2. El balance de agua y electrólitos está
determinado por el volumen de agua
ingerida y la cantidad de agua
excretada; es decir, existe una relación
entre ambos procesos de ingesta y
excreción.
3. A diferencia del adulto, en el niño, por cada 100
g que aumenta en masa corporal, cerca de 80
g son de agua, por tanto debe existir en
condiciones normales cierto balance positivo
Se puede producir sobrecarga hídrica cuando existe un
excesivo aporte de líquidos, cuando los sistemas de
excreción fallan y pese a esta situación, de forma
inadvertida se continúa con la administración de más
líquidos de los que se requieren, o bien se puede producir
un déficit hídrico cuando el aporte es inadecuado con
respecto a las demandas metabólicas del organismo, o los
sistemas de absorción fallan y permiten la fuga de líquido
al espacio extravascular.
4. El equilibrio hídrico se alcanza al
existir igualdad entre la
producción y conservación de
líquidos y su eliminación.
En los pacientes pediátricos, un balance
adecuado de líquidos permite superar
las pérdidas obligatorias más cualquier
déficit súbito. Para el manejo adecuado
de los líquidos, es necesario calcular las
pérdidas insensibles que varían en cada
patología.
5. FUENTES DE EXCRECIÓN DE LÍQUIDOS
Las fuentes de eliminación de agua son:
1) por las pérdidas insensibles que están dadas por la
evaporación, a través de las superficies húmedas de la piel
y el aparato respiratorio, al humidificar el aire inspirado, se
calculan alrededor de 45 mL/100 kcal/día o bien de 30 a 65
mL/kg/día,
2) pérdidas sensibles, como el sudor, 100 mL/día, que
contribuye a la pérdida de calor corporal,
3) excreción renal a través de la orina, 1 a 3 mL/kg/h, la cual es
la principal vía de eliminación y
4) secreciones gastrointestinales, como las heces, 100 a 200
mL/día, considerado como las pérdidas en menor cantidad Pérdidas variables por estados
patológicos: Vómitos.
Eliminación gástrica. Diarrea.
Drenajes. Fístulas.
Quemaduras.
6. También se pueden presentar ciertas
situaciones que provocan un aumento de las
pérdidas:
Hiperventilación: se pierde 1 mL/h por cada
respiración, a partir de 20 respiraciones por
minuto.
Fiebre: se pierden 6 mL/h por grado de
temperatura mayor de 37 °C por hora.
Diaforesis: abundante 20 mL/h y profusa 40
mL/h.
7. La monitorización de niño debe incluir:
1. Peso diario.
2. Temperatura corporal.
3. Coloración y turgencia de la piel.
4. Llenado capilar.
5. Diuresis horaria.
6. Presencia de vómitos, diarrea.
7. Frecuencia cardiaca y respiratoria.
8. Uso de aparatos de calor radiante.
9. Edema.
10.Ganancia de peso.
11.Perímetro abdominal.
12.Sialorrea, presencia de sangrado.
13.Pérdidas por sondas, drenajes, fístulas
8. DEFINICIÓN
El balance hídrico es un estado de equilibrio del sistema
biológico, en el cual la entrada de agua al organismo se
iguala al total de salida; para su control se requiere la
cuantificación exacta del total de líquidos ingeridos y
eliminados en un periodo no mayor a 24 horas
Los ingresos de líquidos a tomar en cuenta incluyen la sangre
y/o elementos formes de ésta, así como cualquier líquido
administrado por vía oral, enteral y parenteral. En lo que
respecta a la cuantificación de egresos, además de pérdidas
insensibles, se consideran disminuciones hemáticas en caso de
sangrado y toma de muestras, así como los desechos a través
de drenajes y fístulas.
9. OBJETIVO
Estandarizar y garantizar el proceso de
control y balance hídrico en el paciente
pediátrico, con la finalidad de tener un
control estricto de los ingresos y egresos, que
permitan oportunas intervenciones de
enfermería, encaminadas a evitar y detectar
un desequilibrio en la homeostasis y
hemodinámica del paciente.
10. INDICACIONES PARA EL CONTROL Y BALANCE HÍDRICO
• Paciente en estado crítico, sin importar la patología, aguda crónica.
• Paciente politraumatizado o con quemaduras graves.
• Paciente que se encuentre en la unidad de cuidados intensivos, donde se requiere
monitorización constante de la hemodinámica
• Paciente con tratamiento por vía parenteral o enteral.
• Paciente en estado posoperatorio de cirugía mayor y cirugía menor durante las
primeras horas para el caso de la última.
• Paciente con pérdidas excesivas de líquidos por deshidratación, diarrea, vómito,
fiebre y estado de choque.
• Pacientes con enfermedades crónicas, que impliquen cambios graves en la
homeostasis, como insuficiencia cardiaca congestiva, insuficiencia renal, cáncer,
entre otros.
• Pacientes con tratamiento con base en diuréticos, fármacos vasoconstrictores y
vasodilatadores del músculo liso.
• Pacientes con colocación de drenajes pleural, retroesternal, de tejido celular,
succión gástrica, peritoneal, ileostomías, fístulas, entre otros.
• Pacientes que se encuentren con tratamiento en cunas de calor radiante,
fototerapia, con ventilación invasiva.
Los niños con quemaduras e
insuficiencia renal requieren de
un control estricto de líquidos.
11. 1. Disminución del volumen de líquidos.
2. Riesgo de disminución de volumen de líquidos.
3. Exceso de volumen de líquidos.
4. Riesgo de desequilibrio del volumen de líquidos.
5. Disposición para mejorar el equilibrio del volumen de líquidos.
Necesidad de eliminación
1. Deterioro de la eliminación urinaria.
2. Retención urinaria
3. Incontinencia urinaria funcional.
4. Disposición para mejorar la eliminación urinaria.
5. Diarrea.
6. Estreñimiento.
7. Incontinencia fecal.
DIAGNÓSTICOS DE ENFERMERÍA
12. 1. Hoja de control y balance hídrico
2. Bolígrafo de tinta permanente.
3. Calculadora.
4. Macrogotero o microgotero.
5. Bomba de infusión para soluciones intravenosas con conteo
de líquido horario.
6. Jeringa.
7. Vaso graduada.
8. Guantes no estériles.
9. Bandeja riñón de desechos.
10. Bolsa recolectora de desechos (drenovac, pleurevac, bolsa
de aspiración, entre otros, según sea el caso).
11. Peso .
12. Termómetro (rectal, axilar, ótico).
MATERIAL Y EQUIPO
13. FORMULAS:
CASO HIPOTETICO
BH= T. INGRESOS – T. EGRESOS
NEUTRO POSITIVO NEGATIVO
0 +100 -100
PI= PESO * N HORAS * CONSTANTE
0,5 1 1,5
DH= DT / N HORAS
GU= DH/PESO