El documento resume las principales manifestaciones cutáneas asociadas con el alcoholismo y su patogénesis. Describe cómo el alcohol y sus metabolitos como el acetaldehído afectan los vasos sanguíneos, el sistema inmunológico y las hormonas, lo que puede dar lugar a telangiectasias, ictericia, prurito, hiperpigmentación, urticaria y cáncer de piel. También exacerba enfermedades como la porfiria cutánea tardía y el psoriasis.