La ira es una emoción básica que varía en intensidad desde una leve irritación hasta una intensa furia. Cuando la ira es extrema, se acompaña de cambios fisiológicos como el aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Existen dos formas de expresar la ira: externa a través de gestos y tono de voz, e interna cuando los demás no saben que se está enojado.