Este documento examina el papel de la educación superior en la promoción de la inclusión social en México. Argumenta que la educación superior es un mecanismo clave para la inclusión debido a la globalización y el desarrollo de la economía del conocimiento. Sin embargo, señala que el acceso a la educación superior sigue siendo limitado para muchos jóvenes y adultos debido a factores sociales y económicos. Propone que las universidades deben reforzar su responsabilidad social mediante programas que promuevan el acceso y la participación