Alexander Sutherland Neill fundó la escuela Summerhill en Inglaterra en 1927 basada en principios de libertad, autorregulación y autogobierno para los estudiantes. La escuela rechaza la educación autoritaria convencional y en su lugar fomenta un ambiente donde los niños pueden aprender y desarrollarse a su propio ritmo sin imposiciones. Las clases son opcionales y no hay calificaciones o grados, dando prioridad a la libertad de juego y aprendizaje autoguiado.