La administración intradérmica se utiliza para la aplicación de anestésicos locales, pruebas cutáneas de alergia y algunas vacunas. Se introduce la aguja superficialmente en la dermis para inyectar una cantidad no superior a 0,3 ml entre las capas dérmica y epidérmica, formando una pápula de unos 6 mm. Los sitios más comunes son la cara anterior del antebrazo, el pecho y la espalda.
1. Es una de las cuatro vías parenterales que existen para la
administración de fármacos, generalmente anestésicos locales. Es
también el acceso que se emplea para la realización de algunas
pruebas diagnósticas o pruebas cutáneas para definir si se es
alérgico o no a determinadas sustancias.
2. Introducir la aguja superficialmente, casi paralela
a la piel, con bisel hacia arriba. Inocular la
medicación con la mayor lentitud posible entre las
capas dérmica y epidérmica hasta formar una
pápula. Retirar la aguja y jeringa sin comprimir ni
friccionar sobre la pápula. Rodear con tinta
indeleble la zona de punción.
3. El sitio más común para la administración
de medicamentos intradérmicos, es la cara
anterior del antebrazo, la parte anterior y
superior del pecho, por debajo de la
clavícula, parte superior de la espalda a la
altura de las escapulas y la zona media del
abdomen.
4. ¿CUÁNTO SE ADMINISTRA
POR VÍA INTRADERMICA?
-Aplicación: introducir en la dermis una
cantidad de medicamento no superior a 0,3
ml. La zona más usada para el uso de
esta vía es la cara anterior del antebrazo.
5. Se introduce la aguja en las capas
superficiales de la piel en ángulo de 15º;
se inyecta la solución lentamente hasta
formar una pápula de unos 6 mm de
diámetro y se retira la aguja sin comprimir
la zona.
6. Se utilizan jeringas desechables de tuberculina de
1 ml, de calibre 26. La zona de prueba se marca y
limpia con alcohol. Se mantiene la piel tensa
y se inserta la aguja paralela a la superficie lo
suficiente como para introducir la parte biselada.
7. La vacunación con el bacilo de Calmette-
Guerin (BCG), ampliamente extendida en
muchas partes del mundo, se realiza de forma
rutinaria por vía intradérmica. Desde los años
cuarenta se han realizado estudios que
exploran la administración intradérmica de
las vacunas de la hepatitis B, la rabia y la gri-
10-16.
8. En algunos casos se presenta hematoma y
hemorragia, induración, infección local que
puede ocasionar dolor y eritema, pero si se
conservan las medidas básicas de asepsia
por parte del personal de Enfermería estas
son poco frecuentes.