El clima familiar se refiere al ambiente percibido e interpretado por los miembros de una familia, el cual ejerce una influencia significativa en el desarrollo de los hijos. Un clima familiar positivo se caracteriza por la cohesión afectiva, el apoyo y la comunicación abierta entre padres e hijos, lo que potencia el ajuste psicológico de los hijos, mientras que un clima negativo carece de estas cualidades y se asocia con problemas en los niños y adolescentes.