diagnóstico clínico está establecido, no se hace necesaria la medición de
la presión intracompartimental, salvo que por alteraciones del estado de
conciencia del paciente no sea un diagnóstico clínico fiable.
En 1975 Whitesides describió la técnica utilizando un catéter venoso colocado
en el compartimento, una llave de tres vías, una jeringa y un manómetro de
mercurio; luego se desarrollo el monitor manual de Stryker que brinda lecturas
individuales directamente; y actualmente se habla de la espectroscopia
infrarroja, que se basa en la medición espectroscópica de la oxihemoglobina,
siendo normal una saturación en el músculo de >85%, valores por debajo de
60% tanto en animales como humanos ha demostrado una adecuada
correlación con el SC, lo que permite una monitorización continua y no invasiva
de la presión compartimental, incluso en pacientes hipotensos y bajo hipoxia
tisular.
La presión intracompartimental hoy en día se realiza mediante sensores
electrónicos de fácil manejo y muy precisos.
Una presión intracompartimental inferior a 10 mmHg se considera normal, entre
30-35 mmHg puede ser indicación de fasciotomía. Si esta tensión se mantiene
durante ocho horas pueden aparecer lesiones titulares irreversibles.
No hay pruebas bioquímicas para el diagnóstico específico del SC. Como tal la
Creatinin fosfoquinasa sérica (CPK) es un marcador de necrosis muscular. La
mioglobinuria es otra expresión de lisis de células musculares, pero no son
directamente proporcionales al SC.
Los exámenes de laboratorio que tienen importancia presuntiva u orientadora
son:
50. 50
Creatin-fosfo-quinasa (CPK), con valores sobre 500 U/L.
Dehidrogenasa láctica (LDH), con valores sobre 1000 U/L.
Transaminasa glutámico-oxalacética (SGOT), con valores sobre 100
U/L.
Hiperpotasemia y acidosis metabólica.
Otros hallazgos de laboratorio que pueden encontrarse son anemia,
hiperkalemia, hipocalcemia, hiperfosfatemia, trombocitopenia, uremia y acidosis
metabólica.
Estos exámenes de laboratorio deben efectuarse cada 24 hrs., con el objeto de
efectuar las modificaciones necesarias para el adecuado tratamiento.
Indicaciones para la medición de la presión compartimental
Uno o más síntomas del síndrome compartimental junto a factores de
confusión (lesión neurológica, anestesia regional o medicación
insuficiente).
Ausencia de síntomas excepto aumento de dureza o inflamación de una
extremidad en paciente despierto en los que se realice anestesia
regional para controlar el dolor postoperatorio.
Exploración no fiable o inviable junto a dureza o inflamación en la
extremidad afecta.
Aumento espontáneo del dolor en una extremidad tras un tratamiento
adecuado del dolor.
Hipotensión prolongada en una extremidad inflamada de dureza dudosa.
Es fundamental realizar la medición reiterada de la presión compartimental
para adoptar las medidas que puedan detener o aminorar el deterioro muscular
y nervioso.
51. 51
Esquema de la técnica para medir la presión compartimental. (1) Compartimiento muscular
puncionado. (2) Solución fisiológica para visualizar su desplazamiento. (3) Jeringa con aire. (4)
Manómetro de mercurio que mide la presión.
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
La mayoría de las causas del síndrome compartimental provocan dolor y
edema por esta razón es difícil, en ocasiones, el diagnóstico de esta dolencia.
Existe un número determinado de patologías que pueden simular al SC como:
celulitis, osteomielitis, fractura de estrés, tenosinovitis y trombosis venosa
profunda.
El diagnóstico diferencial se hace fundamentalmente entre patología arterial y
neurológica, a veces se superponen.
SC OA NP
Aumento Presión + - -
Dolor a extensión + + -
Parestesias + + +
Paresias + + +
Pulsos presentes + - +
52. 52
SINDROME COMPARTIMENTAL AGUDO
Es importante conocer el Síndrome Compartimental Agudo (SCA) de los
miembros, saberlos diagnosticar y tratar ya que:
Es poco frecuente.
Es muy grave y con amplias repercusiones funcionales.
Es fácil de diagnosticar.
Es solucionable casi siempre en su fase inicial con gestos médicos y
quirúrgicos mínimos.
Tiene posible repercusión judicial para el médico, ya que a veces es
iatrogénico.
El SCA es una patología que aparece a cualquier edad, no hay diferencia de
sexos y puede afectar tanto en miembros superiores como inferiores.
Hay numerosas causas que pueden provocar el SCA pero la más frecuente de
todas son las fracturas.
CONCEPTO
Podemos definir el Síndrome Compartimental Agudo como el conjunto de
signos y síntomas secundarios al aumento de la presión en una celda fascial de
un miembro, lo cual provoca una disminución de la presión de perfusión capilar
comprometiendo la viabilidad de los tejidos de dicha celda.
No debemos confundir el SCA con la Contractura Isquémica de Volkman. Ya
que esta es una secuela de la primera.
Podemos definir la Contractura Isquémica de Volkman (CIV) como el conjunto
de secuelas morfológicas y funcionales de la necrosis muscular y nerviosa que
sigue a un SCA no tratado correctamente o de mala evolución.
53. 53
El Síndrome Compartimental Crónico es el aumento transitorio de la presión
intracompartimental como consecuencia de movimientos repetidos o ejercicios
físicos.
Se da fundamentalmente en el miembro inferior y es una enfermedad crónica.
Se caracteriza por dolores tipo calambre que aparecen durante el ejercicio
físico y ceden con el reposo.
En el SCA hay un aumento del volumen compartimental, que lleva a un
aumento de presión dentro del compartimento lo que provoca una disminución
de la presión capilar.
Puede haber isquemia muscular con necrosis del músculo, fibrosis contractura
o isquemia nerviosa con parestesias, anestesia, paresia y parálisis todo esto
desencadena el Síndrome de Volkman
Las características de la CONTRACTURA ISQUEMICA VOLKMAN son:
Alteraciones neurológicas.
Alteraciones cutáneas.
Alteraciones articulares.
Alteraciones musculares.
ANATOMIA
En los miembros hay celdas aponeuróticas que delimitan compartimentos, en
algunos casos como estanques:
Miembro superior:
1) Compartimentos del brazo:
Deltoideo
Anterior
Posterior
54. 54
2) Compartimentos del antebrazo:
Volar
Lateral
Posterior
3) Compartimentos de la mano:
Palmar medio
Tenar
Hipotenar
Miembro inferior
1) Compartimentos del muslo:
Glúteo
Iliaco
Anterior
2) Compartimentos de la pierna:
Lateral
Posterior profundo
Posterior superficial
3) Compartimentos del pie:
Anterior
Lateral
Medial
ANATOMIA PATOLOGICA
Macroscópicamente observamos:
Palidez
Edema
Inflamación
55. 55
Microscópicamente observamos:
Degeneración muscular
Tejido colágeno
Fibrosis
PROFILAXIS
Lo mejor es prevenir la aparición del SCA con exploración de la fractura,
exploración nerviosa, vascular y muscular.
Reducción y fijación de la fractura evitando una manipulación excesiva
para no agravar la lesión.
Colocación correcta de drenajes y yesos
Vigilancia durante 48 h de pulso, movilidad, dolor, drenaje venoso
Cuando hay alteraciones en estos parámetros es cuando mediremos la
presión intracompartimental.
TRATAMIENTO
Se debe realizar por pasos desde las medidas menos agresivas a las más.
Existe un sin número de medidas susceptibles de ser aplicadas en éste cuadro,
pero ellas deben ser adoptadas racionalmente y siempre con presteza. El tipo
de recurso a emplear dependerá de la etapa en que se encuentre el paciente.
Se deben poner en práctica medidas generales tales como colocar la
extremidad en posición neutra ya que el colocarla por arriba o debajo del nivel
del corazón impide la adecuada perfusión, retirar vestimenta apretada,
vendajes y dispositivos inmovilización y conseguir la resolución de la
hipotensión, ya que un aumento de la presión compartimental incluso
<30mmHg en pacientes con presión arterial diastólica <50 mmHg puede dar
origen más fácilmente a un SC, al deteriorar seriamente la presión.
56. 56
En etapa inicial:
Deberá determinarse el factor causal desencadenante y tratarlo en forma
inmediata. Así, si el inicio del cuadro fue determinado por una embolia arterial,
realizar la embolectomía e instaurar terapia anticoagulante. Si el cuadro fue
desencadenado por un trauma arterial, realizar la revascularización que
proceda (sutura, anastomosis, parche venoso, injerto venoso, bypass, etc.). Si
fue por la administración intraarterial o sistémica de alguna droga, administrar
el antídoto que corresponda o en su ausencia, proteger la función renal,
cardiaca, etc.
Si el paciente es diagnosticado antes de las seis primeras horas, efectuar:
1) Administración de soluciones salinas en un volumen no inferior a 6
litros, dependiendo del estado cardiovascular del paciente.
2) Agregar NaHCO3 al 10 %, en dosis de 40 cc por cada 500 cc de
solución salina administrada.
3) Manitol, en dosis de 100 cc IV cada 4 horas
4) Furosemida, en una sola dosis de 40 mg IV
5) Antibioterapia: Cefalosporinas en dosis de 1 gr IV cada 8 o 12 hrs.
6) Heparina, en dosis de 5000 U IV cada 6 hrs. En algunos casos
(embolias por colesterol, politraumatizados, síndromes convulsivos,
estados seniles, etc.) está contraindicada.
7) Medir presión compartimental cada dos horas. En caso de ser de 40
mm de Hg o más, efectuar de inmediato fasciotomía.
8) Determinación horaria del pH urinario para ajustar las dosis de
bicarbonato. (Debe mantenerse una orina alcalina, con un pH sobre
7.5).
9) Mantener diuresis horaria sobre 300 ml.
57. 57
FASCIOTOMIA
Se debe tener una clara comprensión de la anatomía de los compartimentos
tanto en el miembro superior como inferior para llevar a cabo una adecuada
descompresión.
La fasciotomía comprende la incisión de la envoltura aponeurótica del
compartimento, lo que permite que los tejidos se expandan sin restricciones y
que la presión tisular caiga. Al practicar la fasciotomía, no solo debe abrirse
rápidamente la envoltura aponeurótica del compartimento, sino que también
debe abrirse la piel suprayacente (dermotomía).
En cuanto a las incisiones en la piel se considera que estas deben ser amplias,
en cuanto la piel puede actuar como un elemento constrictor a pesar de la
apertura de las fascias. Sin embargo, se han descrito las fasciotomías
subcutáneas, que consisten en incisiones más pequeñas en la piel (concepto
estético).
Una tercera técnica se ha descrito fasciotomía asistida por endoscopia.
En cuanto a fasciotomías tardías Sheridan y Matsen evidenciaron como la tasa
de complicaciones infecciosas fue del 46% y de amputaciones del 21% cuando
hubo un retraso de 12 horas en la realización de la fasciotomía.
De esta manera se debe considerar dar manejo de soporte, tratamiento a las
complicaciones y sopesar la necesidad de amputación en SC con evolución
mayor de 10 horas.
En cuanto a las complicaciones, las fasciotomías per se son un factor
independiente de complicaciones locales. La infección se presenta asociada al
tiempo de evolución, la severidad del trauma, el estado hemodinámico y la
técnica quirúrgica aplicada, pudiendo de esta última sobrevenir lesión nerviosa
iatrogénica. Fitzgerald en un estudio retrospectivo reporta múltiples
58. 58
complicaciones menores, alteraciones de la sensibilidad, prurito, edema,
ulceración recurrente y herniación muscular entre otras.
En etapa intermedia:
Es el período más difícil de tratamiento. Cuando el paciente llega al médico en
etapa de rabdomiolisis es necesario actuar con máxima rapidez. Las medidas
que se deben adoptar son las siguientes:
1) Tomar las muestras de sangre y orina para la realización de los
exámenes señalados en la etapa anterior.
2) Aporte inmediato de cristaloides, en dosis de 2000 ml en las próximas
dos horas, adicionados de bicarbonato en las dosis ya indicadas.
3) Prevenir la producción de radicales libres superóxidos con inhibidores de
la xantino-oxidasa, como es el alopurinol (para evitar los efectos tóxicos
de estos compuestos).
4) Favorecer la diuresis osmótica e iniciar la producción de energía
anaeróbica en el inicio de la reperfusión mediante la administración de
soluciones glucosadas hipertónicas.
5) Bloquear el flujo interno de los canales de calcio mediante la adición de
bolos alimenticios que contengan citratos-fosfatos-dextrosas, con el
objeto de reducir la concentración de calcio intracelular en el período de
reperfusión.
6) Estabilizar los componentes de membrana mediante la administración
de factores antioxidantes, como el alfa-tocoferol (vitamina E), metionina,
dexametasona, manitol, ácido ascórbico (vitamina C), citroflavonoides y
cisteína.
7) Inhibir el ion superóxido mediante la administración IV de 150.000 U de
superóxido-dismutasa y continuar su administración de acuerdo a la
evolución del paciente.
8) Realizar la revascularización inmediata.
59. 59
9) Efectuar fasciotomía precoz de los compartimentos afectados.
10)Estabilización ortopédica de la extremidad.
11)Antibioterapia, como se ha señalado en la etapa anterior.
12)Heparina, de acuerdo a lo expuesto con antelación.
13)Controlar diuresis horaria y determinar pH.
14)Efectuar exámenes de laboratorio diarios o cada 48 hrs., de acuerdo a la
evolución.
15)Monitorización, o en caso de no ser posible, ajustar dosis o cambios de
medicamentos según evolución.
En etapa final:
Aquellos casos que presentan signos de no viabilidad de la extremidad como
son la pérdida de la sensibilidad, pérdida de la motilidad, cianosis irreversible
(moteado violáceo, bulas, consistencia cérea, etc.), abscesos o necrosis
muscular, asociados o no a compromiso del estado general (fiebre, trastornos
cardiocirculatorios, estados de confusión mental, etc.) deben ser sometidos a la
amputación de la extremidad afectada con el objeto de salvar la vida del
paciente.
En aquellos enfermos en los cuales la lesión no ha alcanzado tal gravedad es
necesario efectuar aseos quirúrgicos minuciosos, para eliminar todo vestigio de
tejido desvitalizado, abscesos intramusculares, cuerpos extraños, etc.
De fundamental importancia para lograr algún grado satisfactorio de
funcionalidad es contar con apoyo especializado en rehabilitación, no
solamente para evitar posiciones viciosas, sino recuperar y fortalecer aquellas
masas musculares residuales mediante ejercicios de estimulación nerviosa y
muscular.
Deben realizarse curaciones diarias o frecuentes, con aplicaciones locales de
antisépticos y substancias que cambien el pH local.
Algunos pacientes, habitualmente los menos, necesitarán ser sometidos a
60. 60
diálisis por períodos variables dependiendo del grado de compromiso renal.
Además de las medidas locales mencionadas se debe tener especial
preocupación por mejorar el estado nutricional del paciente, con dietas óptimas
para acelerar la recuperación. Por último, no olvidar de dar siempre apoyo
moral y fortalecer la confianza del paciente.
CONCLUSION:
Es de vital importancia, una vez que el agente agresor ha causado daño,
identificar la presencia del síndrome compartimental e iniciar el tratamiento
quirúrgico, sin olvidar las repercusiones sistémicas que pueden poner en grave
riesgo la vida del paciente.
Se han puesto de manifiesto errores comunes que favorecen el desarrollo del
síndrome compartimental como pueden ser el perder el alto índice de
sospecha, no asociar el dolor intenso al desarrollo del SC, confiar a ciegas en
la medición de las presiones intracompartimentales, un examen físico
incompleto, la aplicación de vendajes, yesos, férulas, torniquetes sin
precaución y desde el punto de vista técnico el realizar fasciotomías parciales,
incisiones cutáneas insuficientes
61. 61
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