Las Buenas Prácticas de Laboratorio (BPL) son principios y recomendaciones destinadas a garantizar la calidad y la integridad de los procedimientos en investigaciones no clínicas. Sus principios fundamentales incluyen instalaciones adecuadas, personal calificado y equipos calibrados regularmente. Dentro de las instalaciones, es importante contar con áreas separadas para evitar contaminación cruzada y procedimientos para la eliminación segura de residuos. El personal debe contar con la educación y experiencia necesarias para sus funciones asignadas.