La conciencia es la luz interior que ilumina al hombre sobre la verdad y la sabiduría de Dios, más allá de la razón. Formar la conciencia requiere buscar la verdad y orientar las acciones de acuerdo a la ley moral, para alcanzar la dignidad humana. Lo mejor es evitar desviaciones de la conciencia moral y saber distinguir entre el bien y el mal, actuando correctamente y buscando el bien común.