La teoría conductista explica el desarrollo cognitivo del niño a través de los conceptos de condicionamiento clásico y operante. El condicionamiento clásico de Pavlov estudia la asociación entre un estímulo neutro y un reflejo natural, mientras que el condicionamiento operante de Skinner se enfoca en el refuerzo de conductas voluntarias. Ambos procesos modelan el aprendizaje y el conocimiento a través de la repetición de estímulos y refuerzos.