La crisis asmática aguda se caracteriza por un aumento rápido de la obstrucción de las vías aéreas con disminución del flujo aéreo respiratorio. Esto se debe al espasmo de la musculatura lisa bronquial, inflamación de las vías aéreas y aumento progresivo de la capacidad funcional pulmonar. El objetivo del tratamiento es revertir rápidamente la obstrucción bronquial y la inflamación mediante el uso de oxígeno, broncodilatadores beta-2 agonistas, glucocorticoides y otros medicamentos.