La gastrosquisis y el onfalocele son malformaciones comunes en recién nacidos que ocurren en aproximadamente 1 de cada 3.000 a 5.000 nacidos vivos. La gastrosquisis implica que los intestinos y otros órganos se desarrollan fuera del abdomen a través de un defecto en la pared abdominal, lo que causa inflamación e irritación de los tejidos. Aunque la mortalidad solía ser alta, los avances en el cuidado neonatal ahora permiten una tasa de supervivencia del 90%.