Este documento proporciona recomendaciones para el diagnóstico precoz del VIH. Recomienda ofrecer la prueba de VIH de forma rutinaria a personas entre 20-59 años y embarazadas, y de forma dirigida a quienes tienen factores de riesgo. Además, recomienda realizar la prueba de forma obligatoria en donantes de sangre y otros casos. Finalmente, proporciona pautas sobre el tratamiento con terapia antirretroviral cuando los recuentos de CD4 son bajos.