Los microorganismos han impactado de diversas formas en la sociedad: se han usado para la preservación del ambiente y en diferentes industrias, como la alimentaria y la farmacéutica. Un ejemplo de ello es la penicilina, un antibiótico originalmente aislado a partir de hongos del género Penicillium. Desafortunadamente, el uso excesivo y desinformado de los antibióticos, en combinación con la gran capacidad de adaptación de los microorganismos, han propiciado la aparición de diversos mecanismos de resistencia. En este fenómeno, las bacterias son protagonistas ya que hoy en día, los fármacos pierden su efectividad rápidamente frente a ellas; por lo anterior, los investigadores buscan alternativas a los antibióticos tradicionales, con el fin de disminuir el tiempo empleado para la generación de nuevos fármacos antibacterianos, ya que las bacterias desarrollan resistencia en un tiempo menor que el empleado para el desarrollo de nuevos fármacos