Este documento resume la experiencia de un grupo de maestros en un curso de formación docente mediado por tecnología. Describe las primeras clases donde se presenta la plataforma Tita y los temores iniciales sobre lo desconocido. Con el tiempo, los maestros se van familiarizando con Tita y descubren que permite la colaboración entre pares y la discusión de ideas. Al final, a pesar de la nostalgia por terminar el curso, los maestros se sienten mejor preparados para incorporar las nuevas herramientas en su labor.

1. SESIÓN SE ESCRIBE CON S
Empezamos un 6 de Abril de 2015 y la maestra formadora presenta a Tita:
“Programa de formación docente en Pedagogía, mediada con tecnologías de la
Información y la Comunicación”, da los parámetros que regularán el curso, nos
habla de la Plataforma, el PID…
La expectativa continua, aún en la segunda clase, se mantiene el
suspenso…las preguntas…el temor, por aquello que todos hablan pero no se
sabe a ciencia cierta que es. La maestra formadora nos invita a reconocernos
con dinámicas y vídeos, ¡la cosa no es tan tecnológica!! se muestra su lado
humano; al fin y al cabo debe ser así, estos “aparatos” son hechos por
humanos.
Cambiamos las palabras: ahora hablamos de Momentos y sus sesiones con S,
aclara la maestra, deben estar “subidas” en el PID, especifica con vehemencia
y es que en este momento ya se empiezan a vislumbrar los “especímenes” de
la clase, hay que “amarrar los toros” para que cada uno haga lo que le
corresponda y nuestro puntaje sea el mejor, al 100%.
Y pasan y pasan los momentos con sus sesiones, sesiones con S…tita avanza
y los maestros, ¡TODOS!, incluida la maestra formadora avanzamos también
en trabajos, el estrés crece potencialmente y los ánimos se “acaloran”: ¿Por
qué esto o aquello?... ¿Por qué?... ¿Por qué? Y ¿Por qué?

2. El Planificador de Proyectos aparece y la tensión continua, pero…
bueno!...pensándolo mejor! No es tan malo!, permite que los pares académicos
nos pongamos de acuerdo, discutamos, nos conozcamos más desde nuestras
asignaturas, establecemos diálogos y nos damos cuenta que esto vale la pena,
que hay puntos de encuentro, que la tecnología, las humanidades y las
ciencias tienen más en común de lo que pensábamos.
Esto de la tecnología parece tornarse amigable…trabajable…humano, hasta el
nombre Tita ya se expresa con el cariño de lo conocido y lo familiar. Tita llegó y
se quedó, con sus momentos y sus sesiones, con S.
El final se acerca y todos los por qué se quedaron atrás, ahora se afirman cada
vez más los para que, son los que nos impulsan a avanzar… a construir.
Parece lejana la primera clase pero cercano el final de ellas y la nostalgia
aprieta los corazones, la maestra formadora ya es cercana a todos con su
sonrisa y sus sesiones con S…Tita se va pero se queda en cada uno de
nosotros que ahora tenemos nuevas herramientas para sortear con éxito
nuestra amada labor.
En cuanto a mí, siempre recordaré la primera lección de mi maestra
formadora:” las sesiones de Tita se escriben con S”.
Crónica escrita por:
Yaneth Sevillano Cortés
Grupo: 63