Los antipsicóticos bloquean los receptores de dopamina en el cerebro para controlar los síntomas de la psicosis. Los antipsicóticos típicos bloquean principalmente los receptores D2, mientras que los atípicos bloquean tanto los receptores D2 como los receptores 5-HT2A. Los antipsicóticos son eficaces para reducir los síntomas positivos de la esquizofrenia como alucinaciones y delirios, pero no curan la enfermedad y requieren un tratamiento a largo plazo.