Las hormonas tiroideas tienen varios efectos fisiológicos: 1) aumentan el metabolismo basal al incrementar la actividad de tejidos como el músculo esquelético y el corazón; 2) promueven el crecimiento y desarrollo al interactuar con la hormona de crecimiento y aumentar la actividad oxidativa; 3) regulan el metabolismo intermediario al elevar la glucólisis, la movilización de grasas y la síntesis proteica.