El documento describe la composición del agua en el cuerpo humano. Explica que el agua representa entre el 50-60% del peso corporal, variando según factores como el sexo y la masa muscular. Además, detalla que el agua corporal se distribuye principalmente en dos compartimentos: el líquido intracelular (65% del agua total) y el líquido extracelular (35%), el cual incluye el plasma sanguíneo.
2. EL AGUA EN EL ORGANISMO
El agua representa de media el 60% del peso corporal en los hombres adultos, y el
50-55% en las mujeres (EFSA 2010; IOM 2004). Esto significa que, en un hombre
de peso medio (70 kg), el contenido de agua corporal es de unos 42 litros.
Este valor medio varía entre individuos, principalmente por las diferencias que existen
en la composición del cuerpo: mientras que el contenido de agua en la masa
corporal magra es constante en los mamíferos, con
un 73%, los tejidos adiposos (la grasa corporal) tienen sólo un 10% de agua
(Peronnet et al. 2012; Sawka et al. 2005; Wang et al. 1999). Así pues, la masa
relativa a la grasa corporal influye directamente en la cantidad total de agua del
cuerpo. Esto explica la influencia de la edad, el sexo y la forma física en el
contenido total de agua en el cuerpo: las mujeres y las personas mayores tienen
un menor contenido total de agua en el cuerpo, debido a que su proporción de
masa magra es menor. En cambio, los atletas tienen un contenido total de agua
corporal relativamente alto (IOM 2004; Marieb y Hoehn 2007; Watson et al.
1980).
3.
4. COMPARTIMIENTOS LÍQUIDOS
El agua corporal se distribuye en dos grandes compartimentos; el líquido intracelular y el líquido
extracelular.
El líquido intracelular es el que está dentro de las células y representa el 65% del agua corporal
y sus siglas son L.I.C.
El compartimento de líquidos extracelulares es el que está fuera de las células. Representa el
35% del agua corporal y sus siglas son L.E.C. Pero el compartimento extracelular se divide en
subcompartimentos; que son el plasma o líquido plasmático, el subcompartimento intersticial y el
subcompartimento transcelular.
El plasma es aquel líquido que está contenido en los vasos y en las cavidades cardíacas. El
plasma es la porción líquida de la sangre y, por lo tanto, es la sustancia contenida dentro del sistema
cardiovascular y representa aproximadamente el 5% del peso corporal. La sangre y el plasma son la
fuente principal de líquidos y de solutos de los demás compartimentos.
El intersticial comprende a los líquidos de los espacios que rodean las células, los líquidos
intersticiales. Incluye también a la linfa circulante y a los líquidos del tejido conectivo denso y hueso.
El líquido intersticial es el que baña las células, está siempre en el exterior de los vasos sanguíneos y
en contacto directo con las membranas celulares. Así, las células realizan siempre los intercambios
con el líquido intersticial o celular.
5. LA MATERIA
El término materia se refiere a cualquier cosa que ocupe espacio y tenga
masa, en otras palabras "aquello" de lo que esta hecho el universo. Toda la
materia está compuesta de sustancias llamadas elementos, que tienen
propiedades físicas y químicas específicas y que no pueden dividirse en otras
sustancias por medio de reacciones químicas ordinarias. El oro, por ejemplo, es
un elemento, al igual que el carbono. Existen 118 elementos pero solo 92 de ellos
ocurren de manera natural. El resto de los elementos han sido creados en
laboratorios y son inestables.
6. EL ÁTOMO
Un átomo es la unidad más pequeña de materia que conserva todas las
propiedades químicas de un elemento. Por ejemplo, una moneda de oro es simplemente
un gran número de átomos de oro moldeado con la forma de una moneda (con
pequeñas cantidades de otros elementos contaminantes). Los átomos de oro no pueden
dividirse en algo más pequeño y conservar sus características. Un átomo de oro obtiene
sus propiedades de las diminutas partículas subatómicas de las que se compone.
7. LA MOLÉCULA
La molécula es la partícula más pequeña que presenta todas las
propiedades físicas y químicas de una sustancia, y se encuentra formada por
dos o más átomos. Los átomos que forman las moléculas pueden ser iguales
(como ocurre con la molécula de oxígeno, que cuenta con dos átomos de
oxígeno) o distintos (la molécula de agua, por ejemplo, tiene dos átomos de
hidrógeno y uno de oxígeno).
8. MACROMOLECULA PROTEINA
Existen varios tipos de macromoléculas ya sean naturales o artificiales.
Nosotros nos basaremos en las naturales donde hay 4 que se destacan sobre las
demas como:
Proteínas
Ácidos nucleicos
Carbohidratos
Lípidos
Proteínas: son macromoléculas formadas por cadenas lineales de aminoácidos.
Las proteínas desempeñan un papel fundamental para la vida y son las
biomoléculas más versátiles y más diversas. Son imprescindibles para el
crecimiento del organismo. Realizan una enorme cantidad de funciones
diferentes, entre las que destacan:
· Estructural (colágeno y queratina)
· Reguladora (insulina y hormona del crecimiento),
· Transportadora (hemoglobina),
· Defensiva (anticuerpos),
· enzimática (sacarasa y pepsina),
· Contráctil (actina y miosina).
9. Los prótidos o proteínas son biopolímeros, es decir, están constituidas
por gran número de unidades estructurales simples repetitivas (monómeros).
Debido a su gran tamaño, cuando estas moléculas se dispersan en un
disolvente adecuado, forman siempre dispersiones coloidales, con
características que las diferencian de las disoluciones de moléculas más
pequeñas.
Las proteínas son largas cadenas de aminoácidos unidas por enlaces
peptídicos entre el grupo carboxilo (-COOH) y el grupo amino (-NH2) de
residuos de aminoácido adyacentes. La secuencia de aminoácidos en una
proteína está codificada en su gen (una porción de ADN) mediante el código
genético. Aunque este código genético especifica los 20 aminoácidos
"estándar" más la selenocisteína y —en ciertos Archaea— la pirrolisina, los
residuos en una proteína sufren a veces modificaciones químicas en la
modificación postraduccional: antes de que la proteína sea funcional en la
célula, o como parte de mecanismos de control. Las proteínas también pueden
trabajar juntas para cumplir una función particular, a menudo asociándose para
formar complejos proteicos estables.