Las personas proactivas piensan de manera creativa para encontrar soluciones y alternativas, toman la iniciativa para actuar por sí mismas, controlan su voluntad y toman decisiones propias asumiendo la responsabilidad de sus acciones sin culpar a otros. Por el contrario, las personas reactivas permiten que los defectos de los demás las controlen y dependen de que otros se hagan cargo de ellas.