El término probiótico fue empleado por primera vez por Lilly y Stillwell en 1965, refiriéndose a cualquier sustancia u organismos que pudiese beneficiar y mantener el equilibrio intestinal en un animal. Actualmente, la Organización Mundial de la Salud (OMS), define a los probióticos como microorganismos vivos que, en cantidad suficiente, aportan un beneficio a la salud del cuerpo humano. Algunos probióticos son parte de la microbiota intestinal, la cual se define como el conjunto de microorganismos que viven en nuestro sistema digestivo (boca, estómago, intestinos), sin embargo, es importante mencionar que en otros sitios como la piel también habitan microorganismos benéficos.